Cancillera coreana: el G7, colectivo de interés de la ínfima minoría de Estados, no representa la justa sociedad internacional

Choe Son Hui, ministra de Relaciones Exteriores

La ministra de Relaciones Exteriores de la República Popular Democrática de Corea, Choe Son Hui, hizo pública el 21 de abril la siguiente declaración:

Los cancilleres del G7 publicaron una «declaración conjunta» cuyos contenidos son intervencionistas e injustos, al cabo de cuestionar el ejercicio de la soberanía legal por la RPDC.

Con respecto a tal hecho, expongo la siguiente posición:

El G7 no tiene derecho ni calidad de hablar del ejercicio de la soberanía y la posición estatal de la República Popular Democrática de Corea.

Las medidas tomadas hasta la fecha por la RPDC para fortalecer la capacidad de autodefensa, son justas para detener la amenaza, defender la soberanía e integridad territorial del Estado y controlar de modo estable la situación regional de la Península Coreana frente al ambiente de seguridad inestable, creado por las acciones militares imprudentes y provocativas de EE.UU. y sus acólitos.

Para eliminar totalmente la amenaza proveniente de EE.UU. y las fuerzas hostiles solidarias y el ambiente desfavorable para la existencia independiente y desarrollo de nuestro Estado, tomaremos unas tras otras las medidas de acción ateniéndonos a todos los derechos legales del Estado soberano.

No hemos logrado la posición del país poseedor de armas nucleares por el obsequio de alguien o por el reconocimiento de otros, sino que lo hemos adquirido con la existencia de la capacidad real del disuasivo nuclear y fue establecida como una ley estatal según el decreto de la política de las fuerzas armadas nucleares de Estado, adoptado por la voluntad unánime de todo el pueblo coreano.

Ministros de exteriores del G7 en Karuizawa, Japón, abril de 2023

Los miembros del G7 insisten en la «renuncia nuclear completa y irreversible», hablando que la RPDC no puede ganar la posición del país poseedor de armas nucleares en virtud del Tratado de No Proliferación (TNP), lo que es una intervención en asuntos internos más absurda e ilegal, destinada a imponernos violar la ley estatal de la RPDC.

Evidentemente dicho, la RPDC se vio obligada a desarrollar las armas nucleares no para ganar el reconocimiento de alguien sino para defenderse a sí misma de la amenaza de EE.UU. He aquí la razón de la posesión de armas nucleares por nuestro país.

Quedará para siempre tal posición de la RPDC como una existencia innegable, sin importar el reconocimiento de EE.UU. y el Occidente.

Si piensan ellos que sólo Washington tiene el derecho y capacidad de golpe nuclear, es una consideración anacrónica.

Nos basta con las fuerzas capaces de responder a la amenaza nuclear de EE.UU. y no perseguiremos jamás el consentimiento ni aprobación de alguien.

EE.UU. y el Occidente no tienen derecho a acusar nuestra posición, que no cambiará nunca.

Lo que debe cambiar ahora no es nosotros sino EE.UU. y este país debe meditar para que se pueda garantizar su seguridad con el abandono total de su política hostil a la RPDC.

Es definitiva e irreversible la posición de la RPDC como potencia nuclear del mundo.

El G7, colectivo de interés bloqueado de la ínfima minoría de Estados, no representa la justa sociedad internacional y no pasa de ser un instrumento político que obedece a EE.UU. que intenta mantener la posición hegemónica.

No tenemos ningún interés en los asuntos del G7. Pero, si acaso ellos muestren alguna acción destinada a infringir la soberanía y el interés fundamental de la RPDC, no la permitiremos con la fuerte oposición.

Aprovecho esta ocasión para hacer recordar nueva y cortésmente a los cancilleres de G7 el hecho que la RPDC es libre de la obligación de cualquier tratado, con su retirada legal del Tratado de No Proliferación (TNP) hace 20 años según las formalidades estipuladas en el 10º artículo de este código internacional.

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