Ministro de Defensa coreano: EEUU lleva la crisis de Ucrania al borde de guerra nuclear mundial

El ministro de Defensa Nacional de la República Popular Democrática de Corea, General de Ejército Kang Sun Nam, hizo pública el 24 de agosto la siguiente declaración:
El pasado día 18, tuvo lugar en Camp David la Cumbre EE.UU., Japón y la «República de Corea» donde hubo un debate para estrechar la cooperación trilateral por la recuperación de Ucrania.
En una rueda de prensa conjunta ofrecida después de la cita, Biden volvió a fomentar el ambiente conflictivo con Rusia diciendo que es necesario el enfrentamiento común de la sociedad internacional a la invasión rusa a Ucrania y puede ocurrir tal incidente también en Asia.
Vale decir que se trata de un ejemplo de los esfuerzos agónicos de los compinches de Biden por fomentar el atenuante ambiente de ayuda a Ucrania al involucrar hasta a sus lacayos de la región asiática y por reparar su derrota política, cuando ante los habilísimos métodos de combate del ejército ruso, sale fracasada estos días la operación de contraataque emprendida por la banda de Zelenskiy con la absurda ambición de «rescatar los territorios».
El incidente de Ucrania es un producto inevitable de la ambición hegemónica de EE.UU. que al tomar a Rusia como enemigo principal a doblegar sin falta, vino recurriendo sin parar a la amenaza militar y la política de presión atentando de modo sistemático, junto con los países miembros de la OTAN, contra la seguridad e intereses estratégicos de Rusia.

EE.UU., culpable principal del flagelo de siglo acontecido en el continente europeo, habló de la supuesta cooperación citando a los fantoches, que se encuentran a miles de kilómetros de Kiev y no saben correctamente la esencia del incidente. Este mismo hecho significa una burla e insulto intolerables a la paz y seguridad internacionales y la vida de la humanidad.
Mediante el reciente debate, se conoció con toda claridad la siniestra intención de EE.UU. de maniatar a la «OTAN de versión asiática» a Japón y la «República de Corea», que son primera carne de cañón para su excesiva ambición de dominar el mundo, y formar un enorme cerco anti-Rusia y anti-China.
Si se toma en cuenta el comportamiento anterior, no es difícil suponer que los tipejos de la «República de Corea» y Japón habrán aceptado la demanda de EE.UU. de que tomaran parte activa en la asistencia militar a Ucrania. Es que ellos se ven obligados a obedecer a su amo, sin poder examinar que esto les dará la tranquilidad o la irreparable crisis de seguridad.
Ahora, la sociedad internacional alza las voces de condena a EE.UU. y sus satélites que se dedican sólo a los actos provocadores agravando aun más la ya bastante tensa situación regional del Nordeste Asiático debido a la fabricación exclusiva de fracciones y el enfrentamiento entre los campos.

Aprovechando esta oportunidad, quisiera exponer otra vez nuestra posición evidente a EE.UU. que al difundir de nuevo el «rumor de negocio de armas entre Corea y Rusia» con motivo de la reciente visita del ministro de Defensa Nacional de Rusia, General de Ejército Sergei Shoigu, a la RPDC, pronuncia chismes como violación de la «sanción» de la ONU y ayuda de Corea a la cruel guerra de agresión de Rusia.
EE.UU. lleva la crisis de Ucrania al borde de guerra nuclear mundial entregando al régimen títere de Zelenskiy hasta los cazas F-16 como si fuera poco el envío de las bombas de racimo y otras armas mortíferas al campo de batalla de Ucrania.
Por eso, no tiene ningún derecho legal ni la justificación moral para criticar la cooperación rutinaria que realizan los Estados soberanos en la esfera de seguridad de defensa nacional para salvaguardar la paz y seguridad de la región y el resto del mundo.
No hemos reconocido nunca las «resoluciones de sanción» del Consejo de Seguridad de la ONU, fabricadas por las fuerzas hostiles para acabar con nuestra soberanía y derecho a la existencia, y tampoco aceptamos en ningún caso la definición sobre la «agresión» de alguien, hecha por EE.UU. y el Occidente según su lógica y pauta de gángster.

