Kim Kum Suk, una obrera agradecida y volcada con los veteranos de guerra

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El 24 de julio pasado, entre los pobladores del municipio Rangnang de Pyongyang que felicitaban a los participantes de la VI Conferencia Nacional de Veteranos de Guerra, había una mujer llamada Kim Kum Suk, obrera de la tienda de venta directa del municipio Rangnang de la ciudad de Pyongyang, a quien llaman con cariño “nuestra hija” los veteranos de guerra.

“Por supuesto que por parte del Estado se ofrece incesantemente el beneficio social a los veteranos de guerra. Pero al conmoverme por el mundo espiritual de ellos que dedicaron sin vacilación su juventud en aras de la patria y las generaciones venideras, quise dedicarles algo útil. Pensé que esto era el deber de nuestra generación ante la los vencedores en la guerra”

Así comenzó a ayudar a los veteranos de guerra visitando sus casas en los días de cumpleaños y días festivos.

A veces los visitó en los días ordinarios y los cuidó como si fuera su propia hija y les acrecentó la alegría y la risa.

Phyo Song Gon (86 años de edad) de la unidad de vecinos No. 92 del barrio Sungri No.3 expresó: “Es una mujer poco común. Tendrá muchos quehaceres para manejar la economía doméstica como ama de casa de una familia con su marido e hijos, pero dedica todo lo suyo para nosotros. Estoy muy conmovido por su sinceridad.”

La veterana de guerra Kim Song Gu del mismo barrio dijo: “Me lamento por no poder contribuir al país debido a mi avanzada edad y falta del vigor. Pero los vecinos nos atienden con esmero a nosotros, los veteranos de guerra ordinarios. Es el mejor este régimen socialista donde vivimos.”

En la RPDC hay innumerables personas virtuosas como Kim Kum Suk y su proceder deviene una corriente social, una ética.

Naenara

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