Kim Jong Un anima a los trabajadores agrícolas a ser los primeros en traspasar el umbral de la sociedad comunista en su IX Congreso
Tuvo lugar los días 27 y 28 de enero en Pyongyang el IX Congreso de la Unión de Trabajadores Agrícolas de Corea.
El cónclave analizó e hizo balance global y profundo de las labores de la UTAC en el período de revisión general y discutió las tareas y remedios para poner en pleno juego su poderío como organización política masiva en implementar la resolución del histórico VIII Congreso del Partido del Trabajo de Corea y su nuevo programa de la construcción rural.
En la ocasión participaron los delegados elegidos en las organizaciones a todos los niveles de la UTAC y estuvieron presentes en calidad de observador los cuadros de los organismos partidistas y administrativos y de las fuerzas armadas.
Tomaron asientos de la tribuna el miembro del Buró Político y secretario del Comité Central del Partido del Trabajo de Corea, Ri Il Hwan, el jefe de departamento del CC del PTC, Ri Tu Song, los miembros ejecutivos del CC de la UTAC, los presidentes de los comités provinciales de la misma entidad, los directivos y los de base ejemplares de la UTAC y los cuadros de la rama vinculada.
La cita aprobó los siguientes puntos de la agenda:
1. Balance de las labores del Comité Central de la UTAC
2. Balance del trabajo de la Comisión Revisora Central de la UTAC
3. Sobre la enmienda de los Estatutos de la UTAC
4. Elección del órgano de dirección central de la UTAC
El secretario del CC del PTC, Ri Il Hwan, dio lectura al mensaje programático enviado por el estimado camarada Kim Jong Un, Secretario General del PTC y Presidente de Asuntos Estatales de la RPDC, a los participantes en el IX Congreso de la UTAC.
El texto completo del mensaje sigue:
«Que la Unión de Trabajadores Agrícolas de Corea sea la unidad vanguardia en la lucha por el desarrollo del campo socialista a nuestro estilo»
El IX Congreso de la Unión de Trabajadores Agrícolas de Corea se ha convocado en un momento en que en virtud de la orientación estratégica del IV Pleno del VIII Período del Comité Central del Partido del Trabajo de Corea ha entrado en una nueva coyuntura de ascenso la lucha por la prosperidad y desarrollo del Estado y el bienestar del pueblo y se abre una nueva y gran era del desarrollo del campo socialista a nuestro estilo.
El evento será un jalón importante para confirmar la posición y la misión de la Unión en el logro de la histórica causa de la revolución y el progreso del campo en esta nueva era y movilizar a todos sus miembros y otros agricultores del país a una nueva lucha por el progreso y la transformación del campo socialista.
Les extiendo mis más calurosas felicitaciones en nombre del Comité Central del Partido, convencido de que será una ocasión trascendental para reajustar y renovar sus trabajos en correspondencia con el propósito del Partido de lograr el desarrollo integral de la construcción socialista al impulsar enérgicamente el desarrollo vertiginoso del campo socialista y con el redoblado ánimo y entusiasmo de todos sus integrantes y demás agricultores del país.
Asimismo, envío mis saludos cordiales y militantes a estos últimos que han iniciado las faenas agrícolas del año con la resuelta determinación de alcanzar infaliblemente la meta de la construcción del campo socialista trazada por el Partido.
Nuestros agricultores son trabajadores fieles y patrióticos que han defendido firmemente la trinchera en el campo y han seguido al Partido y la revolución con la producción agrícola, compartiendo en todo momento la misma idea con el Partido y el mismo destino con el socialismo.
Frente a las pruebas sin precedentes para el Partido y el pueblo y en su victorioso trayecto en que se ha abierto una nueva época de prosperidad del poderío estatal, han alcanzado el éxito resonante de incrementar casi cada año la producción agrícola al asimilar como suyas la preocupación del Partido y las dificultades del país y trabajar con toda entrega en el sector principal de la edificación socialista.
En medio de circunstancias adversas del año pasado en que todo escaseaba como nunca antes debido a la prolongada profilaxis de emergencia y persistían las anormalidades climáticas causantes de las calamidades, volvieron a comprobar en la práctica la justeza de la política agrícola del Partido al laborar con perseverancia, convencidos de que cumpliendo lo que se propone el Partido es del todo posible acrecentar la producción agrícola, e infundieron un gran ánimo y estímulo a todo el pueblo movilizado para materializar las resoluciones del VIII Congreso del Partido.
A través de las cartas que los integrantes de la 12ª brigada de la Granja Cooperativa de Tonam del distrito de Yonan y de la Granja Cooperativa de Sangjung del distrito de Yonggwang me enviaron junto con el arroz cargado de amor como donación patriótica tras sobrecumplir su plan de producción cerealera, pude leer el alma precioso y el noble mundo espiritual de todos los miembros de la Unión y otros agricultores del país, deseosos de alentar al Partido y aportar su grano de arena al país aunque ellos mismos atravesaban una gran dificultad, y reafirmé la decisión de trabajar más por un pueblo tan excelente que en cualquier instante deposita su confianza absoluta en el Partido, se le acerca y lo sigue.
Es una firme voluntad del Partido procurarles a nuestros agricultores, que han sufrido como nadie en la ardua lucha por la defensa y el avance de nuestro socialismo, el pleno disfrute de una vida dichosa en el ideal sistema socialista, rico y civilizado.
