Tuvo lugar este jueves en la Casa Cultural 25 de Abril el acto central por el 103º aniversario del Día Internacional de la Mujer (8 de marzo).
Asistieron a la ocasión Kim Ki Nam, Yang Hyong Sop, funcionarios de las entidades de masas y trabajadoras ejemplares.
Fueron invitados las compatriotas residentes en ultramar, las mujeres de las representaciones diplomáticas y de las oficinas de organizaciones internacionales acreditadas en Corea, y otros huéspedes extranjeros.
Al presentar el informe, la presidenta del Comité Central de la Unión de las Mujeres Democráticas de Corea, Ro Song Sil, recordó que bajo la sabia guía de los grandes hombres del monte Paektu, el movimiento femenino coreano vino avanzando por la única senda de victorias junto con la sagrada historia de la revolución coreana.
El Presidente Kim Il Sung dio inicio al movimiento femenino coreano de tipo jucheano en el fragor de la revolución antijaponesa y preparó su brillante tradición, dijo y continuó:
La indoblegable luchadora revolucionaria Kang Pan Sok constituyó la Asociación de Mujeres Antijaponesas bajo la enérgica dirección del Presidente, lo cual fue un acontecimiento de importancia trascendental en el movimiento femenino coreano.
Después de la liberación de la patria, el Presidente organizó la Unión de las Mujeres Democráticas de Corea, elaboró y promulgó por primera vez en la historia la ley de igualdad de derechos del hombre y la mujer e hizo ingentes esfuerzos físicos y mentales para resolver definitivamente el problema de la mujer.
La Heroína de la Lucha Antijaponesa Kim Jong Suk realizó grandes méritos por el desarrollo del movimiento de emancipación de la mujer de Corea, en pleno acato a la original idea y orientación del Presidente.
En la historia del movimiento femenino de Corea, llena de victorias y glorias, están impregnadas las imborrables proezas revolucionarias del Dirigente Kim Jong Il, quien bajo la bandera del Songun, llevó a una nueva etapa elevada el movimiento femenino coreano.
El Mariscal Kim Jong Un hizo fijar por primera vez en la historia de Corea el Día de la Madre y celebrar con motivo de ese día la IV Conferencia Nacional de Madres.
En este mundo, no hay otro pueblo tan feliz y orgulloso como el coreano que tiene al Mariscal como su gran dirigente y generoso padre.
Por último, la oradora llamó a demostrar el ímpetu de la mujer coreana en el cumplimiento de la causa de construcción de un Estado próspero socialista.