Kim Yo Jong condena el acto hostil tolerado por las autoridades surcoreanas

El 31 de mayo pasado, los desperdicios biológicos llamados «fugitivos del norte» acudieron a la zona del frente y lanzaron panfletos de contenido anti-RPDC. Con respecto a esta locura, la primera subjefa de departamento del Comité Central del Partido del Trabajo de Corea, Kim Yo Jong, publicó una declaración que advierte sobre la gravedad del incidente.

El texto completo de la declaración «No se busquen las desgracias» publicada el 4 de junio va como sigue:

He leído el reporte sobre la canallada de los llamados «fugitivos del norte» que acudieron a la zona del frente y lanzaron hacia el territorio de nuestra parte cientos de miles de volantes de contenido anti-RPDC.

El problema es que esos desperdicios biológicos se atrevieron a ofender la dignidad de nuestra Dirección Suprema usando el «problema nuclear».

No sé si el mundo conoce qué clase de gente son esos idiotas.

Resulta realmente ridículo.

Esos estúpidos analfabetos tuvieron la osadía de discutir el «problema nuclear» sin la menor noción. Se diría para este caso que en una escuela aprende el alfabeto hasta un perro.

Las escorias humanas, que traicionaron a la patria, idearon tal estupidez para fingirse hombres normales. Hay que llamarlas como perros vulgares que suelen ladrar inoportunamente.

Ya es el momento de responsabilizar al dueño de esos perros callejeros que se dedican a hacer maldades.

Quisiera preguntar a las autoridades surcoreanas si están preparadas para costear la canallada de esas basuras que calumniaron sin vacilación alguna a la RPDC cuestionando el «problema nuclear» en los tiempos más inoportunos y de la manera más sucia.

Desde el principio, detesto más al tipejo que hace vista gorda de una maldad o la fomenta.

Las autoridades surcoreanas no podrían decir que desconocen los artículos de la Declaración de Phanmunjom y el Acuerdo Militar que estipularon prohibir todas las formas de acciones hostiles, inclusive el lanzamiento de octavillas, en los alrededores de la Línea de Demarcación Militar.

Habría que ser prudentes en cierto grado aunque es muy larga la raíz de relaciones hostiles entre el Norte y el Sur de Corea y están colmadas de la enemistad con la parte connacional.

Es muy difícil comprender que se tolere en un tiempo como el de ahora ese acto hostil tan sucio y vulgar en la casa de aquéllas.

Cuando faltan unos días para el aniversario 20 de la primera cumbre íntercoreana del 15 de Junio, se cometen en nuestras narices las acciones malignas de ese tipo. En el caso de que éstas se permitan bajo el pretexto de la «libertad personal» y la de «expresión», las autoridades surcoreanas tendrían que prever hasta la peor coyuntura en un futuro no lejano.

Si ellas tienen la voluntad de apreciar de veras los acuerdos Norte-Sur e implementarlos cabalmente, es debido que limpien las basuras de su casa antes de que nos pidan absurdamente la «respuesta equivalente».

En vez de enumerar excusas pobres, tendrían que instituir primero una ley que impida la payasada de las basuras humanas y prepararse bien para que no sucedan desde el principio tales cosas bochornosas.

A decir en claro, las autoridades surcoreanas tendrán que pagarlo muy caro si no toman ninguna medida pertinente limitándose a enumerar excusas como antes.

Si no lo hacen, tendrían que estar dispuestas a las consecuencias como el desalojamiento total de la Zona Industrial de Kaesong que se quedó inservible después de la cancelación de turismo al monte Kumgang o el cierre de la molestosa Oficina Conjunta de Enlace Norte-Sur o la quiebra del nominal Acuerdo Militar Norte-Sur.

La buena fe no se paga con hostilidad y son incompatibles la reconciliación y el enfrentamiento.

Supongo que habrán visto ya no pocas veces este mundo donde la esperanza se convierte en la desesperación y se esfuman las aspiraciones. Si las autoridades surcoreanas no quieren la llegada de la peor coyuntura, tendrán que hacer bien lo que les toca hacer.

ACNC

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