El IV Pleno del VIII Período del Comité Central del Partido analizó y evaluó con seriedad la urgencia y la trascendencia de la solución del problema rural en el desarrollo integral de la construcción socialista y lanzó la ambiciosa meta y tarea dirigidas a transformar radicalmente nuestro campo a la altura de la era del Partido del Trabajo.
Esa meta refleja la intención del Partido de formar a los agricultores como revolucionarios de la nueva época y convertir el campo de todo el país en un envidiable paraíso terrenal, de modo que ellos, que siguiéndole han superado las duras pruebas y se dedicaron por entero al fortalecimiento de la patria socialista, sean los primeros en traspasar el umbral de la sociedad comunista.
El Partido concede una gran importancia al papel de la Unión en la realización del programa de la construcción del campo socialista.
La revolución y el progreso rurales en la era actual es una obra inmensa como ninguna otra en la historia de la construcción socialista del país, tanto por la dimensión y profundidad de su transformación como por la envergadura de sus tareas. Por tanto, exige que millones de los agricultores del país, incluidos los miembros de la Unión, se alcen como un solo cuerpo con una disposición, entusiasmo y fervor inusitados.
A la Unión le corresponde situarse en estos momentos históricos al frente de la lucha para lograr la meta de la construcción del campo socialista trazada por el Partido y cumplir con el sentido de responsabilidad su misión y papel como avanzada y vanguardia de la revolución rural que transforma el campo de todo el país según las exigencias de la idea Juche.
Le atañe concentrar sus trabajos en preparar a todos sus miembros como revolucionarios y agricultores patrióticos de la nueva era que se han pertrechado firmemente con la idea revolucionaria del Partido y materializan antes que nadie su proyecto de la construcción rural, enarbolando la consigna «¡Hacia una nueva victoria de la construcción del campo socialista!».
Debe asumir e impulsar como tarea central convertir a sus integrantes en encargados y protagonistas de la revolución rural, creadores y beneficiarios de la civilización moderna, en apoyo al propósito del Partido de transformar el campo de todo el país según la idea Juche.
La revolución rural es precisamente la revolución ideológica, la tecnológica y la cultural en el campo. El progreso y la transformación del campo requieren ante todo de la metamorfosis revolucionaria y civilizada de los agricultores en su nivel ideológico, espiritual, cultural y tecnológico y de su preparación para el desempeño intachable de su papel como grueso en el desarrollo del campo socialista en la época actual.
Lo fundamental en formarlos como encargados y protagonistas de la revolución rural es transformarlos ideológicamente y elevar su conciencia política.
A las organizaciones de la Unión les toca poner el mayor empeño en concienciarlos y forjarlos en lo político al intensificar constantemente la tarea de armarlos con la idea y la política del Partido. En particular, les divulgarán ampliamente los objetivos y las tareas del programa de la construcción del campo socialista presentadas en el referido pleno del Partido, de manera que, conscientes de su posición y deber, se levanten como una sola persona para materializarlos. Les difundirán la idea y la política del Partido con perseverancia, cuando se dirijan a las parcelas, regresen de ellas, mientras trabajen o tomen un descanso, o sea, sin restringirse al tiempo o el lugar, hasta que las sepan al dedillo. Los educarán y conducirán para que sientan gratitud hacia el Partido y el régimen socialista que les han deparado una era de la metamorfosis rural y con su práctica defiendan al Partido y la revolución y enaltezcan al socialismo.
Les corresponde intensificar de continuo entre sus miembros la educación en los cinco puntos, conforme a la demanda de la actualidad en que se suceden las generaciones en el campo socialista y se operan grandes cambios en su conciencia y ambiente social. Han de educarlos de forma original y sustancial, para que cada una de las labores educativas sea el nutriente en la transformación del ser humano y el tonificante en la materialización de la política del Partido. Es de particular importancia enfocarse y seguir profundizando en la educación con las tradiciones revolucionarias y la fidelidad, para así formarlos a todos como personas ilimitadamente fieles que atesoran y perpetúan en las almas la grandeza y las hazañas del Partido y los líderes, aunque pasen los años y se sucedan las generaciones, y que correspondan a su amor y confianza generación tras generación. Todos los medios educativos como el estudio, la conferencia, la explicación y la conversación, el cumplimiento de la tarea y las distintas facetas de la vida serán procedimientos de la formación ideológica para asimilar la gloriosa historia y tradición del Partido, profesar la lealtad al Partido como convicción y deber moral y cultivar el fervoroso patriotismo, alta conciencia de clase y nobles cualidades morales.
Es preciso empeñarse en la labor educativa para aprender de los campesinos héroes y patrióticos de la Guerra de Liberación de la Patria, de la posguerra y del período de gran auge de Chollima. Resulta importante darles a conocer claramente cuál fue el espíritu que alentó a las generaciones anteriores a defender y levantar un nuevo país en aquellos tiempos duros y cruentos. Deben esculpir en los corazones de los agricultores de la nueva generación el heroico espíritu de lucha de sus predecesores, de modo que escriban una historia de méritos memorables, vislumbrando el futuro del campo socialista que se civilizará y prosperará bajo la dirección del Partido por muy adversas que sean las circunstancias.
La actual revolución rural avanzará y triunfará gracias al poderío de los bellos rasgos comunistas y el colectivismo de los que aceptan como suyo el dolor ajeno, encuentran la felicidad en la alegría del compañero, lo cuidan con afecto y lo dan todo por la sociedad y el colectivo.
