Estado Mayor General del Ejército Popular de Corea advierte a los títeres surcoreanos

Debido a la siniestra política hostil y el alboroto de guerra nuclear de Estados Unidos contra la República Popular Democrática de Corea, la situación de la Península Coreana está ante el umbral de la guerra.

    Además, las persistentes campañas conflictivas anti-RPDC de los títeres surcoreanos empeoran hasta no más las relaciones íntercoreanas.

    Según el nuevo guión de Chongwadae, a partir del 10 de abril, el “Ministerio de Ciencia para la Creación del Futuro” inventó y dio a la publicidad el informe de resultado de investigación de que el “caso de ataque de hacking del 20 de marzo” fue producido por el “Norte de Corea”.

    Al respecto, el portavoz del Estado Mayor General del Ejército Popular de Corea respondió el día 12 a la pregunta de un periodista de la Editorial Joson Inmingun como sigue:

    Según los medios títeres de prensa, hubo un caso de que desde a las 14:00 del 20 de marzo las empresas radiodifusoras incluyendo KBS, MBS y YTN y las financieras grandes y pequeñas fueron paralizadas a la vez por el sucesivo ataque cibernético y toda la extensión surcoreana se hundió en gran caos nunca visto en la historia.

    Por el “caso de ataque de hacking del 20 de marzo” de que hablan tanto los títeres surcoreanos, fueron destruidos decenas de miles de máquinas servidoras y computadoras, interrumpidos los trabajos de información de radiodifusoras y paralizados los servicios de bancos de las redes financieras.

   Los títeres que se autodenominan como “potencia de IT” no lo dieron a la publicidad con vergüenza ante caos producido por el ataque de hacking.

    A principios del ocurrido del caso, los títeres iniciaron la averiguación total sacando la conclusión de que el caso podría causado por la actitud del Norte (de Corea).

    Según el resultado de averiguación, a diferencia de la expectativa, fue aclarado que el hacking a las redes de ordenadores de las empresas radiodifusoras y financieras se inició en el tercer país.

    Al aparecer la seña de protesta de los países correspondientes, los títeres publicaron oficialmente que la dirección de Internet de un empleado de la “Federación Nacional de las Cooperativas Agrícolas”, una de las empresas financieras es el foco de ataque de hacking y fue el “ataque intencional” de un quejoso miembro interior de una empresa de radiodifusión.

    Mientras crecía la opinión pública que ridiculizaba el resultado de investigación de los títeres surcoreanos que se cambiaba de la noche a la mañana, el equipo de hacking internacional llamado “Who Is” se responsabilizó por el incidente ocurrido en el Sur de Corea, hecho que hizo pasar tremenda pena a los títeres surcoreanos a la vista del mundo.
Pero, el 10 de abril, ellos publicaron bruscamente el “resultado de investigación” que confirma como “conducta del Norte (de Corea)” el ataque cibernético.

    Los argumentos utilizados por ellos fueron que nuestra parte accedió en mil 590 ocasiones desde el 28 de junio del año pasado al network interior del Sur de Corea, entre otros, preparativos de ataque de largo tiempo, y que fue hallada la huella de ataque real.
Abusar o falsificar en Internet sin fronteras los IP de otros para el hacking es el método rutinario de los hackers para ocultar su identidad. Esta vez, los títeres definieron como “conducta del Norte” aduciendo los registros de unos IP que tuvieron contactos con el network surcoreano, lo que no pasa de ser una muestra de ignorancia de ciberguerra.

    El otro argumento de la “conducta del Norte” es que son idénticas las vías de ataque del presente ciberataque y las usadas en los anteriores atentados.

    Generalmente, en el mundo de Internet, los hackers usan como vía de ataque los blancos vulnerables. El objeto más débil será victima de los hackers. Por eso, sería absurdo considerar a un país o grupo determinado como atacante por la repetición de las vías.

    En hacking que exige lo fino y sigiloso, resulta ilógico usar las mismas vías durante varios años. Por lo tanto, es absurda la insistencia de los títeres surcoreanos en la “conducta del Norte”.

    Además, los títeres aducen que más de 30 códigos de 76 malignos, escogidos y analizados durante la investigación, coinciden con los códigos de ataque usados anteriormente y la manera de atacar también hace deducir como “conducta del Norte”.

    Todos los dichos demuestran que el caso es una conspiración de los enloquecidos por la confrontación fratricida que ni siquiera tienen la concepción básica de ciberguerra.

    El resultado de la investigación del presente caso está penetrado por la obstinación y la sofistería tan absurdas que los distintos estratos del Sur de Corea lanzan ironías y burlas diciendo: “el gobierno universal que imputa siempre la responsabilidad al Norte”, “gran cantidad del ‘número 1’ descubierto en los códigos de hacking, es muy raro”, “la nieve que cayó ayer dañando los cultivos también habría sido fabricada por el Norte”, “¿Es mentiroso que el Comité de Radiodifusión y Comunicación y la Agencia para Promoción de Internet pidieron disculpas por el ‘caso del 20 de marzo’?”, “prevemos que sería falsa la publicación del gobierno de que el caso ‘fue orquestado por el Norte’ y entonces lo confirmamos”, etc.

