Yakov Novichenko, el veterano soviético amigo de KIM IL SUNG

Historia de sublime virtud moral (1)

naenara-19-15-1-0Este pasado año 2015 se ha conmemorado el septuagésimo aniversario de acontecimientos históricos en muchos países del mundo. He nacido dos años después de ese año fatal 1945. Pero, voy a hablar de 70 años pasados, y en especial sobre la sublime virtud moral del hombre, que todos deben apreciar.

Mi padre Ya. T. Novichenko que ha devenido persona inolvidable para el pueblo coreano fue un siberiano común.

No obstante el Presidente Kim Il Sung, el Dirigente
Kim Jong Il y el Mariscal Kim Jong Un lo han elogiado como héroe e internacionalista, apreciando la amistad con él a través de sucesiva generación. Lo que quiero decir primero es que los grandes Líderes de Corea han mostrado el modelo de la noble virtud moral durante los 70 años pasados.

Con motivo del 70 aniversario de la liberación de Corea, pensando en la obligación moral de nuestra familia de Novichenko hacia los destacados Líderes de Corea y el hermano pueblo coreano, escribo estos renglones.

La simpatía y admiración han originado la hazaña heroica

Pienso que en el mundo no habrá nación que ama más el bosque de abedul que los rusos.
Nuestra aldea natal Travnoe se sitúa en medio de la gran naturaleza, a 360 kilómetros de la capital provincial, muy lejos de las zonas industriales de las cuencas del Obi y el Yenisei, con la ciudad Novosibirsk, en su centro, llamado “capital de Siberia”. Los bosques de abedul se agitan cuando sopla el viento en la extensa tierra siberiana con inagotables recursos naturales. Igual que mi padre, también he crecido oyendo el susurro del bosque de abedul. En nuestro terruño se transmiten estas palabras: Cuando el bosque de abedul se agita mucho produciendo gran ruido, ocurre un gran suceso.

El 21 de mayo de 31 años atrás el espeso bosque de abedul reverdecido se movió susurrando, y el Presidente Kim Il Sung se encontró con mi padre en la estación ferroviaria de Novosibirsk, mientras pasaba por Siberia para visitar la ex URSS y otros países socialistas de Europa oriental. Fue un encuentro dramático de un gran hombre distinguido del siglo XX y un veterano de guerra común que pasaba la segunda mitad de la vida en el paraje remoto de Siberia.

El Presidente Kim Il Sung, gran hombre virtuoso, bajó del tren y se dirigió con brazos abiertos hacia mi padre que se acercaba con precipitación. Lo abrazó con fuerza al reconocer al ex oficial del Ejército Rojo, aunque se había transformado en un viejo siberiano en el transcurso de 38 años. Mi padre lo acogió con un brazo que le quedó y de emoción no pudo decir palabras de saludo que pensaba. El cálido y emocionante abrazo que duró un buen rato, fue la manifestación de la añoranza acumulada en largo tiempo y la muestra del auténtico y cálido sentimiento amistoso. Esta escena asombró a las personas que acudieron a la estación ferroviaria para dar la calurosa bienvenida al Presidente.

Este habló a los cuadros del Estado que salieron a recibirlo sobre el acto heroico que mostró mi padre en la Corea recién liberada. Luego con sentimiento fraternal le preguntó por el trayecto de la vida y la situación de la familia, y en tono afable invitó a nuestra familia a visitar Pyongyang.

El tren especial se puso a correr veloz por la inmensa tierra siberiana y el bosque de abedul se agitó al viento primaveral moviendo las hojas relucientes.

Aquel día por la noche nuestra casa se envolvió en el ambiente de fiesta. Se reunieron todos los miembros de la familia y llegaron los vecinos para felicitar a mi padre y charlaron hasta la noche avanzada. Hablaron sobre la noble virtud del Presidente Kim Il Sung, que no se olvidó de un ciudadano común del país extranjero durante varios decenios.

El padre, aunque era parco en palabras, aquella noche dijo muchas cosas del héroe legendario Presidente Kim Il Sung. Le adoraba mucho. Su plática comenzó por lo que vio y oyó en el período de su servicio en la guarnición de la frontera entre la ex URSS y Manchuria, antes de la batalla de liberación de Corea.

naenara-19-15-2-0Dijo que allí el Ejército Rojo soviético estuvo enfrentado con grandes fuerzas del ejército Guandong del imperialismo japonés. La guerrilla coreana dirigida por el General Kim Il Sung ayudó con sangre la URSS, primer Estado socialista, pese a las difíciles condiciones de la lucha contra el imperialismo japonés que ocupó Corea. La batalla internacionalista de la guerrilla coreana llegó al auge durante el combate de Halexinhe.

Relató sobre las batallas de Dashahe, Dajianggang y otras peleas grandes y pequeñas que llevó a cabo la guerrilla coreana en defensa de la URSS, diciendo que en aquel tiempo fueron gran tema de conversaciones no solo de los soldados del Ejército Rojo sino también del pueblo soviético. Narró de modo emocionante el hecho de que con motivo de incidente de Halexinhe, el General Kim Il Sung dio a varias unidades del Ejército Revolucionario Popular de Corea la orden de efectuar las operaciones de perturbación en la retaguardia enemiga, a fin de defender con armas la URSS, y los guerrilleros coreanos, desplegaron la lucha heroica.

