Nota de apoyo de la Liga Internacional de Lucha de los Pueblos, de Filipinas

Saludamos y apoyamos a la RPDC y al pueblo coreano por su firmeza contra las sanciones, provocaciones y amenazas nucleares de EEUU

Nosotros, la Liga Internacional de Lucha de los Pueblos (LILP), admiramos y saludamos al Partido del Trabajo de Corea, a la República Popular Democrática de Corea (RPDC) y al pueblo coreano por defender su soberanía nacional, continuar de forma autosuficiente el desarrollo socialista y fortaleciendo su capacidad de disuasión nuclear y autodefensa. El imperialismo estadounidense expone burdamente su carácter agresivo y la inutilidad de sus intentos de intimidar al pueblo de Corea y al mundo con amenazas de guerra nuclear, con maniobras de guerra provocadoras, sanciones ilegítimas y una campaña de desinformación maligna y directa contra la RPDC.

Desde el pasado 21 de agosto hasta el 31 de agosto de 2017, el Comando de Fuerzas Combinadas del Ejército de EEUU y el Ejército surcoreano llevaron a cabo su “Ejercicio Ulji Freedom Guardian” de carácter anual con aproximadamente 17.500 soldados estadounidenses participando junto a personal de todas las ramas del Ejército surcoreano y otros 7 aliados de EEUU, incluyendo soldados de Australia, Canadá, Colombia, Dinamarca, Nueva Zelanda, los Países Bajos y el Reino Unido. Este es el segundo de ya dos juegos de guerra anuales dirigidos por los EEUU y sus títeres del Sur de Corea designados para simular un ataque nuclear “preventivo” contra la RPDC así como una invasión y el descabezamiento de su dirección nacional.

Justamente la semana pasada, cazas y bombarderos del Ejército de EEUU llevaron a cabo operaciones militares en un campo de entrenamiento al este de Seúl. En esos aviones de combate había incluidos algunos bombarderos B-1B, capaces de realizar descargas nucleares. La RPDC ha pedido repetidamente a los EEUU que pongan fin a estos ejercicios militares de carácter despiadado y provocador en sus mismas puertas como intercambio por una moratoria en las pruebas balísticas de la RPDC pero los EEUU siempre lo han rechazado tajantemente. Pese a que las actitudes belicistas de EEUU desde que Trump alcanzó la presidencia se han calentado hasta el punto de que declarase que iba a desatar “una furia y fuego tales que el mundo nunca había visto antes” si la RPDC ponía en peligro a los EEUU. Su Secretario de Defensa, James “Mad Dog (Perro Loco)” Mattis, se hizo eco de sus declaraciones recientemente y afirmó: “Cualquier amenaza a los EEUU o a sus territorios, incluyendo Guam, o a nuestros aliados, será respondida con una respuesta militar masiva, una respuesta tan efectiva como abrumadora”. El Ministro de Defensa del régimen títere surcoreano apoyó las declaraciones llamando a un mayor desarrollo de las armas nucleares tácticas de EEUU en la Península Coreana.

Los medios occidentales están presentando este chisme estridente como una respuesta justificable a las recientes pruebas balísticas y nucleares. La RPDC ha hecho avances significativos en el desarrollo de su programa armamentístico este año, probando exitosamente un misil balístico intercontinental (ICBM) que puede alcanzar potencialmente las bases de EEUU en Guam o Alaska; una bomba de hidrógeno con una potencia estimada de al menos 100 kilotones que puede ser cargada en un ICBM; misiles de combustibles sólidos que reducen los tiempos de lanzamiento de horas a minutos; y baterías de misiles fortificadas que pueden ocultarse en bosques, bajo acantilados o abismos, debajo de los puentes, o ser posicionadas en otros lugares de lanzamiento que no son fácilmente localizables para los satélites enemigos.

El desarrollo del programa de armas nucleares de la RPDC es parte de su estrategia de disuasión y autodefensa contra la vieja política hostil de los EEUU contra la RPDC. Las bombas de EEUU asesinaron al 20% de la población y destruyó más ciudades en Corea del Norte entre 1950 y 1953 que en Japón y Alemania juntas durante la Segunda Guerra Mundial. Sin este desarrollo de las armas nucleares y los sistemas de lanzamiento de misiles, la RPDC se habría convertido en un objetivo fácil y directo para una agresión de alta intensidad como ha ocurrido en Irak, Libia o Siria.

El imperialismo de EEUU y sus títeres surcoreanos nunca han querido firmar un tratado de paz contra la RPDC desde el armisticio de 1953. Los EEUU nunca han reconocido diplomáticamente a la RPDC y han amenazado con su aniquilación desde su fundación en 1948. Han colocado a decenas de miles de tropas estadounidenses, sistemas de misiles, armas nucleares y otras armas de destrucción masiva en 15 bases en todo el Sur de Corea como amenaza constante a la existencia de la RPDC. Y aún con todo, los EEUU nunca han resuelto el problema de las ofensas a China y Rusia de desatar una guerra nuclear total contra la RPDC.

Pero los EEUU persisten en su esquema de presionar a China y Rusia para que se unan a EEUU y sus aliados en cortar todas las relaciones económicas con la RPDC. Trump está amenazando con cortar el comercio de EEUU con cualquier país que tenga cualquier tipo de actividad económica con Corea del Norte en vistas a provocar un colapso del país. Los EEUU amenazan con más sanciones, que serán acompañadas de un incremento de su presencia militar en la Península Coreana y con el desarrollo del THAAD en preparación de una guerra inminente, una invasión rápida y una estrategia de descabezar instantáneamente a la dirección nacional de la RPDC.

La LILP condena en los términos más fuertes el largo y continuo y record de la agresión imperialista de los EEUU, su bloqueo económico, sus provocaciones belicistas y el chantaje nuclear dirigido contra la RPDC. Mantenemos que el imperialismo de EEUU y sus títeres surcoreanos son responsables de la creación de una situación extremadamente volátil en la Península Coreana actualmente. Llamamos al pueblo coreano del norte y el sur a unirse y trabajar por la reunificación pacífica y la derrota de los esquemas decisivos del imperialismo de EEUU.

La LILP se posiciona firmemente en solidaridad y apoya vigorosamente al Partido del Trabajo de Corea y al pueblo coreano en su firmeza y defensa de su soberanía nacional, en desarrollo de su economía socialista autosuficiente, en la construcción de su capacidad de autodefensa, en la búsqueda de la reunificación pacífica del Norte y el Sur de Corea, por el reemplazo del acuerdo de armisticio por un tratado de paz y en busca de las condiciones globales para una mayor libertad, por la cooperación, la paz y el desarrollo contra el imperialismo de EEUU y toda la reacción.

La LILP llama a todos sus comités regionales, capítulos nacionales y organizaciones miembro a nivel global a llevar a cabo una campaña de información y protestas de masas en vistas a exponer, condenar y mostrar oposición a la persistente, hostil y agresiva política de los EEUU contra la RPDC y el pueblo coreano, al ya longevo y vigente bloqueo económico y demás sanciones, al incremento de la presencia militar que ha incluido armas nucleares y otras armas de destrucción masiva y ejercicios militares del imperialismo estadounidense, sus aliados imperialistas y los títeres surcoreanos en la Península Coreana, en las vecindades y en otras áreas más lejanas en la región de Asia-Pacífico.

Por José María Sison, Presidente del Comité Coordinador Internacional de la LILP

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