El Comité de Defensa Nacional de la República Popular Democrática de Corea envió el día 30 a las autoridades surcoreanas la siguiente propuesta especial:

Debido a la prolongación del congelamiento de relaciones íntercoreanas, se hace cada día más sentida la división del territorio nacional y llegan a la fase insoslayable los lamentos de toda la nación que desea la reunificación de la patria.

Hoy día, se violan flagrantemente los Tres Principios de la Reunificación de la Patria y hasta el noble espíritu de «Entre nosotros, los connacionales», comprometidos ante la nación por ambas partes.

En acato al noble propósito del patriota sin igual de corregir lo más pronto posible esa realidad dolorosa y trágica, hemos enviado la propuesta importante y el mensaje abierto a las autoridades, partidos políticos y entidades sociales de la parte Sur que respondió con frialdad.

Se convierte en papel mojado hasta el acuerdo valioso alcanzado en el contacto de alto nivel Norte-Sur, preparado difícilmente en febrero pasado.

La responsabilidad de ello la tienen todos los integrantes de la nación coreana que siendo dueños de sus propios destinos, deben reparar esa realidad.

Pero, la mayor responsabilidad recae sobre las autoridades surcoreanas que enfrascadas sólo en el enfrentamiento, vinieron abusando del problema de reunificación presentando injusta «insistencia» y «declaración» sin hacer caso de las agravantes relaciones íntercoreanas.

A pesar de todo, se alzan las voces de las masas populares de distintos sectores que desean la mejora de vínculos íntercoreanos y se hacen infrenable tendencia de la época la demanda y aspiración de toda la nación a abrir la nueva coyuntura de reconciliación, cooperación y reunificación pacífica.

Tal fervor presente a lo largo del territorio nacional crece a medida que se acercan el 42º aniversario de publicación de la Declaración Conjunta del 4 de Julio y el 7 de julio en que se cumple el 20º aniversario de la última firma dejada por el Presidente Kim Il Sung, salvador de la nación y gran veterano político, al pie del histórico documento sobre la Cumbre Norte-Sur.

Además, se hablan ahora de los programas de contactos políticos y de trabajo sobre la reconciliación y la cooperación N-S, previstos a partir de julio.

Recogiendo el anhelo y la opinión de toda la nación, el Comité de Defensa Nacional de la República Popular Democrática de Corea propone especialmente los siguientes puntos con la firme decisión de abrir la nueva coyuntura trascendental de la mejora de relaciones íntercoreanas manteniendo los tres principios de la independencia, la paz y la gran unidad nacional y ateniéndose al espíritu de «Entre nosotros, los connacionales».

1. Comprometamos de nuevo a la nación a resolver todos los problemas surgidos entre ambas partes coreanas manteniendo invariablemente y ateniéndose al principio de la independencia.

El principio de la independencia es uno de los fundamentales de reunificación de la patria, prometidos a la nación reflejando la aspiración y la demanda de toda la nación.
Este principio demanda resolver con fuerzas propias el problema de reunificación y todos los demás pendientes entre ambas partes coreanas en el principio de dar importancia y prioridad a la nación coreana y sin dependerse de las fuerzas extranjeras ni tolerar su intervención.

Según ese principio, hemos logrado el acuerdo N-S sobre la reconciliación, la cooperación y la no agresión y aprobado la histórica Declaración Conjunta del 15 de Junio y la Declaración del 4 de Octubre.

Por lo tanto, proponemos comprometer una vez más a toda la nación, con motivo del 42º aniversario de la aprobación de la Declaración Conjunta del 4 de Julio, a mantener y ejecutar cabalmente todas las declaraciones aprobadas entre ambas partes coreanas en el principio de la independencia.

Al mismo tiempo, demandamos revocar todas las «insistencias» y «declaraciones» injustas que contravienen al principio de la independencia y cancelar todos los sistemas de cooperación que perjudican los intereses de los connacionales.

Aconsejamos con cortesía que no recurran a los actos inútiles como cuestionar, adhiriéndose a las fuerzas foráneas, el disuasivo nuclear de la RPDC, valioso patrimonio común de la nación, y calumniar la línea de impulsar paralelamente la construcción económica y la de fuerzas armadas nucleares.

Por inmediato, exhortamos a tomar la decisión política de parar totalmente desde la 00:00 del 4 de julio las difamaciones y calumnias de toda índole y los complots y la campaña psicológica sobre la contraparte, conforme al acuerdo hecho en febrero pasado en el contacto de alto nivel de ambas partes partiendo de la posición de dar importancia y prioridad a la nación según el principio de la independencia.

En lo tocante a nuestra parte, estamos preparados para cumplir en un instante el acuerdo de febrero como ya hemos aclarado.

2. Demostremos a toda la nación y al mundo la decisión rotunda de parar todas las acciones militares hostiles que lleven las relaciones íntercoreanas al borde de la guerra y crear el ambiente de paz en el principio de la reunificación pacífica.

El principio de la reunificación pacífica es el principal de la reunificación de la patria que refleja el deseo de toda la nación amante de la paz antibélica.

En este principio está encarnado el espíritu patriótico de defender el terreno de existencia de los coreanos desde la calamidad de guerra y garantizar la prosperidad común de la nación.

Hemos venido insistiendo invariablemente en resolver todos los problemas pendientes entre el Norte y el Sur no con el acto hostil militar sino con el método pacífico según el dicho principio.