A las organizaciones de la Unión les atañe realizar entre sus integrantes una vigorosa labor educativa destinada a precaverse contra los fenómenos que puedan engendrar el individualismo y el egoísmo y a cultivar el colectivismo, hasta que la consigna ¡Uno para todos y todos para uno! se arraigue profundamente en la vida de ellos que avanzan hacia el comunismo.
Es preciso prepararlos como trabajadores intelectuales y protagonistas del progreso rural que dominan los últimos logros científicos y técnicos.
El progreso rural tiene como premisa el desarrollo cualitativo de la productividad agrícola. Y el crecimiento trascendental de la producción agrícola se decide por el nivel de conocimientos tecnológicos de los agricultores.
A las agrupaciones de la Unión les incumbe explicarles a sus miembros y otros agricultores que si no poseen muchos conocimientos científicos y técnicos no pueden llevar a la práctica la orientación del Partido acerca de la primacía del cultivo científico y se convierten en rezagados y simples espectadores de la época, de forma tal que investigar y estudiar con aplicación para poseer conocimientos, técnicas y habilidades sea una nueva tendencia y modo de vida de nuestro campo.
Les atañe incorporarlos en el sistema de estudiar sin apartarse del trabajo, de acuerdo con el requerimiento de la orientación del Partido sobre la formación científica y tecnológica de todo el pueblo, para que eleven su nivel tecnológico en su conjunto, y acondicionar y aprovechar las bases de la divulgación científica y tecnológica que posibiliten su acceso constante a los adelantos científicos y técnicos. Los inducirán a asimilar los conocimientos generales e indispensables para la agricultura, tales como la biología y la química, así como los adelantados métodos de cultivo y las distintas técnicas como la mecánica, el control de agua y la pedología. En especial, estimularán a los jóvenes para que sean los primeros en ampliar ininterrumpidamente sus conocimientos y técnicas. Es necesario efectuar significativamente la labor de apreciar a los ejemplares en el estudio para la superación técnica, la invención y la introducción de los avances tecnológicos y organizar sustancialmente el concurso de preguntas y respuestas y la exposición de experiencias, para que los mismos sean buenas oportunidades para incentivar el afán de estudio de los agricultores.
Han de encauzar la tarea de elevar su nivel de conocimiento científico y tecnológico, a tal punto de que contribuya sustancialmente a la mayor productividad del sector y unidad correspondientes. Pondrán un gran empeño en consolidar mediante la práctica los conocimientos y las técnicas imprescindibles para materializar las orientaciones del Partido referentes a modificar la estructura de la producción agrícola y el cultivo doble.
Combatirán duramente los fenómenos que afloran entre sus miembros como el menosprecio de la ciencia y la tecnología, la dependencia de experiencias anticuadas y la tendencia a dejarlo todo al azar, a la buena del cielo, elaborarán un minucioso plan de estudio y harán su balance oportunamente para que lo ejecuten infaliblemente, como si se tratara de un plan de la producción agrícola.
Gracias al nuevo programa del Partido sobre la construcción rural, en adelante aumentarán más las inversiones del Estado a la agricultura y en un futuro cercano la irrigación, la mecanización, la electrificación y la aplicación de productos químicos en la economía rural alcanzarán un nivel más alto. Si a esto le sumamos los conocimientos multifacéticos y la elevada calificación de los agricultores, la productividad agrícola del país logrará ciertamente un desarrollo sostenido y se aproximará el mañana del progreso rural que hará placentera cualquier faena agrícola.
A las organizaciones de la Unión les corresponde hacer de sus miembros dueños del campo socialista civilizado que poseen un alto nivel cultural y de conciencia.
Las viejas ideas, el bajo nivel cultural y el hábito de vivir de manera chapucera que persisten en ellos obstaculizan seriamente nuestro esfuerzo por eliminar las diferencias entre la ciudad y el campo y modernizarlo según los postulados del socialismo.
Las agrupaciones de la Unión lanzarán toda una campaña para preparar a sus integrantes como creadores y beneficiarios de la civilización moderna que demanda la época, teniendo bien presente el propósito del Partido de realizar a gran escala la construcción del campo y crearles a los agricultores óptimas condiciones y ambiente de vida en estos momentos en que aún todo escasea.
En la nueva época del desarrollo rural socialista prestarán atención a transformar a los miembros de la Unión en lo espiritual y cultural.
Las organizaciones de la Unión pondrán empeño en darles a conocer bien a sus integrantes el carácter nocivo y las consecuencias del modo de vida y de los hábitos viejos y atrasados y en que renueven radicalmente la costumbre y el estilo de vida y lleven una vida higiénica y culta. Concederán una atención profunda a todos los aspectos de su vida cultural como el atavío y el peinado decente, la organización meticulosa de la vida económica y hasta el mantenimiento limpio del interior y el exterior del hogar, y los conducirán correctamente.
Se puede decir que los nobles rasgos morales reflejan cual espejo el nivel de civilización de los agricultores de la actualidad.
Las agrupaciones de la Unión ayudarán a los miembros a formarse como personas inocentes, laboriosas y nobles mediante la educación constante destinada a establecer entre ellos la moralidad revolucionaria y sana. Se esforzarán para que los bellos rasgos de respetar a los precursores de la revolución y a los mayores, llevarse bien con los vecinos promoviendo la armonía y la ayuda mutua sean una costumbre del campo socialista de la nueva época. Librarán una lucha masiva contra el brote de la inmoralidad e incultura que degeneran la naturaleza intrínseca del socialismo, perjudican la unidad del colectivo y destruyen las nobles relaciones éticas.
