El diario Rodong Sinmun publicó el día 25 el comentario político intitulado «Armas nucleares y paz».

El comentario subraya que las armas nucleares de Estados Unidos traen las calamidades, pero las del pueblo coreano prometen la paz y la felicidad, y continúa:

También la RPDC, con armas nucleares, puede ordenar al imperialismo y dar vergüenza, injuria y maltrato al imperio norteamericano enriquecido con el sudor de la humanidad y las riquezas saqueadas de esta Tierra.

Al fin y al cabo, hemos llegado al momento de viraje para satisfacer el sueño sobre la paz duradera y prosperidad. Las armas nucleares de la RPDC promueven la desnuclearización y la paz del mundo. Es posible controlar la fuerza sólo con la fuerza y eliminar las armas nucleares sólo con las armas nucleares. Las armas nucleares de EE.UU. acarrean la proliferación nuclear y la carrera armamentista nuclear, pero las de la RPDC hacen realidad la desnuclearización partiendo de nueva concepción y obligación y neutralizan la superioridad y hegemonía nucleares de las potencias, lo que permite establecer el nuevo orden pacífico y estable.

El arrogante imperialismo yanqui y las demás fuerzas hostiles hablan tanto transmitiendo las desinformaciones inventadas como si el mundo se enfrenta a algún peligro. Ellos imponen a la RPDC cesar la «provocación» y la «amenaza» contra la sociedad internacional y cambiar la línea y la ruta diciendo que ésta no tiene futuro al contar con las armas nucleares.

Para la RPDC, la renuncia de armas nucleares es precisamente el desarme y el cambio de la ruta significa el derrumbe del régimen. Entonces el territorio coreano se convertirá en un campo de competencia de las potencias por arrebatarlo y Corea experimentará otra vez el año 1905 (en que se convirtió en colonia de Japón). Además será insultada la sagrada historia de los antecesores y los habitantes de la RPDC perderán la vida socialista mantenida generación tras generación.

Para satisfacer su codicia despiadada, EE.UU. acusó absurdamente a un país de desarrollar las armas nucleares y lo ocupó de inmediato por medio de la guerra. El mundo no olvida el hecho de que un país fue descompuesto y derrumbado por los yanquis que le prometieron la prosperidad con la permisa de abandono de armas nucleares.

Lucharemos tenazmente sin vacilación, sin cesar por hacer que tales países y naciones no repitan la historia de haber sido víctimas de EE.UU., y por comprobar la confianza y esperanza de la humanidad, según las cuales el ser humano sea igual y cualquier pueblo pueda lograr el desarrollo y la civilidad teniendo su concepción de valor.

Es una cosa vergonzosa el que el Sur de Corea dice con vanagloria que se alistará en la fila de los países avanzados en la economía con fondos y técnicas invertidos por EE.UU. que lo toma como trampolín para el dominio sobre el continente asiático. Pero lo más absurdo es que los títeres surcoreanos se atreven a dar instrucciones a la RPDC, aunque es incomparablemente débil en la posesión de satélites artificiales y armas nucleares, símbolos del poderío nacional de talla mundial.

Que sientan vergüenza los traidores surcoreanos que sin saber cuál es el verdadero patrimonio de la nación ni prever sobre el futuro de las generaciones venideras, actúan desafiantemente en contubernio con su amo gringo en vez de rendir agradecimiento al heroico pueblo norcoreano que logró la gran causa para la nación superando indecibles dificultades.

Nadie podrá virar la dirección de la historia creada por nosotros. Avanzaremos con dinamismo hacia adelante frustrando todas las maniobras de las fuerzas hostiles que tratan de estorbar nuestro avance mediante las críticas y difamaciones de toda índole y hasta la guerra.

Basándose con firmeza en las fuerzas armadas nucleares, la RPDC se levantará gigantescamente como aquel satélite que vuela en el espacio. Como la RPDC haya convertido en el remedio omnipotente del pueblo las armas nucleares, que antes estaban bajo el monopolio de los imperialismos, convertirá también la opulencia monopolizada por el imperialismo en la del pueblo.

La RPDC ya había avanzado lejos. Pronto será un polo de justicia en el Nordeste Asiático. Ahora la RPDC va completando los preparativos estratégicos para contribuir al desarrollo y la prosperidad de la humanidad y mantener la activa relación con el mundo.

Nuestros principios son inconmovibles y la lógica es razonada.

Hasta que EE.UU. abandone la arraigada hostilidad y la ambición de agresión anti-RPDC y hasta que se exterminen de punto a cabo las conspiraciones y obstáculos de todas las fuerzas reaccionarias que perjudican la paz de la RPDC y bloquean su prosperidad, no se cambiarán nunca nuestra decisión y la postura de enfrentamiento.

En el futuro lejano, las personas del mundo recordarán y elogiarán durante largo tiempo la lucha heroica de nuestra generación y la Corea socialista que defendieron su dignidad y la justicia de la humanidad superando inimaginables pruebas y presiones pesadas.

Nadie podrá detener el avance de la RPDC que bajo la guía del Mariscal Kim Jong Un, bandera de la invencibilidad, cuenta con las fuerzas armadas nucleares de autodefensa del ejército poderoso revolucionario del monte Paektu y la fuerza del pueblo, unido monolíticamente.

KCNA

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