Es porque por muy complicados que sean dichos problemas, son los internos de la nación coreana a ser resueltos por los connacionales que vivirán en armonía en un territorio reunificado

Aprovechando esta oportunidad proponemos otra vez a las autoridades surcoreanas aclarar su sincera posición en cuanto al aseguramiento de la paz del país con cesar desde la hora cero del 4 de julio todos los actos hostiles militares que se libran sin descanso ni un día en todas las líneas de enfrentamiento incluyendo las aguas más cadentes del Mar Oeste de Corea.

En esta propuesta se incluyen los actos de intrusión marítima que en estos días los buques de las fuerzas navales del Sur de Corea amplían escalonadamente y el problema del cese de disparo de fusiles y cañones que se lanza frecuentemente en las aguas alrededores de las 5 islas.

Igualmente demandamos poner punto final a los actos de chantaje y amenaza a sus connacionales introduciendo en el Sur de Corea y su contorno los bombarderos estratégicos cargados de bombas nucleares, los portaaviones nucleares y otros medios de ataque nuclear de EE.UU. y dejar en el acto el plan de los ejercicios militares conjuntos Ulji Freedom Guardian que se librarán junto con las tropas norteamericanas en próximo agosto para preparar el ambiente previo de varios intercambios y contactos que se dinamizarán entre ambas partes incluyendo los Juegos Asiáticos en Inchon.

Es porque este simulacro de guerra agresiva se desarrolla contra la RPDC siempre bajo el pretexto del «anual y defensiva» llevando al borde de la guerra la situación de la Península Coreana.

Tales ejercicios devienen la más abierta y brutal violación al principio de la reunificación de la patria en que el Norte y el Sur firmaron resolver todos los problemas pendientes entre amabas partes no con el ejercicio de las fuerzas armadas sino con el método pacífico.

Ya declaramos que si la parte sureña aprecia tanto los ejercicios conjuntos con EE.UU., los haga en una región o una zona marítima fuera del territorio de la Península Coreana.

Últimamente muchos países vecinos nos proponen desarrollar el simulacro conjunto, pero el Ejército Popular de Corea no lo aceptará ni lo librará junto con los ejércitos de otros países en el cielo, el mar y el territorio jurisdiccionales de la parte norte de la República.

3. Tomemos las medidas reales para preparar el nuevo período de reconciliación, cooperación y prosperidad nacional según el ideal de «Entres nosotros, los connacionales» y en el principio de gran unidad nacional.

La unidad es el modo de existencia de la nación y sirve de la dinámica en la mejora de relaciones Norte-Sur.

La nación está por encima de la idea, el ideal y el régimen.

Si se une según el ideal de «Entre nosotros, los connacionales» y en el principio de gran unidad nacional superando todas las diferencias de ambas partes, la reunificación se logrará con rapidez.

Nuestra nación tiene el destino fatal de arruinarse si está dividida y prosperar cuando esté unida.

Con motivo del 20º aniversario de la última firma dejada el 7 de julio de 1994, último período de su gran vida, por el Presidente Kim Il Sung, salvador de la nación coreana, al pie del documento histórico relacionado con la Cumbre N-S, proponemos tomar las medidas reales para preparar el nuevo período de reconciliación y cooperación.

Ante todo, las autoridades surcoreanas deben declarar que no mezclarán sus malsanas intenciones políticas en la reconciliación y la cooperación.

La reconciliación y la cooperación entre los compatriotas deben ser garantizadas con acciones sinceras que ayuden de veras a los nacionales.

Resulta absurdo tratar de usar la reconciliación y la cooperación signadas de fraternidad como disfraz para ocultar el intento de «derrocar el régimen» de la contraparte y lograr la «unificación mediante la absorción».

Sería crimen antinacional más grave si uno desatiende la sinceridad sobre la reconciliación y la cooperación y las impide apartándose de la posición fraternal conveniente al principio de gran unidad nacional.

Las autoridades surcoreanas no deben malemplear el paso, la admisión aduanera y la comunicación en la Zona Industrial de Kaesong.

En mantener el ideal de «Entre nosotros, los connacionales» y el principio de gran unidad nacional está la posibilidad de abrir la fase trascendental de la mejora de relaciones íntercoreanas.

Las autoridades surcoreanas deben volverse en sí.

No deberán ver a los connacionales con el erróneo punto de vista inculcado por las fuerzas extranjeras ni tratar las relaciones N-S con el hábito de servir y someterse a las potencias.

Deben tener presente que cuando se pongan en la posición de dar prioridad a la nación que a las fuerzas extranjeras y apreciar más la cooperación nacional que la internacional, podrán abrir la ruta de la reunificación de la patria, la paz y la prosperidad.

Todos los coreanos del Norte, el Sur y en ultramar deben levantarse con más energía para que no dure más la avergonzada y trágica historia de división que sufre únicamente la nación coreana, esto es la posición de nuestra parte.

Tanto la prosperidad o la decadencia del país como la existencia y el arruinamiento de la nación dependen de las decisiones del Norte y el Sur de Corea.

Las autoridades surcoreanas deben dar gran paso adelante hacia el nuevo futuro con la audaz decisión política y la voluntad de separarse del pasado ignominioso, en correspondencia a nuestra propuesta especial.

No deben olvidar que el julio decisivo observará el movimiento de las autoridades surcoreanas.

KCNA

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