El Consejo de Seguridad de la ONU debería condenar las acciones de EEUU y el Sur de Corea que agravan de la tensión militar

El director general del Departamento de Asuntos de EE.UU. del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Popular Democrática de Corea, Kwon Jong Gun, hizo pública el 24 de febrero la siguiente declaración:

Embajador Richard Mills, de EEUU, en el Consejo de Seguridad de la ONU

El pasado día 20, EE.UU. y sus satélites convocaron la llamada reunión abierta del Consejo de Seguridad de la ONU y cuestionaron otra vez el ejercicio del derecho a la autodefensa por parte de la RPDC.

Con gran disgusto, protestamos y condenamos fuertemente el mismo sometimiento del legítimo derecho a la autodefensa de un Estado soberano al debate del Consejo de Seguridad de la ONU.

Si el Consejo de Seguridad tiene de veras la intención de hacer aporte a la preservación de la paz y seguridad de la Península Coreana, debería condenar categóricamente las acciones de EE.UU. y el Sur de Corea en busca de agravación de la tensión militar, tales como la introducción de propiedades estratégicas y los ejercicios militares conjuntos de gran envergadura que tienen lugar con frecuencia contra la RPDC.

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EE.UU. y el Sur de Corea llevaron a cabo en el Pentágono el “ejercicio de operación de los medios del disuasivo ampliado”, ensayo de guerra nuclear contra la RPDC, y seguidamente, planean escenificar la farsa de visita a una base de submarino nuclear de las fuerzas norteamericanas, lo cual comprueba a qué grado llega su intento de enfrentarse con la RPDC.

Si el Consejo de Seguridad, que tiene como su misión principal el mantenimiento de la paz y seguridad del mundo, se convierte en el campo de danza macabra donde lo injusto e ilegal enjuicia como ahora lo justo y legítimo por la instigación de EE.UU. y sus satélites, esto traerá sólo el resultado negativo de poner de mal en peor la coyuntura de agravación de tensión militar en la Península Coreana.

En tal circunstancia, el representante estadounidense ante la ONU expuso la voluntad de promover de nuevo en el Consejo de Seguridad la aprobación de la “declaración presidencial” de condena al ejercicio de lanzamiento de un misil balístico intercontinental de la RPDC.

Esto deviene una violación evidente del derecho a la autodefensa de la RPDC y la prueba contundente de que el Consejo de Seguridad se convierte en un aparato de presión anti-RPDC de EE.UU.

Amenazando constantemente el ambiente de seguridad de la Península Coreana y la región, EE.UU. intenta por una parte consolidar la alianza con las fuerzas seguidoras y, por la otra, pretende negar unilateralmente el derecho a la autodefensa de nuestro país, hecho que constituye desprecio abierto e imperdonable desafío a la RPDC.

El derecho a la autodefensa es precisamente la soberanía nacional.

Puesto que EE.UU. se obstina en su intento de menoscabar nuestro derecho a la autodefensa colocando al frente al Consejo de Seguridad, no lo observaremos nunca con brazos cruzados.

El único remedio para prevenir el círculo vicioso de la agravación de tensión militar en la Península Coreana y su contorno reside en que EE.UU. exponga en claro su posición con acciones tales como la cancelación de su promesa de despliegue de propiedades estratégicas en el Sur de Corea y el cese de los ejercicios conjuntos de diferentes rótulos contra la RPDC.

Maniobras Estados Unidos/sur de Corea

EE.UU. deberá tener presente que si mantiene su conducta hostil y provocativa a la RPDC a pesar de nuestras reiteradas protestas y advertencias, ésa puede ser considerada como declaración de guerra contra nuestro Estado.

Naturalmente, ese país tendrá que intuir y aceptar las consecuencias que emanen de ello.

Aprovechando esta oportunidad, hacemos recordar nuestra posición de que si el Consejo de Seguridad de la ONU vuelve a poner sobre el tapete el tema de nuestro derecho a la autodefensa dejándose llevar por EE.UU., se tomarán las fuertes contramedidas equivalentes.

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