ACNC comenta «confesión franca» de ciber-terrorista no.1

En el seminario efectuado el 17 de marzo bajo auspicios del Centro Norteamericano para los Estudios Estratégicos e Internacionales, el presidente del comité de seguridad del territorio nacional de la Cámara de Representantes de Estados Unidos dijo sin escrúpulos que su país fue autor de ataque cibernético contra el Internet de la República Popular Democrática de Corea ocurrido en diciembre del año pasado.

Desde hace varios años, EE.UU. comete los actos de espionaje de toda índole infiltrándose en la red de computadoras de la RPDC para recoger las informaciones sobre el desarrollo nuclear y otros.

Tales hechos se dieron a la publicidad por los documentos confidenciales de la Agencia de Seguridad Nacional (ASN), los testimonios de las ex autoridades del gobierno y los medios de prensa de EE.UU.

El terrorismo cibernético de EE.UU. toma por sus blancos casi todos los países y regiones del mundo, entre otros, los países antiyanquis, Rusia, China y otras potencias regionales y los aliados rivales como Alemania.

En 2010, EE.UU. asestó con el virus Stuxnet el primer ataque cibernético de nivel estatal contra el programa nuclear de una planta nuclear de Irán.

De otro lado, los líderes, los órganos gubernamentales y las compañías principales de varios países sufren la interceptación telefónica de la ASN, mientras los datos secretos guardados en las computadoras gubernamentales y privadas se abusan en el establecimiento de la política de la Casa Blanca.

Tales casos de hacking son una forma de guerra de agresión para realizar la estrategia militar cibernética de la administración norteamericana fundamentada en el ataque preventivo en Internet.

Para este fin, EE.UU. presentó la concepción de la guerra cibernética ya en la década de 1990 y acelera el aumento de gastos militares y los preparativos de guerra para la realización de su estrategia militar en el espacio cibernético bajo el rótulo de «defender los intereses estatales».

En diciembre de 2002, las fuerzas navales norteamericanas fundaron la comandancia cibernética. A continuación, las fuerzas aéreas y terrestres también organizaron respectivamente las unidades cibernéticas. En 2010, nació la comandancia cibernética que conduce de modo unificado las acciones militares de las fuerzas armadas norteamericanas para la guerra cibernética.

En octubre de 2012, Obama firmó la orden secreta del presidente sobre la política de operaciones cibernéticas de EE.UU. Ahora el Departamento de Defensa norteamericano desarrolla armas cibernéticas de nuevo tipo que paralizarán el sistema militar de otros países aunque no esté conectado con Internet.

Como vemos, EE.UU., enloquecido por la ambición de hegemonía mundial, prepara el ataque cibernético de gran dimensión contra otros países.

Pues, la estrategia militar cibernética de EE.UU. es el tremendo crimen que acarrea la carrera internacional de terrorismo cibernético y lleva al mundo al caos y destrucción.

Sin embargo, EE.UU. habla como si fuera la mayor víctima de ataque cibernético.

Vinculando injustamente con la RPDC el ataque cibernético contra Sony Pictures, armó el alboroto de «sanción adicional».

La verdadera intención de EE.UU. es tildar a los países soberanos, en particular, a los antiyanquis e independientes de terroristas cibernéticos y crear el ambiente favorable al cumplimiento de su guerra cibernética.

Esta vez, el mayor terrorista cibernético EE.UU. reconoció a la sociedad internacional que su país fue el hacker de la red de la RPDC.

EE.UU. debe tener presente que su ambición de tomar la hegemonía mundial mediante la guerra cibernética es una ilusión nunca realizable.

KCNA

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