Ayudarán a sus miembros a llevar una vida entusiasta de acuerdo con los requisitos de la época de creación y cambios gigantescos. Organizarán diversos juegos deportivos y actividades culturales y artísticas de masas no solo en las fiestas nacionales y días conmemorativos sino también en los recesos de la jornada laboral para que los campos y las aldeas se bullan de júbilo y alegría y que en el colectivo predominen los intensos sentimientos y un ambiente de vida optimista. Con diversos medios y métodos de propaganda divulgarán al campo la cultura de la capital, la de la clase obrera, y procurarán que tal proceso sea una ocasión para abrirles ojos a los agricultores e introducirles la avanzada civilización.
En consonancia con la corriente actual de la transformación rural, exhortarán a sus integrantes a acondicionar sus localidades como paraíso socialista hermoso y civilizado.
Intensificarán la educación ideológica para que tengan presentes el amor y la solicitud con que el Partido se esfuerza por entregar a los agricultores viviendas tan modernas e ideales como las de la ciudad de Samjiyon y le correspondan con el mejor acondicionamiento y mantenimiento del entorno de la vida. Los orientarán a cuidar con regularidad tanto sus aldeas como las carreteras de sus localidades y cultivar muchos árboles de buenas variedades y plantas de flores y otras que cubren la tierra en los alrededores de las casas y aldeas para resaltar más su paisaje.
A medida que se prolonga la campaña antiepidémica de emergencia intensificarán la educación ideológica y la lucha de masas para que no aparezca entre sus miembros la más mínima manifestación de relajamiento, descuido o fallo y que se habitúen a observar la disciplina y el orden profilácticos.
Intensificar la lucha contra los fenómenos opuestos y ajenos al socialismo es un problema que las organizaciones de la Unión deben conceder suma importancia en la actualidad.
Inculcarán a todos sus miembros la concepción de que es una lucha de clases destinada a defender a la familia y la dicha de los descendientes y salvaguardar la base rural socialista, y la librarán con mayor intensidad. Les darán a conocer claramente el carácter peligroso y nocivo de los fenómenos opuestos y ajenos al socialismo, tomarán medidas preventivas para que no aparezcan entre ellos ningún fenómeno extraño y arrancarán de cuajo sus gérmenes, por muy pequeños que sean.
Se empeñarán en que los miembros de la Unión no incurran jamás en actos ilegales como el despacho injusto de cereales, la exagerada información del cultivo o la cosecha o el contrabando de materiales agrícolas suministrados por el Estado y los combatirán de forma intransigente.
Impulsarán como una tarea importante la exhortación de sus miembros y demás agricultores al aumento de la producción agrícola.
Actualmente la agricultura es la primera avanzada de la construcción socialista y el aumento decisivo de la producción agrícola deviene un asunto de vital importancia para estabilizar y mejorar la vida del pueblo y acelerar el desarrollo integral del socialismo.
Al lanzar la nueva estrategia del desarrollo rural, el IV Pleno del VIII Período del Comité Central del Partido presentó como tarea principal resolver definitivamente el problema de la alimentación, el más apremiante y crucial en la actualidad, y con el objetivo de aumentar de forma sostenida la producción agrícola adoptó medidas drásticas destinadas a consolidar la base material y técnica de la administración rural y mejorar las condiciones de gestión de las granjas cooperativas.
A su vez, determinó seguir concentrando las fuerzas en la agricultura a escala nacional y también fomentar en una envergadura sin precedentes la ayuda al campo tanto en el aspecto laboral como en el material.
El problema radica en la disposición y actitud que adopten los miembros de la Unión y demás agricultores, dueños de la agricultura, para la producción agrícola.
Las organizaciones de la Unión lanzarán una ofensiva política e ideológica a fin de que sus miembros y demás agricultores se movilicen para alcanzar la meta de la producción agrícola trazada por el Partido, conscientes de su gran responsabilidad como defensores de la avanzada de la revolución que deciden la mejora de la vida de la población, la existencia del Estado y la perspectiva del fortalecimiento nacional.
Les imbuirán la idea de que corresponder a la expectativa del Partido con éxitos de la producción agrícola debe ser un deber y obligación de los agricultores de la época actual, para que los campos de todo el país se animen y se fomente el afán por el aumento productivo en todos los sectores como la ganadería, la sericultura y el cultivo de cereales, frutas, hortalizas, las plantas para fines industriales.
Las organizaciones de la Unión en el sector de la producción cerealera estimularán enérgicamente a sus miembros y demás agricultores a recoger ricas cosechas al aumentar decisivamente la productividad dando prioridad al cultivo científico. Su tarea inmediata es orientarlos a cosechar una tonelada más de cereales en cada hectárea.
En los últimos años en el sector agrícola se engrosan las filas de granjas, brigadas, grupos y agricultores que hayan recogido cosechas abundantes. Ampliarán esos éxitos para que todos sus miembros se sumen a esas filas y que el movimiento por la rica cosecha se convierta en el de la innovación colectiva de los agricultores.
Los miembros de la Unión y demás agricultores introducirán activamente las variedades de alto rendimiento apropiadas a la peculiaridad de sus localidades, fomentarán la cosecha doble y a la vez satisfactoria con los cereales como cultivo principal y una vez más promoverán el cultivo de soya y patata.