Lo que impresionó más a mi padre, cuando era soldado en la frontera y testigo ocular de las acciones de los  guerrilleros  coreanos,  valientes  y  con  alto  espíritu  de  sacrificio,  fue  la  fidelidad  absoluta  al General Kim Il Sung, al que respetaron no sólo como jefe de la guerrilla sino también como lucero de la liberación de Corea y Salvador del pueblo coreano. Al conocer estos hechos el padre sintió gran afecto al joven General, patriota que se puso al frente de la sagrada guerra antijaponesa por la independencia de Corea, magnánime y virtuoso joven internacionalista. Esto fue el motivo de la adoración de mi padre, al Presidente Kim Il Sung.

Pienso que adorar un hombre al otro no es cosa sencilla. La adoración cordial nace cuando uno está cautivado por completo por la grandeza de un hombre venerado.

Ivan Yakovlevichi Novichenko en Naenara

3 pensamientos sobre “Yakov Novichenko, el veterano soviético amigo de KIM IL SUNG

  1. Hay una continuacion muy buena la historia, os dejo otra

    LA PERSONALIDAD DEL PRESIDENTE KIM IL SUNG

    Subdirector general del IIIJ – Presidente de honor del Instituto Latinoamericano de la Idea Juche José Francisco Aguilar Bulgarelli

    Tuve el privilegio de conocer personalmente a uno de los grandes hombres en la historia de la humanidad, al Presidente KIM IL SUNG, Gran Líder de la República Popular Democrática de Corea.

    KIM IL SUNG fue el gran héroe en la lucha por la independencia de su Patria, un filósofo que creó la gran Idea Juche y sobre todo, un hombre que dedicó su vida a servir a su pueblo y dejar enseñanzas a los queen todos los confines del mundo luchan por la independencia. Sobre el Presidente KIM IL SUNG se han escrito muchos libros y se pueden escribir bastantes más; en este corto artículo, solo quiero hacer resaltar algunos rasgos de su personalidad, que pude apreciar en las ocasiones en que me hizo el honor de recibirme y hablar conmigo. En primer término quiero hablar de su HUMILDAD. Cualquiera puede creer que un hombre de esta categoría y de sus conocimientos, se debe sentir por encima de sus semejantes. Nada más lejos de lo que era el Gran Líder. Era la misma persona cuando conversaba con los grandes personajes internacionales y jefes de Estado que lo visitaban, como cuando lo hacía con un simple profesor universitario como era yo,un obrero o un campesino.

    Su actitud y conversación hacia los demás, era sencilla a pesar de la profundidad que tenían sus palabras; hacía que uno se sintiera con confianza para compartir con él.Recuerdo mi primera entrevista. Cuando me dijeron que el Gran Líder iba a recibirme, yo me sentí sobrecogido y pensé muchas horas cómo tendría que comportarme y qué palabras usaría para dirigirme a él. En ese estado de ánimo llegué hasta una casa en una colina cerca de Pyongyang. Esperaba que habría un gran salón y KIM IL SUNG estaría sentado en una especie de trono, como los antiguos reyes.

    Cual no sería mi sorpresa, cuando al bajar del auto me tropiezo de buenas a primeras con el Gran Líder,que allí mismo me esperaba, con su amable sonrisa y me extendió la mano y me dio su cariñoso saludo,invitándome a acompañarlo dentro de la casa.A partir de aquel momento me hizo sentir su amistad, me dio una confianza enorme. En la conversación que tuvimos habló de muchos temas y quiso conocer mis ideas; como el tiempo pasaba y la entrevista que yo creí que sería breve dadas sus muchas responsabilidades, se prolongó, me invitó a que me sentara a su mesa, donde seguimos conversando.

  2. Así de humilde era el Gran Líder KIM IL SUNG, repito, uno de los grandes hombres que ha dado la humanidad.Otra de las características que quisiera resaltar de este Gran Líder, no sólo de Corea, sino de los hombres que luchan por su independencia en todos los continentes, es su SABIDURIA.Se podría pensar que por su carrera militar y política sólo tenía conocimientos sobre estos temas, en los que era un maestro o sobre temas filosóficos ya que era el creador de la gran Idea Juche: sin embargo, el Presidente KIM IL SUNG era un verdadero sabio.

    Las varias veces que pude conversar con él, los muchos discursos que le escuché pronunciar, la gran cantidad de libros que he podido leer y que escribió a lo largo de su vida, me confirman que era un hombre de una inteligencia superior, que tenía conocimientos amplios y profundos sobre cualquier tema, ya fuera político, filosófico, científico o de cualquier índole y que podía opinar con propiedad sobre todos ellos.

    Y lo mejor, es que lo hacía sin vanagloriarse, sin presumir, más bien como un maestro cariñoso que quiere trasmitir sus conocimientos a los demás.Ya que lo he mencionado, también quiero decir que otro de los rasgos sobresalientes de su personalidad era la de ser un MAESTRO.