    Si ocurre un caso o desgracia en su interior, lo aprovechan como oportunidad para la confrontación fratricida relacionándolo ciegamente con la RPDC, lo que es el mal hábito arraigado de los títeres surcoreanos.

    Si recuerdan la historia de las relaciones íntercoreanas en los últimos años, los títeres incorporaron la RPDC al incidente del hundimiento de la corbeta “Cheonan”, “el caso de paralización de la red de computadoras de la Federación Nacional de las Cooperativas Agrícolas”, “el incidente de confusión de onda eléctrica GPS”, etc.

    Cuando un barco pesquero viejo se hundía en el mar, inscribieron allí las letras del Norte de Corea “número 1” e insistieron en que el derrumbe del puente mal construido se debía al “proyectil no.1 del Norte”. Así los títeres surcoreanos difunden siempre el rumor de “conducta del Norte”.

    Lo que no se puede pasar por alto es que la banda títere acusa a nuestro ejército siempre que ocurre un caso anormal en su interior.

    A citar un ejemplo, en caso del hundimiento de la corbeta surcoreana “Cheonan” en el Mar Oeste de Corea, sacó un propulsor de torpedo sumergido hace varios años e insistió en que esto es un “testigo decisivo” del ataque de torpedo del ejército norcoreano.

    Las fuerzas armadas revolucionarias coreanas levantadas para defender a riesgo de la vida la soberanía del país y la dignidad de la nación exaltan su poderío como ejército sin rival y representante de la justicia que castiga la injusticia.

    Al ver que cualesquier maniobras de guerra y de confrontación fratricida fracasan ante las contramedidas superintransigentes de nuestro ejército, los títeres surcoreanos trazan las artimañas groseras con el fin de tildarle de “provocador” y manchar la prestigiosa autoridad de la RPDC calificándola de “país terrorista”.

    El rumor de la “conducta del Norte” del “caso de ataque de hacking del 20 de marzo”, de que hablan los traidores surcoreanos, revela otra vez que no hay ningún cambio aunque se ha sustituido el dueño de Chongwadae.

    Las personas sospechaban desde el principio la promesa electoral de la gobernante actual surcoreana sobre el “distanciamiento” del traidor Lee Myung Bak.

    Es que tenían la incertidumbre de que si ella podría repetir el antecedente de Lee Myung Bak, maníaco de confrontación fratricida de categoría especial, que con la brutal política de enfrentamiento fratricida, llevó a la fase de guerra las relaciones íntercoreanas que marchaban hacia la reconciliación y la cooperación.

    El tiempo comprobó que esa preocupación tenía razón.

    El traidor Lee inventó el complot nunca visto en la historia de división nacional como el incidente de hundimiento de la corbeta “Cheonan” y rompió totalmente las relaciones íntercoreanas imputando la responsabilidad al Norte de Corea. Y la mandataria actual surcoreana hace lo mismo con el “caso de ataque cibernético del 20 de marzo” con el fin de buscar a toda costa el detonante en este territorio en la coyuntura de guerra.

    La realidad comprueba claramente que ella tiene el atributo conflictivo igual que el traidor Lee Myung Bak y hasta supera a éste en la mezquindad y virulencia.

    Lo que diferencia a ambos está en que el antecesor inventó el incidente de “Cheonan” en contubernio con su amo EE.UU. y la sucesora hizo al “Ministerio de Ciencia para la Creación del Futuro” recién fundado cumplir la misión de trazar los complots anti-RPDC.

    El presente caso evidencia que la banda títere surcoreana es la horda de traidores acostumbrados al servilismo y sumisión a grandes potencias.

    Hace poco, un instituto surcoreano dio a la publicidad una foto que evidencia objetivamente la navegación normal en su órbita de la unidad no. 2 del satélite artificial “Kwangmyongsong-3”.

    Sin embargo, los títeres surcoreanos repiten la insistencia de EE.UU. en el lanzamiento de misil de la RPDC adhiriéndose a la campaña de guerra nuclear de su amo gringo.

    Cuando se torna hecho consumado el estallido de la guerra nuclear en este territorio debido a la política norteamericana de hostilidad a la RPDC, los traidores surcoreanos están desesperados por preparar el pretexto de la guerra obedeciendo a ciegas a su amo.

    No por casualidad, las personas califican a la banda títere de “papagayo humano” de EE.UU. y “robot de fabricación norteamericana”.

    El presente caso, siendo repetición del incidente del “Cheonan”, deviene una provocación intencional y locura conflictiva anti-RPDC tendente a llevar al extremo la situación de la Península Coreana en adhesión a la campaña de guerra nuclear de EE.UU.

    El ejército y pueblo de la RPDC levantados para la defensa de la soberanía tratan lo todo según la ley del tiempo de guerra bajo la circunstancia del tiempo de guerra de las relaciones íntercoreanas.

    Los inventores del rumor de “conducta del Norte” serán condenados a muerte sin someterse al juicio y calificados como segundo traidor Lee Myung Bak.

    Cuanto más que la banda de los títeres surcoreanos provoque contra la RPDC insistiendo en la confrontación fratricida e inventando nuevas intrigas anti-RPDC, se acelerará tanto más su arruinamiento final.

KCNA

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