Las agrupaciones de la Unión realizarán una dinámica labor política destinada a llevar a feliz término el proyecto del Partido de suministrarle al pueblo el arroz y la harina de trigo por medio de la extensión de tierras cultivables de estos cereales y su mayor productividad. Convertirán en arrozales regadíos los secanos, aprovecharán las regiones donde escasea el agua y que favorecen el cultivo de arroz en secanos y promoverán el cultivo de trigo.
Los miembros de la Unión y demás agricultores de la provincia Hwanghae del Sur, granero principal del país, asumen una tarea muy importante en el aumento de la producción agrícola. Las organizaciones de la Unión en esa provincia, conscientes de que el sector agrícola obtendrá victoria si la provincia se sitúa a la cabeza en el empeño por el aumento de la producción cerealera, librarán una ofensiva ideológica y política entre los agricultores para que toda la provincia se anime con el entusiasmo de cultivo, desde en los preparativos hasta en la cosecha, y tenga un desempeño importante en la solución del problema de alimentos del país.
A las organizaciones de la Unión en el sector ganadero les atañe tomar firmemente los cuatro eslabones de la cadena para el desarrollo de la ganadería presentados por el Partido y luchar con abnegación para incrementar su producción. Los agricultores y otros miembros de la Unión deben criar gran cantidad de vacas y cabras y aumentar la producción de leche, haciendo así un aporte excepcional a la realización de la política de nuestro Partido consistente en suministrar sin interrupción a los niños los productos lácteos sabrosos y nutritivos.
Los miembros de la Unión en los renglones de la fruticultura, la horticultura, el cultivo de plantas para fines industriales y la sericultura consolidarán la base material y técnica de sus unidades y conquistarán sin falta la meta de la producción presentada por el Partido recurriendo a las ciencias y la tecnología.
Solucionar el problema de la semilla es la clave para asentar la producción agrícola sobre el fundamento científico, promover sus métodos intensivos, resolver satisfactoriamente el problema de cereales, modificar la estructura de la producción agrícola y superar la influencia de anormalidades climáticas causantes de las calamidades. Las organizaciones de la Unión en el sector de la investigación de las ciencias agrícolas pondrán un gran empeño en que los científicos e investigadores se esfuercen para reproducir y mejorar las semillas idóneas al doble cultivo y que aseguren el mayor rendimiento y cosechas estables aun bajo el clima y en el suelo desfavorables, haciendo gala de un espíritu de investigación y creatividad sin igual como precursores de la agricultura científica. Al mismo tiempo, los alentarán a que contribuyan sustancialmente a asegurar en lo científico y técnico el aumento de la producción mediante la investigación y la aplicación de avanzadas técnicas y métodos de cultivo.
Instarán a sus miembros y otros agricultores del sector de la obtención de semillas a producir y suministrar las semillas sanas de forma planificada, asegurando así que en cualquier lugar puedan dedicarse al cultivo sin preocuparse de las semillas.
Las organizaciones de la Unión en el sector de irrigación y de producción y reparación de las máquinas agrícolas elevarán entre sus miembros el sentido de responsabilidad de la tarea que asumen y el apego a su puesto de trabajo para que protagonicen la invención e innovación técnica y desempeñen un papel de vanguardias en lograr un alto nivel de irrigación y mecanización de la economía rural.
A las agrupaciones de la Unión les corresponde educar a sus miembros para que amen la tierra, la aprecien y la cultiven con sinceridad.
Es preciso que sus miembros y otros agricultores consideren la tierra impregnada de la sangre y el sudor de los mártires como si fuera su propia carne, la conviertan en un fértil arrozal con tesoneros esfuerzos y protejan de la pérdida cada phyong (unidad de superficie equivalente a 3.24 metros cuadrados –N.T.). Es necesario restaurar a tiempo las tierras cultivables deterioradas, hallar todos los labrantíos ociosos y ocultos para ampliar al máximo la superficie de terrenos cultivables.
Las organizaciones de la Unión prestarán una atención constante a que sus miembros utilicen y manejen con cuidado las máquinas, instrumentos e utensilios agrícolas como el tractor, como si fueran su propio patrimonio doméstico.
Concienciarán a los agricultores y sus miembros para que hagan todos los preparativos necesarios para enfrentar las influencias de las anormalidades climáticas causantes de las calamidades.
Ahora que es un hecho consumado sufrirlas cada año y son muy graves sus daños, los miembros de la Unión elegirán racionalmente el periodo de la distribución de variedades y de la siembra, mejorarán los métodos de cultivo y se prepararán a toda hora para superar con previsión la sequía, las altas temperaturas, el tifón y la inundación, previniendo o reduciendo al máximo los daños.
Las organizaciones de la Unión fomentarán entre sus miembros la emulación socialista para el cumplimiento de la producción agrícola, elevarán su ímpetu revolucionario y fervor productivo y propiciarán una sucesión de innovaciones colectivas y solidarias.
Promoverán la introducción de técnicas y métodos de cultivo avanzados, extenderán la superficie de labrantíos para el doble cultivo y fomentarán por doquier la emulación socialista para elevar la fertilidad de terrenos de bajo rendimiento y buscar nuevas tierras cultivables. Deben lograr nuevos avances en la administración de equipos y la tecnología al dinamizar la emulación socialista para engrosar las filas de unidades galardonadas con el título de la máquina ejemplar No. 26 y fomentar los trabajos útiles como la cría de conejos, el cultivo de frijoles trepadores y la recolección de materiales ociosos, contribuyendo así a la economía nacional y el mejoramiento de la vida del pueblo.
