Célebre monte Paek-un
Siendo cumbre principal de la cordillera homónima, se alza en la comuna Ponghung del distrito Yonggwang de la provincia Hamgyong del Sur.
Su nombre se derivó del hecho de que su cumbre siempre se cubre de las nubes blancas.
El Paek-un estaba muy conocido por lo pintoresco de sus paisajes tales como los picos puntiagudos formados por las acciones de la lluvia y el viento durante largo tiempo, valles profundos, rocas raras y distintas cascadas en los valles por donde corren aguas cristalinas.
Entre ellos se distingue el pico Jagae, cumbre del monte, cuyo nombre se derivó de su forma parecida a un par de pilares separados. Contemplar desde allí el sol que sale del horizonte del Mar Este de Corea es muy espectacular.
Desde este pico se ven el despeñadero de rocas estratiformes, el bosque denso del Paek-un y las aguas del Mar Este de Corea.
En el verano las cascadas de este monte ofrecen paisajes tan magníficos que recuerdan las disímiles cataratas del valle Manphok del monte Myohyang. Acentúan su paisaje rocas y despeñaderos raros, bosque denso, árboles florales y animales silvestres.
La cascada Sanju que le hace a uno sumergirse en una sensación de escuchar la sinfonía de la naturaleza, emite distintos sonidos y sus aguas limpias que caen a 30 metros de altura esparciéndose como joyas de plata y oro ofrecen un espectáculo divino.
La catarata Manjang, cuando sus aguas caen deslizándose por la pared rocosa, da una sensación de ver la tela de seda blanca extendida, y cuando se estrellan en el fondo se esparcen cual innumerables perlas. Detrás de la cascada, se alzan a guisa de biombo los despeñaderos de rocas estratiformes como si la defendieran.
La temperatura de agua del monte Paek-un no varía en todas las estaciones, y existe un manantial cuya cantidad de agua no se disminuye aun en la temporada de sequía, y desde la antigüedad se llama Kumsu, en el sentido de que sólo con un trago cobra la fuerza y el ánimo, y vive una larga vida sin enfermarse.
También existen muchas rocas de forma extraña incluyendo la Toksuri (Águila) que, según una leyenda, un águila que se jactaba de haber visto todos los lugares renombrados del mundo, fue tan atraída por el excelente paisaje del monte Paek-un que se petrificó con las alas no dobladas y la Natkari que tiene la forma de la hacina de arroz.
Allí, todavía, quedan los vestigios históricos de valor de importancia nacional, tales como la fortaleza del monte Paek-un construida en el período de Coguryo, el templo Ryonghung y la ermita Pulji del período de Coryo, etc.
Hoy en día está bien acondicionado como el lugar de reposo del pueblo.
Naenara