Declaración del MINREX sobre las conversaciones de alto nivel RPDC-EE.UU
El vocero de MINREX de la República Popular Democrática de Corea hizo pública el día 7 una declaración siguiente:
Después de efectuados el primer encuentro y conversaciones Cumbre RPDC-EE.UU. la esperanza y atención de la sociedad internacional se concentraron en las conversaciones de alto nivel entre los dos países para implementar la Declaración Conjunta, aprobada en ese evento histórico.
Tuvimos una esperanza de que la parte norteamericana viniera con un proyecto constructivo útil para la creación de la confianza conforme al espíritu del encuentro y conversaciones Cumbre RPDC-EE.UU. y abrigamos un intento de regalar algo correspondiente al respecto.
Pero, fueron lástimas la actitud y la posición de la parte norteamericana mostradas en las primeras conversaciones de alto nivel RPDC-EE.UU., efectuadas los días 6 y 7.
A partir de la invariable voluntad de ejecutar con sinceridad el espíritu de la Cumbre y los artículos acordados, nuestra parte propuso las medidas constructivas para implementar de manera equitativa todos los artículos de la Declaración Conjunta.
Con el objeto de realizar el intercambio multilateral por la mejora de las relaciones RPDC-EE.UU. y establecer el sistema de paz en la Península Coreana propusimos discutir antes que todo el problema de tomar de manera simultánea las amplias medidas de acción incluyendo el asunto de publicar la declaración de poner fin a guerra con motivo del 65º aniversario de la firma del Acuerdo de Armisticio de Corea, el de dar de baja al campo de prueba del motor de gran potencia para confirmar físicamente el cese de la producción de ICBM como un eslabón de las medidas para la desnuclearización y el de iniciar cuanto antes las negaciones del trabajo para el descubrimiento de los restos mortales de las tropas norteamericanas.
Antes del inicio de las conversaciones, por el encargo, el delegado-jefe de la parte coreana, Kim Yong Chol, vicepresidente del Comité Central del Partido del Trabajo de Corea, entregó con cortesía al delegado-jefe de la parte estadounidense, Mike Pompeo, secretario de Estado, el mensaje personal del Kim Jong Un, Presidente del Comité de Estado de la RPDC, enviado al Presidente Trump.
El Máximo Dirigente de la RPDC expresó la esperanza y convicción de que las excelentes relaciones de amistad con el Presidente Trump establecidas mediante el encuentro y conversaciones Cumbre en Singapur y la confianza en el presidente norteamericano se consolidarán más a través de la presente conversación de alto nivel y otros diálogos futuros.
Pero, la parte norteamericana insistió en la unilateral y gangsteril demanda para la desnuclearización hablando de CVID (desnuclearización completa, verificable e irreversible), la información y verificación a contrapelo del espíritu del encuentro y conversaciones Cumbre en Singapur.
No hizo ninguna referencia al problema del establecimiento del sistema de paz en la Península Coreana, punto principal para prevenir el empeoramiento de la situación y la guerra, sino tomó la posición de retardar mucho hasta el problema de declaración del fin de guerra ya acordado bajo tales y cuales condiciones y pretextos.
El problema de publicar lo más pronto posible la declaración del fin de guerra deviene el primer proceso para aliviar la tensión y establecer el sistema de la paz duradera en la Península Coreana y, al mismo tiempo, el elemento primordial para crear la confianza entre la RPDC y EE.UU., y la tarea histórica para acabar con el estado beligerante de la Península Coreana que perdura casi 70 años. También, es el problema aclarado en la Declaración Norte-Sur de Corea de Phanmunjom y el asunto a que el Presidente Trump mostraba más su entusiasmo en la Cumbre.
Los puntos en que la parte norteamericana insistió obstinadamente en las conversaciones son el ser canceroso con que las anteriores administraciones estadounidenses llevaron al fracaso el proceso del diálogo y amplificó sólo la desconfianza y el peligro de guerra.
En la presente conversación la parte norteamericana anunció como una gran concesión la suspensión temporal de unos ejercicios conjuntos militares. Pero, la interrupción temporal de una maniobra como el ejercicio en el estado en que mantienen intactos todas las tropas en sus posiciones originales sin eliminar ni un fusil no pasa de ser una medida reversible que se puede reanudar en cualquier momento y no puede comparar jamás con las medidas irreversibles de la RPDC que destruyó totalmente el campo de prueba nuclear.
Francamente dicho, causa una gran preocupación el resultado del diálogo.
Resultó muy absurda nuestra esperanza de que la parte norteamericana viniera con los proyectos constructivos de acuerdo con el espíritu del encuentro y conversaciones Cumbre RPDC-EE.UU.
El método caduco no puede crear lo nuevo y la repetición del proyecto fracasado traerá otro fracaso.
En la Cumbre RPDC-EE.UU. de Singapur, primer evento en la historia de relaciones entre dos países fue logrado en un corto tiempo el precioso acuerdo, lo cual se debe a la proposición del Presidente Trump de resolver con el nuevo método las relaciones entre RPDC-EE.UU. y el problema de desnuclearización de la Península Coreana.
Si ambas partes vuelvan al viejo modo abandonando en nivel de expertos el nuevo método acordado en la Cumbre, perderá su significado el secular encuentro Cumbre en Singapur, preparado gracias a la decisión y voluntad de los Máximos Dirigentes de ambos países de abrir el nuevo futuro por los intereses de los pueblos de ambos países y la paz y la seguridad del mundo.
A través de la presente conversación de alto nivel RPDC-EE.UU. se creó la fase peligrosa en que puede cambiarse nuestra firme voluntad de desnuclearización en vez de consolidarse más la confianza entre los dos países.
Durante varios meses pasados hemos observado con máxima paciencia a EE.UU. mientras que tomamos por anticipado las posibles medidas de buena fe.
Pero, se parece que el país norteamericano equivocó nuestra sinceridad y paciencia.
EE.UU. piensa tan erróneamente como que la RPDC aceptaría con paciencia hasta las demandas que reflejan su psicología gangsteril.
El atajo más corto por la desnuclearización de la Península Coreana es eliminar la desconfianza arraigada y crear la confianza entre la RPDC y EE.UU. y, para este fin, solucionar los problemas con el modo completamente nuevo, ilimitado por la concepción preexistente, liberándose audazmente del método pasado que registró sólo los fracasos, y resolver uno por uno los problemas que pueden lograr de manera escalonada en el principio de acción simultanea anteponiendo la creación de confianza.
Si la parte norteamericana, cautivada por la impaciencia, trata de obligarnos el modo viejo de las anteriores administraciones, nunca dará ninguna ayuda a la solución del asunto.
Si no se crea el ambiente objetivo conveniente a la realización de la desnuclearización en contra de nuestra voluntad, puede caerse en caos la corriente del desarrollo de relaciones bilaterales, iniciada positivamente.
El viento contrario que ojalá pudiera soplar dará una gran desesperación no sólo a la RPDC y EE.UU., sino también a la sociedad internacional que desea la paz y la seguridad del mundo. Entonces, ambas partes se verán obligados a buscar, sin duda, otras opciones que producirían un resultado trágico.
Todavía, tenemos invariablemente la confianza en el Presidente Trump.
EE.UU. tendrá que meditar seriamente que el permiso a ese viento en contra de la voluntad de los Máximos Dirigentes de ambos países sería conveniente a la aspiración y esperanza de los pueblos del mundo y a los intereses de su país.
KCNA