Es preciso impulsar dinámicamente los movimientos para adelantar a otros, aprender de ellos e intercambiar experiencias entre agricultores, equipos, brigadas y granjas cooperativas, logrando así que todos se desarrollen con la guía y ayuda mutua.
Las organizaciones de la Unión deben determinar con precisión las metas y etapas de la emulación socialista, controlar y dirigir su proceso con escrupulosidad, hacer con significación política su balance y evaluación y así lograr que la emulación socialista se impulse por el fervor consciente, emprendedor y patriótico de las masas.
La gran y nueva época de la construcción del campo socialista a nuestro estilo demanda un cambio radical en la labor de la Unión.
En la época actual de grandes cambios la Unión tiene que renunciar completamente al método de trabajo pasivo, transformar radicalmente su fisonomía como organización política vigorosa y combativa y cumplir con responsabilidad su misión y papel como destacamento en la materialización del propósito del Partido sobre la construcción del campo socialista.
Establecer en el seno de la Unión el sistema de dirección única del Comité Central del Partido es un asunto medular para fortalecer sus organizaciones y elevar su función y papel combativos.
Las organizaciones de la Unión a todos los niveles y sus cuadros deben absolutizar y preservar por todos los medios el prestigio del Comité Central del Partido e implantar una disciplina revolucionaria que ponga oportunamente a todas sus instancias al tanto de las ideas, líneas y políticas del Partido y las conduzca a materializarlas de forma incondicional y cabal, convirtiendo así toda la Unión en un organismo que comparte con el Partido la idea, el propósito y la acción.
Conforme a la exigencia de la realidad en que se producen cambios sin precedentes en la construcción del campo socialista, las organizaciones de la Unión renovarán de forma radical su trabajo interno.
Hay que superar cabalmente la tendencia al esquematismo que aflora en la educación ideológica. Las organizaciones de la Unión lograrán el funcionamiento eficiente del sistema de educación como sesiones de estudio y conferencias, así como estudiarán y aplicarán activamente los novedosos métodos de la educación ideológica capaces de mover los corazones de los miembros de distintas edades, niveles y caracteres.
A los propagandistas de base les compete compenetrarse con sus miembros, tratarlos de todo corazón para que se sinceren con ellos,mezclarse sin cumplidos con ellos en el trabajo y la vida, transformarlos activamente en lo ideológico y movilizarlos con su ejemplo a la materialización de la política del Partido, tal como lo hicieron los precursores de la transformación del hombre en el período del gran auge de Chollima. No se limitarán a leer sin interrupción los materiales de la conferencia o la conversación explicativa, sino hablar de manera verídica e interesante, en estrecha relación con la realidad, para que asimilen como propiamente suyas la política del Partido. Resulta importante hacer la propaganda sin fórmulas ni moldes, así como meditar y esforzarse con seriedad para hacer de todas las ocasiones y circunstancias del trabajo y la vida momentos y medios eficaces de la educación.
Las organizaciones de la Unión buscarán y aplicarán constantemente la manera de agilizar la educación por medio de las publicaciones del Partido, los materiales audiovisuales y la multimedia, elevando sin cesar la capacidad de la infiltración y la efectividad de la labor ideológica.
Tomarán la regularización y la reglamentación de la vida orgánica como el clave de su fortalecimiento.
Serán muy exigentes con sus miembros para que posean un alto sentido de organización y participen voluntaria y sinceramente en las actividades orgánicas tal como estipulan los Estatutos y las normas de la Unión. Efectuarán con regularidad y en un alto nivel político e ideológico el balance de la vida en la Unión y las conferencias periódicas y se prevendrán contra los fenómenos como no realizarlos debidamente pretextando sus ocupaciones de las faenas agrícolas y anotar solamente el acta de la reunión.
Deben admitir a todos los marginados de la vida orgánica y los no afiliados a la organización por medio del acertado control de sus filas y dedicarán ingentes esfuerzos a su educación y los ayudarán con sinceridad de modo que asuman voluntariamente la honrosa tarea de la construcción rural socialista. Han de captar las dificultades y los sufrimientos de sus miembros y ampararlos con muestras de confianza y amor aunque hayan cometido errores, hasta que se apoyen siempre en la organización comprendiendo correctamente lo valiosa que es la organización y la colectividad.
Fortalecer las organizaciones de base constituye la piedra angular y el punto de partida para fortalecer toda la Unión.
Deben prestar atención primordial a preparar a todas ellas como colectivos combativos y compactamente unidos sobre la base del amor al ser humano.
Es necesario conceder debida atención a elevar el nivel profesional de los presidentes de las organizaciones primarias. Solo cuando sea alto el nivel de los que se responsabilizan de la vida orgánica e ideológica de sus miembros y los guían conviviendo constantemente con ellos, podrán ser abanderados de sus filas y mantenerlas vivas y vigorosas.
Para elevar su nivel organizarán de acuerdo con la realidad los cursillos y exposiciones de experiencias y harán funcionar con regularidad el Día de los Cuadros de Base, de modo que adquieran la suficiente capacidad de orientar hábilmente a sus miembros a materializar el programa del Partido sobre la construcción rural socialista.
Llenarán a tiempo las vacancias de los presidentes primarios para que no haya ningún vacío en la organización y la dirección sobre la vida orgánica, así como consolidarán las filas de los miembros activos de la Unión y reforzarán su papel.
