Park Geun-hye debe ser eliminada cuanto antes
Ya pasó bastante tiempo desde la toma de Park Geun-hye del sillón presidencial de Chongwadae.
Al principio del mandato de Park, la gente se hacía ilusión atraída por las agradables «promesas electorales» de ella, pero ahora expresa desengañada gran odio e indignación.
La avalancha de críticas a la mandataria surcoreana, quien perdió totalmente el honor de la «presidenta», el ser humano y la mujer, es un reflejo de la opinión pública.
Park es la «dueña de la casa de celadora de sepulcros» que convierte todo el territorio surcoreano en un cementerio.
El 16 de abril pasado, ocurrió en el mar frente a la isla Jin de la provincia de Jolla del Sur el hundimiento del barco de pasajeros «Sewol».
Este incidente fue causado artificialmente por Park.
Algún tiempo después de informada del caso, ella apareció a desganas en el lugar de accidente y se limitó a decir a los familiares de víctimas: «¡Qué lastima!» y «Confíen en el gobierno».
Cuando los familiares expresaban el descontento por el disturbio y la negligencia en las labores de rescate quejando: «Quieren que mis hijos fueran devorados por los peces», Park convocó el 21 de abril una reunión de los secretarios superiores de Chongwadae en que trató de eludir las responsabilidades, en vez de tomar medidas necesarias, diciendo así: «el capitán del barco se portó como asesino».
Llegan al clímax la indignación y la cólera de los habitantes por la conducta inhumana y anormal de Park, quien no pidió disculpas como se debe y critica sólo a sus inferiores imputándoles la responsabilidad.
Impotentes de desoír la voz del pueblo, hasta los anteriores gobernantes surcoreanos reconocían en lugares públicos las responsabilidades pidiendo disculpas si ocurría algún desastre trágico.
La opinión pública calificó oficialmente a Park de la «dueña de la casa de celadora de sepulcros» comparando el tejado azul de Chongwadae con el túmulo.
Park es gran maestro de demagogia y enfrentamiento.
Ya pasó el límite la fiebre conflictiva de Park que difama la dignidad y el régimen de la RPDC.
Enloquecida por la confrontación entre los regimenes de ambas partes coreanas, ella criticó los imparciales proyectos, presentados desde principios de este año por la RPDC para la mejora y el desarrollo de las relaciones íntercoreanas, como «ofensiva de paz disfrazada», «para la propaganda al exterior» y «para provocar las discrepancias entre personas».
Ella no pasa de ser una discapacitada mental que no puede pensar y ver normalmente y se dedica sólo al enfrentamiento como perra rabiosa.
La incesante difamación de Park sobre el disuasivo nuclear autodefensivo de la RPDC está causando la burla y críticas de la opinión pública.
Pero, ella invitó el 25 de abril a su amo gringo y volvió a calumniar la línea de la RPDC de impulsar simultáneamente la construcción económica y la de fuerzas armadas nucleares.
La opinión pública lamenta unánimemente que no hay en el presente ni habrá en el futuro la medicina que pueda curar la histeria de Park quien difama obstinadamente el justo disuasivo nuclear poseído por los connacionales a fin de prevenir el desastre nuclear que quieren imponer las fuerzas extranjeras.
El llamado problema de «DDHH del Norte», que suele mencionar Park, también parte de la locura conflictiva de ella.
Para ser correcto, Park tendría que atender primero la realidad espantosa del Sur de Corea donde cada día se suicidan muchos jóvenes debido a la política de enseñanza irrealista y la de discriminación de la juventud y la infancia.
Sin embargo, a la instigación de su amo norteamericano, la mandataria surcoreana está enfrascada en cuestionar los sagrados DDHH de la RPDC y no vacila en instalar hasta la «oficina de DDHH del Norte» de nivel internacional.
Park es una ramera vieja que coquetea a las fuerzas extranjeras.
Desde que tomara el poder, Park cometió acciones serviles a las fuerzas extranjeras demostrando su atributo de prostituta política.
Es Park Geun-hye la autora quien empuja a todos los coreanos al crisol de desastre nuclear al realizar los ejercicios militares conjuntos «Key Resolve» y «Foal Eagle» y hasta el simulacro aéreo combinado «Max Thunder».
Park trata de encomendar para siempre a EE.UU. hasta el «mando de operaciones en el tiempo de guerra», símbolo de la soberanía.
Últimamente, Park prometió en secreto a Obama la dilación del traspaso del «mando de operaciones en el tiempo de guerra», lo cual parte de su intención de dar el ataque preventivo contra la RPDC con la ayuda de su amo gringo.
Todos los coreanos escupen en esa ramera politiquera que a pesar de más de 60 años de su edad, vive con la prostitución política sin espíritu nacional ni entereza.
La opinión pública surcoreana vibra de odio.
La opinión pública es la voz del cielo.
El clamor del pueblo llega al cielo.
Si se deja intacta a Park, no se puede alcanzar la mejora ni desarrollo de las relaciones íntercoreanas, ni la paz ni la reunificación del país. Al contrario, provendrán las calamidades y desgracias para la sociedad surcoreana y toda la nación coreana.
Hay que eliminar cuanto antes a Park Geun-hye, causa de desastres.
KCNA