EEUU y los títeres surcoreanos realizan juegos guerra, también en el espacio cibernético
Desde el pasado día 24 hasta el día 28 de octubre, EE.UU. desplegó los ejercicios multinacionales de guerra cibernética “Cyber Flag” con más de 20 países como Gran Bretaña, Canadá, Australia y Nueva Zelandia.
En estos ejercicios participaron por primera vez en la historia hasta los títeres surcoreanos y se hizo objeto de crítica internacional.
Es algo conocido por todo el mundo lo que EE.UU. posee la fuerza de guerra cibernética de mayor envergadura en el mundo.
EE.UU. creó por primera vez el concepto de la guerra cibernética en la década de 1990 y organizó las tropas para la guerra cibernética y en 2009 creó la comandancia cibernética subordinada a la comandancia estratégica bajo el pretexto del “aumento vertiginoso de la amenaza cibernética”. Y en 2017, elevó el nivel de la comandancia cibernética con el nombre de la comandancia de operaciones unidas, el cual es igual al nivel de las principales comandancias operacionales.
Por otro lado, EE.UU. aumentó considerablemente el personal de la comandancia a 6.200 hasta finales de septiembre de 2018, el cual al principio era más o menos de 900, y acumuló sin cesar las experiencias de combate real desplegando operaciones cibernéticas de toda clase en secreto en contra de los adversarios potenciales y los países independientes antiyanquis.
Lo más grave es que EE.UU. pasó de su estrategia que preconizaba la “defensa” y la “detención” en el espacio cibernético a la que se centra en el ataque adelantado.
En la “Estrategia del espacio cibernético del Departamento de Defensa” publicada en 2015 por el Departamento de Defensa de EE.UU., fue señalado claramente que es necesario preparar las capacidades para paralizar por completo las comunicaciones, objetivos militares, armas y los funcionamientos de las principales infraestructuras del enemigo desplegando una guerra cibernética una vez que ordena el presidente.
EE.UU. ya se dispuso de tan enorme fuerza cibernética y estableció la estrategia cibernética ofensiva. ¿Cuál es el objetivo de EE.UU. que despliega frenéticamente cada año los ejercicios de guerra cibernética desde el año 2011 bajo el pretexto de hacer frente a la amenaza cibernética?
Eso está claro. Persigue realizar fácilmente la estrategia de dominación del mundo ocupando la superioridad absoluta en el espacio cibernético bajo el pretexto del aseguramiento de la “seguridad cibernética”.
En julio del año pasado, el actual gobernante norteamericano mencionó que la guerra con las potencias estallaría por el ataque cibernético y, en abril de este año, el comandante cibernético de EE.UU. habló ruidosamente que Corea, China, Rusia e Irán son los Estados que provocan el desafío estratégico a EE.UU en el sector cibernético. Esto no es casual.
Hace poco, EE.UU. realizó la II Cumbre de la Iniciativa Internacional contra Ransomware en Washington y maquinó frenéticamente para convertir lo blanco en negro tildando a Corea, China, Rusia de los “actores malignos”.
La realidad comprueba claramente que el espacio cibernético, fortuna común de la humanidad, está convirtiéndose en el campo del agudo enfrentamiento debido al hegemonismo y la política de separación de partes de EE.UU.
Por eso, toda la sociedad internacional alza aún más la voz de que EE.UU. es la máxima amenaza sobre la seguridad cibernética global y que todos los países, unidos entre sí, deben rechazar los actos hegemonistas de EE.UU. en el espacio cibernético.
Todos los países deben rechazar categóricamente los ejercicios de guerra de EE.UU. que causan la confrontación y conflicto en el espacio cibernético.
Kim Guk Myong
Miembro de la Asociación de Medidas Contra los Crímenes Cibernéticos Internacionales