Kim Yo Jong: “la frecuencia de uso del Pacífico como nuestro campo de lanzamiento depende de la acción de las tropas norteamericanas”

La subjefa de departamento del Comité Central del Partido del Trabajo de Corea, Kim Yo Jong, publicó el 20 de febrero la siguiente declaración:

Hace reír a todo el mundo el modo de pensar y actuar de los idiotas en cada asunto.

Tal vez sea una respuesta por decirlo así, pero de hecho estamos viendo como un buen espectáculo el comportamiento actual de los tontos surcoreanos.

Así que me surgen ganas de burlarme de ellos otra vez.

Observé lo que pasó en el sur de Corea ayer y fueron realmente ridículas la suposición, la conjetura irrazonable y la evaluación caprichosa y otras cosas por el estilo.

Quiero reprenderles en algunas cosas.

Un miembro de la investigación especializada del llamado instituto militar del Sur de Corea, quien me pareció tan desocupado, hizo un conteo de tiempo con un reloj cualquiera y se presentó en una entrevista de prensa.

En esa ocasión, trató de devaluar a toda costa la disposición de las fuerzas de misil de nuestra parte, disparateando que pasaron 9 horas y 22 minutos desde la emisión de la orden escrita hasta el lanzamiento.

Presentaron distintos resultados de análisis. ¿Será porque son mediocres de verdad o mezquinos habituados a analizar demasiado las cosas?

No sé si tendrán un poquito de consuelo si difaman y sacan así la evaluación a base de tales análisis incoherentes.

No hemos publicado el texto completo de la orden escrita emitida por nuestra Dirección Suprema.

Al dar a conocer una cosa más en esta oportunidad, en la orden escrita sobre el lanzamiento de ese día hay el párrafo que instruye realizar el lanzamiento de manera sorpresiva en el momento, que fuera juzgado conveniente y apropiado, entre las horas de la tarde después de bloquear perfectamente la zona periférica del campo de disparo, evacuar al personal y los equipos y tomar las medidas de seguridad.

Según ello, nuestros efectivos emprendieron esa importante acción militar a la hora más apropiada, como fue señalada en la orden, o sea, entre las 15:30 y las 19:45 tomando en cuenta la distancia de visibilidad correspondiente a las condiciones del tiempo y el aterrizaje de todos los 7 aviones enemigos movilizados en el espionaje aéreo.

En mi opinión, quizás hoy o mañana, los tipejos del círculo militar surcoreano dirán como muletilla de siempre la excusa de que detectaron previamente el síntoma de lanzamiento de misil por el Norte (de Corea) y que realizaban la vigilancia intensiva movilizando las propiedades de espionaje.

Está claro que en cuanto a la inacción de sus aviones de reconocimiento en esa hora, saldrán con vagos pretextos tales como que aunque no hubo el vuelo de esa misión, vigilaban con medios y métodos especiales bajo la “cooperación estrecha entre las autoridades de inteligencia del Sur de Corea y EE.UU.” y les incomoda explicar los detalles de lo ocurrido por la posibilidad de revelación de las propiedades de inteligencia militar y otros puntos preocupantes.

La concepción de lanzamiento sorpresivo no significa el tiempo que dura desde la transmisión de la orden hasta el lanzamiento.

Tengo que hablar también del combustible en forma de ampolla.

Es impropio, grosero y estúpido que esos sujetos, que no han hecho nunca ese combustible por cuenta propia, evaluaran a sus caprichos la tecnología ajena tras hojear algunos datos científico-técnicos.

Un llamado miembro honorario de investigación del instituto de la política de ciencias y técnicas repitió otra vez con una foto publicada por los tipejos japoneses la opinión de siempre, según la cual parece que fracasó la reentrada de la ojiva.

Me parece que esos imbéciles no pueden distinguir la ojiva, aun viendo la foto, con el separado objeto en vuelo de segundo escalón, ni saben la razón por la cual se acorta naturalmente la distancia entre ambas cosas en el tiempo de lanzamiento de alto ángulo.

Como ya expliqué una vez, si hubiera fracasado la reentrada de la ojiva en la atmósfera, resultaría imposible recibir las señales correspondientes de ella hasta el momento de su impacto.

Tal vez sirvan de consuelo si creen el chisme que dicen tales principiantes, quienes no tienen ni la noción elemental, haciéndose el especialista. Pero, no cambiará como desean ellos la situación crítica que afrontan realmente EE.UU. y el Sur de Corea y se generará sólo la confusión también en comprender correctamente tal circunstancia peligrosa.

Dejamos en claro que hemos adquirido la tecnología y capacidad satisfactorias y lo que nos queda por hacer es concentrarnos en incrementar el número de esas fuerzas.

Sería bueno que en lugar de sospechar o preocuparse de la tecnología ajena, piensen con más seriedad en las medidas para defenderse.

Tengo entendido que últimamente, se tornan activos los movimientos de los medios de ataque estratégico de las tropas norteamericanas en la región de la Península Coreana.

Estamos analizando con rigor las influencias de ese hecho sobre la seguridad de nuestro Estado y, en esta oportunidad, quiero volver a notificar como hecho consumado que emprenderemos la reacción equivalente en el caso de que juzguemos que existe algo preocupante en lo directo o indirecto.

Depende del carácter de acción de las tropas norteamericanas la frecuencia de uso del Pacífico como nuestro campo de lanzamiento.

Reafirmo una vez más que no hay cambio en la voluntad de hacerles pagar a los maníacos no. 1 que agravan la situación.

ACNC