La revolución se hace también para las niñas y niños
El futuro reflejado en las imágenes de los niños
Durante un largo período, desde que comenzó la historia de la humanidad hasta hoy día, el problema de las niñas y niños se ha considerado como un problema de suma importancia que no se puede descuidar ni un momento por decidir el futuro y la prosperidad o ruina y el apogeo o la decadencia del país y la nación.
En la reunión del Consejo de la Federación Democrática Internacional de Mujeres, que tuvo lugar en Noviembre de 1949 en Moscú de la antigua Unión Soviética, se decidió el 1º de junio como el Día Internacional de la Infancia para asegurar los derechos y mejorar las condiciones de vida de los niños y muchos países del mundo se han esforzado mucho por lograr ese objetivo.
Las medidas prácticas que varios países tomaron recientemente bajo la atención directa de los gobiernos para la solución del problema de los niños, animan y promueven en gran medida el anhelo de la humanidad que desea lograr la prosperidad mediante la creación de un futuro bello.
El pasado marzo, el Presidente de Rusia, mencionó en una reunión la importancia que implica el trabajo por ayudar a las familias con muchos niños y mujeres que solo mantienen al niño y a los huérfanos y enfatizó en el estricto aseguramiento de los derechos de los menores de edad y seguridad de las instituciones docentes.
El Primer Ministro de Camboya, pronunciando un discurso en ocasión del Día Internacional de los Niños y Día Internacional Contra el Trabajo Infantil, expuso la posición del gobierno de esforzarse activamente por el aseguramiento de los derechos de los niños y la estricta protección a los niños y a finales del año pasado el gobierno de Nepal publicó la guía sobre la implementación de la educación gratuita y obligatoria-2020 y emprendió oficialmente su ejecución, así como se obtienen avances positivos a escala internacional en la protección, mejoramiento de las condiciones de vida y el desarrollo del trabajo docente para los niños.
El carácter progresista de un Estado y la veracidad de la ideología que define al sistema social correspondiente manifiestan su verdadero valor a través de la imagen feliz de los niños que son el porvenir y futuro del país, y no por algunas palabras o letras.
Eso se debe a que en las claras y alegres imágenes de los niños se manifiestan la correcta política y la concepción sobre la futura generación del Estado que asegura los verdaderos derechos.
Justo es el sistema socialista de Corea en que todos los niños del país hacen florecer a plenitud sus sonrisas de felicidad y abren a sus anchas las alas de esperanza sin envidiar nada en el mundo es el verdadero país del pueblo y reino de los niños que dedican las inmensas fortunas y esfuerzos abnegados para la futura generación sin escatimar nada.
El estimado camarada Kim Jong Un, sembrando en el corazón del pueblo la filosofía de que el verdadero patriotismo debe basarse en la noble concepción sobre la futura generación y que ese es un amor verdadero que entrega todo lo suyo por la futura generación, está convirtiendo a Corea en el jardín socialista más bello desarrollado en la cultura y el arte en el cual se desbordan los sentimientos de amor familiar en todos los lugares.
Muy emocionados por las grandes abnegaciones del estimado camarada Kim Jong Un que bendijo antes que nadie a los niños del Orfanato de Pyongyang que celebraban el Día Internacional de la Infancia y participó personalmente en la ceremonia de inauguración del Campamento Internacional de Niños de Songdowon, compartiendo todo el día con los niños, todo el país se hizo voluntariamente casa natal de los niños y todo el pueblo se convirtió en padres verdaderos.
La verdadera mentalidad de las heroínas madres que se encargan y crían a decenas de huérfanos con el amor familiar, el hecho emocionante de que entre los niños que se ahogaban en el río se salvó primero al niño ajeno antes que a su hijo y los cuentos de muchos padres y madres que dedican los sinceros esfuerzos por los huérfanos del asilo infantil visitándolos todos los días durante decenas de años constituyen la imagen épica de amor a la generación venidera y el amor al futuro que el mundo no ha visto ni oído y que sólo se puede presenciar en la Corea socialista.
Las tierras fértiles ofrecen buena cosecha.
El sistema socialista de Corea en que el trabajo por la futura generación es considerado como un deber social y moral, y una costumbre nacional antes que ser considerado como requerimientos jurídicos e institucionales, es justo una coagulación de virtud y afección en la cual se ama apasionada y ardientemente a las niñas y a los niños que viven en ese regazo, los cuales crecerán más vigorosamente como protagonistas del futuro y trabajadores fidedignos del país.
Kim Jong Un y los niños
La revolución se hace también para los niños. Con este noble concepto sobre las nuevas generaciones el estimado camarada Kim Jong Un dedica todo su ser por el bienestar de los niños.
A mediados de julio de 101 de la era Juche (2012), él visitó el Jardín de Infancia de Kyongsang cumplimentando la promesa que había hecho en su anterior visita a esta institución dos meses atrás. Ya en el área de juego universal del segundo piso, se interesó por el juego de “médicos” y les pidió que lo chequearan, acariciando sus mejillas. En una clase, viendo a los niños pintando, sugirió la necesidad de enseñarles bien para que desde la pequeñez ellos tuvieran la capacidad de observar objetos y fenómenos.
Y se interesó minuciosamente por las mesas y sillas del comedor y por el suministro de alimentos subsidiarios, así como por la temperatura de agua en la piscina de diversión subterránea. Aquel día, asistió a la función artística de los niños y bendijo por su resplandeciente porvenir.
Innumerables son semejantes anécdotas sobre el amor a los niños del mandatario: aceptó la petición de los niños con quienes se encontró en una viaje de trabajo, de fotografiarse junto con ellos; envió un regalo a un bebé que vio solo una vez, teniendo siempre en la memoria el día de su primer cumpleaños; se dignó a ver una carta de los niños que acabaron de aprender la escritura y les dio la contestación con su autógrafo. La generosa imagen de Kim Jong Un está atesorada en los corazones de los niños.
Kim Jong Un dispensa infinito amor y solicitud a los niños sin escatimar nada.
En diciembre de 103 de la era Juche (2014), visitó la Fábrica Textil Kim Jong Suk de Pyongyang, ocasión en que se refirió a la necesidad de crear un nuevo proceso de producción de telas de mochila, añadiendo que el Partido se encargaría totalmente de resolver el problema de los uniformes, zapatos, mochilas y otros artículos para los escolares y niños. Examinó las mochilas escolares fabricadas por la empresa y dio instrucciones minuciosas relacionadas con la forma de las mochilas, las piezas y materiales necesarios para su producción, etc.
Más tarde, se construyó la Fábrica de Mochilas de Pyongyang bajo la atención del mandatario.
En su visita a dicha empresa, la primera realizada en el año 2017, Kim Jong Un dijo que sentía gran alegría al imaginar a los niños yendo a escuela con las mochilas elegantes, y enfatizó la necesidad de asegurar todas las necesidades a los niños.
Él dejó sus huellas también en la Fábrica de Alimentos para Niños de Pyongyang, el Hospital Pediátrico Okryu, así como en una ensenada situada en la costa del Mar Este donde se construiría una empresa pesquera destinada a suministrar pescado a los niños huérfanos.
Aunque estaba muy ocupado por dirigir una sesión plenaria del Comité Central del PTC, dio una instrucción con respecto al suministro de artículos escolares a todos los niños del país y después se interesó por su transporte.
Hoy también trabaja incasablemente para el bienestar de los niños, con la concepción de que ofrendar la vida en beneficio de las generaciones venideras es su mayor pretensión.