A los comités de la Unión en provincias, ciudades y distritos les atañe dirigir de manera sustancial a las organizaciones de base enfocándose a elevar la capacidad de la organización primaria, así como resolver a tiempo y rectificar los problemas pendientes en la vida orgánica e ideológica de sus integrantes.
En particular, prestarán atención a fortalecer las organizaciones de la Unión en las unidades donde están impregnadas las huellas de dirección de los grandes Líderes. A estas les compete prestar atención especial a intensificar la educación a través de los centros de educación con objetos históricos de la revolución de manera que todos los agricultores, orgullosos de sus centros laborales, continúen fidedignamente la tradición de lealtad. Además los orientarán a dar ejemplos en todos los aspectos como en el cumplimiento de las tres revoluciones y la producción agrícola.
Las organizaciones de la Unión lograrán que el movimiento por el comité primario ejemplar de fidelidad y el movimiento por la organización primaria de fidelidad sean procedimientos para hacer de dicho comité y organización colectivos infinitamente fieles al Partido y revolucionarios y combativos.
La Unión debe hacer un análisis abarcador de la realidad de las organizaciones de base y reajustar el sistema de organización y dirección de la vida orgánica.
Renovar radicalmente el método y estilo de trabajo de los cuadros de la Unión es una cuestión muy apremiante para aumentar más la capacidad de combate de sus organizaciones.
Con cambios reales en su método y estilo de trabajo, podrán movilizar vigorosamente a sus integrantes a materializar el programa del Partido acerca de la construcción del campo socialista e intensificar más sus actividades acorde a la intención del Partido y las exigencias de la realidad en desarrollo.
El formalismo que significa realizar las labores con facilidad, sin estudiar a fondo y aferrándose a esquemas anteriores es el enemigo principal de las organizaciones de la Unión que las debilita e incapacita.
Bien conscientes de sus formas, causas y consecuencias perjudiciales, los cuadros de la Unión no tolerarán jamás sus manifestaciones, por muy insignificantes que sean. Les incumbe superar cabalmente el estilo invariable de trabajar moderadamente, sin valerse de métodos concretos, acostumbrarse a trabajar de forma novedosa y sustancial y abandonar decididamente la inclinación de reemplazar el trabajo con la documentación y las reuniones.
Deben desarrollar de manera revolucionaria la tarea que asumen, con alto sentido de responsabilidad, abnegación, fervor inagotable y capacidad de trabajo. Bien conscientes de ser cuadros políticos del frente agrícola, responsables de la vida política e ideológica de los miembros de sus organizaciones, se compenetrarán siempre con ellos para encontrar la manera y el arte de renovar el trabajo y serán divulgadores y educadores capaces de conducir a las masas con su ejemplo. Quien sabe leer correctamente lo que piensan y adoptar concretas medidas de educación, es de veras un cuadro político. Deben despedir siempre el agradable olor a tierra y comportarse con sencillez como debieran ser los cuadros de la Unión.
Realizar bien o no las labores de la Unión concorde con el propósito del Partido depende enteramente del nivel y la capacidad de sus cuadros.
Harán parte de su vida del estudio para armarse firmemente con la idea revolucionaria y la política agrícola del Partido, se esforzarán de continuo para elevar su nivel de conciencia política y serán personas competentes, versados en el método agrícola original, los avanzados logros científicos y técnicos y los conocimientos multifacéticos de diversas esferas.
Las organizaciones del Partido concederán importancia a las labores de la Unión y las dirigirán atinadamente.
En su dirección sobre la producción agrícola y la construcción rural, prestarán profunda atención a activar el funcionamiento de la Unión, agrupación política de los agricultores, y movilizar a sus organizaciones, sin atender exclusivamente la labor de los organismos administrativos y económicos.
Señalarán el rumbo acertado para mejorar la labor de la Unión conforme a las demandas de la realidad en desarrollo y, apoyando plenamente las iniciativas positivas de los cuadros de la Unión, ayudarán a sus organizaciones a trabajar con vigor en todo momento.
Los comités partidistas en provincias, ciudades y distritos analizarán periódicamente el trabajo de la Unión y reforzarán la dirección para que labore de acuerdo con su demanda política. Frecuentarán las organizaciones de base de la Unión con vistas a conocer al dedillo la ejecución de las orientaciones del Partido, la vida orgánica, ideológica y económica de sus miembros, rectificar los errores y tomar medidas para su educación.
Las organizaciones partidistas a todos los niveles seleccionarán como dirigentes de la Unión a aquellas personas con gran capacidad de organizar y desarrollar el trabajo, que sean fieles al Partido, gocen de la confianza de las masas y puedan trabajar con habilidad. Asimismo los educarán y dirigirán sustancialmente y les asegurarán buenas condiciones de trabajo para que se entreguen de lleno y con alto orgullo a sus labores. De esta manera conducirán a todos los cuadros de la Unión a cumplir con su responsabilidad y misión como activistas políticos del campo socialista en que se apoya nuestro Partido.
A las organizaciones partidistas les corresponde tener en alta estima a los miembros de la Unión que aceptan de corazón la política del Partido sobre la construcción del campo socialista y trabajan la tierra con honestidad y sin esperar ningún reconocimiento, en un afán de defender el Partido y la revolución con la mayor producción de cereales, y ayudar su crecimiento político con miras a formarlos como cuadros de base que salvaguardan fidedignamente la base rural socialista.
