Construcciones fruto de la gran unidad cívico-militar de Corea
La gran unidad cívico-militar es la base y mayor riqueza de la sociedad coreana. Se caracteriza por la unión firme en lo moral y ético, y fraternal entre el pueblo y el ejército, y por la identificación en su espíritu ideológico y estilo de lucha.
El Ejército Popular de Corea es siempre el promotor de esta unidad.
Bajo la consigna “¡Servir a la patria y al pueblo!”, los militares abren brecha a la cabeza de la defensa de la patria y la construcción de la potencia socialista y dedican sin menor vacilación hasta su vida en aras del pueblo.
Por su parte, el pueblo los trata como sus propios seres carnales y les brinda ayuda espiritual y material, consolidando más el afecto y unidad entre ellos.
El pueblo y los uniformados de Corea, unidos en cuerpo y alma cooperan y llevan el mismo compás, obteniendo así mayores éxitos merced al poderío de tal gran unidad.
El año pasado estuvieron también juntos en los importantes puntos del frente de la construcción socialista.
El gran triunfo profiláctico frente al Covid-19 se debe a esta gran unidad, a la operación conjunta civil-militar. Durante la campaña de profilaxis súper-emergente, los combatientes de la rama de medicina del Ejército Popular pusieron de alto manifiesto el espíritu incondicional de amor abnegado al pueblo en el suministro de medicamentos en la capital.
La construcción de la Granja de Invernaderos de Ryonpho es el fruto exitoso de la gran unidad civil-militar, particular estilo de nuestro Estado. Con la alta conciencia de que se agradaría la dicha del pueblo según el sudor derramado y esfuerzos hechos por ellos, los constructores militares trabajaron intensamente sin distinción de día y noche.
Los habitantes de la provincia Hamgyong del Sur compartieron la pena y el placer con ellos, cuidando con toda sinceridad cada mata de árbol y césped del bosque de protección contra viento y las áreas verdes.
Gracias a ello, la magna obra se concluyó al cabo de unos 230 días.
El poderío de la gran unidad entre civiles y militares se demostró también en la construcción de las viviendas para 10 mil núcleos familiares en la capital y otras en la zona de Komdok, y del Complejo Hidroeléctrico de Orangchon.
La gran unidad por la que el pueblo y los militares comparten el mismo destino, hombro con hombro, es hoy la auténtica imagen de la Corea socialista.
VdC