Con la noble obligación moral internacionalista

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En la vida entera del Presidente Kim Il Sung, quien dio gran aporte a lograr la causa de la independencia de la humanidad, está registrada la historia de su noble internacionalismo con que ofreció una ayuda desinteresada a la lucha de liberación nacional de los países africanos.

El Presidente envió apoyo y ayuda activos al pueblo argelino que había iniciado la lucha armada antiimperialista y anticolonial, por primera vez en el continente africano llamado “último refugio” de los colonialistas. Apoyó enérgicamente la línea de la lucha armada del Frente de Liberación Nacional de Argelia y brindó ayuda material para su triunfo. Ante todo hizo definir el Día y la Semana de Argelia para enviar la solidaridad a la lucha del pueblo argelino y, cuando se estableció el gobierno provisional gracias a su heroica lucha, encomendó que el gobierno de la República Popular Democrática de Corea fuera primero en reconocerlo y trabar las relaciones diplomáticas con él.

En mayo de 64 de la era Juche (1975) realizó la visita histórica a dicho país abriendo así una nueva era del fortalecimiento del Movimiento de los Países No Alineados y el desarrollo de las relaciones de amistad y cooperación con los países africanos, e intercambió el sentimiento de fraternidad con los líderes y el pueblo de ese país.

Entre fines de la década de 1960 y principios de la siguiente, hizo ofrecer una ayuda sincera a la lucha de liberación nacional del pueblo angoleño por liberarse del dominio colonial y contribuir a la formación de los combatientes de MPLA (Movimiento Popular de Liberación de Angola). Después de lograda su independencia hizo enviar al gobierno angolano gran cantidad de materiales de ayuda.

En septiembre de 1971 el presidente del FRELIMO y comandante supremo del Ejército de Liberación del Pueblo de Mozambique visitó la RPD de Corea, ocasión en que recibió la audiencia del mandatario anfitrión. Según las instrucciones del Presidente, él consolidó firmemente el interior de su organización, creó las bases guerrilleras secretas en la selva virgen y, apoyado en ellas, aniquiló a los enemigos tomando la iniciativa en los combates. En la tribuna del acto de declaración del histórico acontecimiento de haber logrado la completa independencia del país tras acabar con el dominio colonial que duró centenas de años, él expresó así: “Gracias al gran Héroe Kim Il Sung quien nos esclareció el camino a seguir, pudimos acoger la liberación liberándonos de la esclavitud luego de destruir la cadena que ataba los pies de nuestros antecedentes y de nosotros mismos. Propongo agradecer al compañero Kim Il Sung juntando hasta el alma de nuestros antecedentes.”

Posteriormente él propuso denominar con el nombre del mandatario coreano la calle más hermosa de la ciudad Maputo, la capital.

También el Presidente envió firme solidaridad, apoyo y ayuda desinteresada a la lucha de liberación nacional de los pueblos de Zimbabue, Uganda y Namibia.

De ahí que en África estaba en boga la siguiente frase: “Para hacer la revolución es preciso recibir la audiencia del compañero Kim Il Sung cueste lo que cueste.”

Naenara

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