Les atañe también dirigir y ayudar a las organizaciones de la Unión a educar eficientemente a sus miembros que no sienten apego al campo y ayudarlos con sinceridad para que se arraiguen en su tierra natal.
Son muy importantes la posición y el deber de la Unión en la lucha de la nueva época para materializar el ambicioso proyecto del Partido acerca de la construcción del campo socialista.
Cuando las organizaciones de la Unión de todo el país actúan con vigor e ímpetu pensando y sintiendo lo mismo que el Partido, se acelerará la transformación del campo según la idea Juche y se lograrán éxitos contundentes en el empeño por alcanzar la meta de la construcción del campo socialista de nuestro Partido.
Confío firmemente en que todas las organizaciones de la Unión de Trabajadores Agrícolas y sus integrantes contribuirán sustancialmente a abrir la nueva y gran época del desarrollo del campo socialista al cumplir impecablemente la honrosa misión que asumen ante la época y la revolución.
El presidente del CC de la UTAC, Han Jong Hyok, presentó el informe sobre el primer punto de la agenda:
Balance de las labores del Comité Central de la UTAC
El informante adelantó que durante el período de que se rinden las cuentas, el Secretario General del PTC condujo con su destacada orientación y gran amor y confianza la labor de la UTAC para que ésta cumpliera con su responsabilidad y deber en la campaña de materialización de la ideología del Partido y la de defensa de las políticas partidistas.
En el período de examen se han manifestado plenamente entre los miembros de la UTAC el espíritu de defensa a ultranza al líder y el temperamento de materialización cabal de las políticas partidistas, ya que el Comité Central de la UTAC impulsó como su tarea principal los quehaceres para enaltecer eternamente a los grandes Líderes Kim Il Sung y Kim Jong Il y acatar con fidelidad la idea y dirección del estimado compañero Kim Jong Un, destacó.
Mencionó que gracias a la dinámica campaña para alcanzar y aprender de las unidades ejemplares e intercambiar las experiencias, desarrollada por las sucursales de la UTAC, quedó superado el nivel del año de la máxima producción cerealera pese a las desfavorables condiciones climáticas y meteorológicas y se reportaron muchas unidades y campesinos con abundantes cosechas.
Igualmente, -prosiguió- se incrementó en el fragor del movimiento masivo el número de las unidades que obtuvieron el Premio de Honor de Máquina Ejemplar No.26, y se inventaron nuevas máquinas y herramientas agrícolas al estilo coreano que dieron impulso fuerte a la revolución técnica en el campo.
Apuntó que la UTAC debe desplegar con energía las tres revoluciones con la consigna «¡Hacia la nueva victoria de la construcción rural socialista!», presentada en el IV Pleno del VIII Período del CC del PTC, para abrir nueva y gran era de desarrollo del campo socialista.
Analizó y balanceó citando datos los errores cometidos en el período de revisión general y sus causas.
El informante insistió en la necesidad de cumplir la misión y el papel de la UTAC en llevar a la práctica la intención del Partido que presenta el incremento sostenible de la producción agrícola del país como una tarea importante y apremiante del tiempo actual para la solución del problema rural.
Exigió al Comité Central y los provinciales, urbanos y distritales de la UTAC que dinamicen los movimientos masivos y la emulación socialista para crear nuevas unidades agrícolas ejemplares y generalizarlas de acuerdo con las demandas de la época en desarrollo.
Gracias al estimado camarada Kim Jong Un, habrá siempre victorias y glorias en la ruta de avance de los trabajadores agrícolas y los integrantes de la UTAC, por más duras que fueran las pruebas con que tropecemos, dijo y exhortó a todos a luchar con toda energía por la nueva victoria de la causa socialista.
Acto seguido, se produjeron intervenciones sobre el primer punto de la agenda.
Luego, hubo el informe e intervenciones sobre el segundo punto «Balance del trabajo de la Comisión Revisora Central de la UTAC» y quedó aprobada por unanimidad la resolución correspondiente.
Durante el debate del tercer punto «Sobre la enmienda de los Estatutos de la UTAC», se presentó el informe de los Estatutos modificados y complementados y se aprobó la resolución correspondiente con el consentimiento unánime de los delegados.
La cita discutió el cuarto punto «Elección del órgano de dirección central de la UTAC».
Durante la elección del Comité Central de la UTAC, todos los candidatos recomendados resultaron electos por la aprobación unánime de los delegados como miembros y otros suplentes del CC de la UTAC.
Tuvo lugar la primera sesión plenaria del IX Período del CC de la UTAC.
Fue elegido el Comité Ejecutivo del CC de la UTAC.
Han Jong Hyok fue elegido como presidente del CC de la UTAC y Yun Chol, Ri Yong Chol y Kil Sang Pong como vicepresidentes.
Quedó compuesto el Comité de Organización del CC de la UTAC.
Quedaron elegidos el presidente, el vicepresidente y los miembros de la Comisión Revisora Central de la UTAC.
Fueron nombrados los jefes de departamento y el editor en jefe del órgano del CC de la UTAC.
Se eligió con nuevos miembros del órgano de dirección central del IX período de la UTAC el comité de elaboración del proyecto de resolución del Congreso que ha deliberado generalmente el borrador de resolución sobre el primer punto de la agenda.
El cónclave aprobó por unanimidad la resolución sobre el primer punto, complementada con las opiniones creativas y constructivas planteadas por los delegados.
ACNC