    De las conversaciones que tuve con el Gran Líder aprendí muchas cosas, me señaló importantes caminos para mi quehacer en la vida. Todo esto lo lograba a través de palabras sencillas, de ejemplos que había vivido, sin tratar de imponer nunca sus ideas, que es como deben enseñar los buenos maestros.

    Así como yo tuve el honor y el privilegio de beneficiarme con sus enseñanzas, así todo su pueblo, que lo quería no sólo por ser el Gran Héroe de su Patria, sino el maestro que con sus palabras les enseñaba a asimilar y vivir dentro de las enseñanzas de la gran Idea Juche y poder crear la nueva sociedad con las reglas del socialismo estilo jucheano, que él les enseñaba con sus palabras y sus ejemplos todos los días.

    El Presidente KIM IL SUNG era JOVIAL Y AMISTOSO. A pesar del alto cargo que ocupaba, del merecido respeto de personalidades de todo el mundo, el Gran Líder estaba lejos de ser una persona estirada. En su conversación mezclaba anécdotas simpáticas de sus experiencias en la vida y hasta contaba un chiste.

    Recuerdo que en una de esas entrevistas me preguntó si para llegar a Corea había pasado por Moscú; le contesté afirmativamente y entonces él me dijo:

    -¿Y cómo estaba el clima?, porque dicen que en Moscú sólo hay dos estaciones, el invierno y el mal tiempo.

    En otra ocasión, en la que yo alabé el cuidado de los jardines del sitio en que vivía, me dijo, en lo que tomé como una muestra de confianza, que a él le gustaba mucho la naturaleza y que quería que toda Corea fuera un verdadero jardín, que por eso se sembraban tantas flores y tantos árboles; agregó que uno de sus placeres era pasearse por esos jardines en compañía de su nieta, recordándome que él también era un ser humano, también era un abuelo, que también tenía una vida privada que compartía con los suyos.

    Este gran hombre era FIRME EN SUS POSICIONES. La primera vez que le escuché un discurso, fue en el año 1969, cuando asistí a un Congreso de Periodistas Antimperialistas en Pyongyang, en mi primer viaje a Corea.

    El Gran Líder fue muy claro en manifestar sus posiciones antimperialistas, en señalar a los imperialistas como los grandes enemigos de los pueblos y condenar con firmeza sus políticas, sin cálculos de ninguna naturaleza. A KIM IL SUNG no le temblaba el pulso para señalar a los enemigos de la independencia de los pueblos con nombres y apellidos, con dureza.

    Pero a la vez era PROFUNDAMENTE HUMANO. Se le salían las lágrimas cuando hablaba de las muchas dificultades pasadas por su pueblo durante la dominación japonesa, de los enormes sacrificios en la guerra por la liberación de la Patria, de las atrocidades cometidas por el imperialismo en la Guerra de Corea, de los trabajos para levantarse y construir la nueva sociedad.En una ocasión en que hablé con él, me contó que una vez había hecho un viaje a Europa y que se había entristecido al ver las maravillas que tenían esos pueblos y que los coreanos no habían logrado todavía y que entonces había jurado no volver a esos países, hasta que los coreanos tuvieran lo mismo, gozaran de esos privilegios de la cultura y la ciencia.

    -¡Y ya casi lo hemos logrado! – terminó diciendo.

    Podría citar muchos ejemplos de cómo un Jefe de Estado, un Gran Hombre, una persona con tantas responsabilidades, se preocupaba de pequeños detalles que nos afectaban a nosotros, que no teníamos gran importancia y que visitábamos Corea para aprender y admirar lo que había hecho ese pueblo maravilloso bajo la dirección de su Gran Líder.

    En una ocasión el Presidente nos preguntó por la comida que nos daban en la residencia donde estábamos, pues él había dado instrucciones que nos sirvieran carne y otros artículos alimenticios propios de nuestro país.Igual ocurrió cuando llegué a Corea después de sufrir un accidente en el camino que me dejó un pie en malas condiciones. Por instrucciones del Gran Líder, desde el día de mi llegada, tuve un médico y varios auxiliares atendiéndome todos los días en mi hotel.

    Ya al final de la visita a Corea, tuve la oportunidad de entrevistarme con el Gran Líder, preguntó por mi salud y manifestó que todavía no caminaba bien y que no quería que abandonara el país hasta que no lo hiciera satisfactoriamente.En los libros de historia pude leer de las grandes hazañas realizadas en la época de la lucha antijaponesa,de su liderazgo para fundar el Ejército Popular de Corea de los triunfos logrados gracias a sus conocimientos militares, de las leyes justas y necesarias para fundar la R.P.D. de Corea, de todo lo que ese gran hombre hizo durante su prolíifica vida.

    Como dije al principio, podría continuar hablando de la personalidad del Presidente KIM IL SUNG y llenar libros sobre el tema.Por ahora dejaré aquí este artículo que quiero que sea expresión de mi admiración y cariño por ese Gran Hombre, que me hizo sentir que fue mi amigo, lo que constituye el más grande orgullo, honor y satisfacción que he tenido en mi vida.

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