ACNC califica de necia y suicida la política norteamericana de hostilidad a RPDC
Con motivo del 20º aniversario de concertación del Acuerdo Básico República Popular Democrática de Corea-EE.UU., tuvo lugar en Estados Unidos el seminario con la participación de los especialistas en asuntos coreanos.
Los participantes insistieron en que lo invariable durante 20 años es la «ignorancia de EE.UU. sobre el Norte de Corea» y la «teoría infundada sobre el derrumbe del Norte» y lo cambiado es la «ampliación de la capacidad nuclear de la RPDC» y «la opción más estrechada de EE.UU.»
Soltaron las voces pesimistas y preocupantes diciendo que «es imposible lograr la renuncia nuclear de la RPDC» y que «no hay otro remedio más que el diálogo».
Esto demuestra que la política hostil a la RPDC de EE.UU. es repudiado hasta en el territorio estadounidense como política fracasada.
En la actualidad, la estructura de confrontación RPDC-EE.UU. se cambia cada día más desfavorable al segundo por su política de aplastamiento a la primera.
Por la posesión de armas nucleares de la RPDC se hizo añico la ilusión de EE.UU. de apoderarse de todo el territorio coreano mediante el chantaje nuclear y la presión política y económica y tomarlo como trampolín del cumplimiento de su estrategia de hegemonía sobre la región de Asia-Pacífico.
El aumento armamentista de EE.UU., librado bajo el pretexto de hacer frente a las fuerzas armadas nucleares de la RPDC, agrava más la situación financiera del país.
EE.UU. lamenta que las armas nucleares y misiles de la RPDC ponen en peligro el destino de las ciudades estadounidenses y siente inquietud por la destrucción posible de la posición absoluta de sus propias fuerzas armadas nucleares.
Esta inquietud de EE.UU. fue causada por sí mismo.
Hace 20 años cuando firmaba el Acuerdo Básico con la RPDC a fin de resolver el problema nuclear de la Península Coreana, el imperio pensaba en que podría «derrocar» el régimen norcoreano si impedía su desarrollo de industria de energía nuclear y dilataba el tiempo.
Persigue esta ilusión vana tanto la administración Bush como la actual administración Obama.
Los ejecutores de la política de EE.UU. que pretenden el desarme y el «derrumbe» de la RPDC no podrán obtener nada más que la posesión y el fortalecimiento cuantitativo y cualitativo de armas nucleares de la RPDC y la inquietud y pánico de EE.UU.
La política norteamericana de hostilidad a la RPDC es la torpe y suicida para el imperio.
Las voces pesimistas de los especialistas norteamericanos significan reconocer esta realidad y repudiar a los políticos responsables de EE.UU.
Si EE.UU. considera el fortalecimiento de la capacidad nuclear de la RPDC como amenaza a la seguridad estratégica de su país, debe renunciar la política hostil a ésta.
KCNA