Viendo el comportamiento de los enemigos muy inquietados e impacientes por desconocer qué otro ente de fuerza poderosa engendrarán con la cooperación e intercambio entre las potencias militares de talla mundial para romper el orden mundial unipolar bajo el liderazgo de EE.UU., llegamos a confirmar otra vez cuáles son la dirección y remedios para doblegar con mayor seguridad a nuestros rivales,
Aunque EE.UU. y sus lacayos hablan mucho de la «capacidad de reacción conjunta» a la amenaza de alguien, son inconmovibles nuestra voluntad y decisión de dar sin falta la respuesta militar de carácter aplastante y preventivo sin perdonar ni un comino las acciones militares hostiles contra nuestro Estado.
Enviamos una vez más el apoyo total y solidaridad a la justa causa del pueblo ruso para defender los derechos soberanos del Estado y hacer valer la justicia internacional y fortaleceremos por todos los medios la amistad y unidad combativas con Rusia en la lucha justa contra el enemigo común.
Estoy convencido de que llegará sin falta el día en que el heroico ejército ruso escribirá otra página gloriosa en su historia de gran victoria en la guerra, bajo el apoyo material y espiritual de las fuerzas justas y progresistas que superan al grupo occidental liderado por EE.UU.
Los cazas de fabricación norteamericana aterrizarán en el lodazal del arruinamiento
Por su parte, el Instituto de Estudio de los Asuntos Internacionales de la RPDC publicó el día 27 un comentario intitulado «Los cazas de fabricación norteamericana aterrizarán en el lodazal del arruinamiento».
Su texto completo sigue:

El incidente de Ucrania cae a lo más profundo del abismo de guerra debido a la reciente decisión de Holanda, Dinamarca y Noruega de suministrar a Ucrania los cazas F-16.
Desde el estallido del incidente ucranio, EE.UU. asumía una fingida actitud cautelosa evaluando de prematura la petición de las autoridades títeres de Zelenskiy sobre la entrega de los cazas de fabricación norteamericana. Pero, se quitó por fin la máscara de hierro y dio la luz verde al suministro de los cazas F-16 por parte de los países de Europa occidental.
Apreciando más que el oro los armamentos hechos en EE.UU. aunque estos fueran de verdad una chatarra y pensando estúpidamente que puede cambiar a su favor la situación de guerra si cuenta con los cazas F-16, la camarilla de Zelenskiy vino suplicando a EE.UU. que aprobara el suministro de cazas por los países europeos si no puede hacerlo directamente.
Hasta ahora, EE.UU. vino tomando una posición ambigua en ese tema bajo el pretexto de no desear la ampliación de guerra.
Pero, procedió apresuradamente a los trámites de suministro de dichos aviones de combate al ver el resultado trágico de la operación de «contraataque intrépido» de Ucrania, o sea, innumerables bajas y la destrucción de armas hechas en el Occidente.
En mayo pasado, Biden insinuó por primera vez a través de un tercer país la posibilidad de entregar los cazas a Ucrania y hace poco, el secretario de Estado Blinken prometió hacerlo en un futuro cercano.
El 24 de agosto, Biden y el Pentágono publicaron que comenzará en octubre el entrenamiento para los pilotos ucranios en una base aérea en el territorio principal estadounidense y aprobarán el suministro de los F-16 por terceros países tan pronto como terminara el adiestramiento.
Esta decisión significa el último recurso de los maníacos de enfrentamiento con Rusia que se pusieron perplejos ante el repetido fracaso de la contraofensiva de los compinches de Zelenskiy. Asimismo, constituye una prueba de que no hay ningún cambio en la siniestra intención de EE.UU. y el Occidente de hacer sufrir sin falta a Rusia una derrota estratégica.
Por otra parte, algunos países europeos toman la delantera en la ayuda militar a Ucrania haciendo uso de su «caballerosidad», lo cual no pasa de ser una locura irremediable que se basa en la «confianza» ciega en el paraguas de seguridad de EE.UU.
No es un secreto que a principios del incidente ucranio, EE.UU. presionó a los países europeos a entregar a las autoridades de Zelenskiy los cazas de fabricación soviética y recientemente, fundó la llamada «alianza de ayuda de cazas» agrupando a los países aliados y asignó enormes fondos en la recapacitación de los pilotos ucranios para el control de los cazas hechos en EE.UU.
La reciente decisión de EE.UU. y el Occidente, que vinieron elevando sistemáticamente el grado de ayuda a Ucrania como la entrega de sus tanques principales, bombas de uranio empobrecido y misiles cruceros, constituye un acto antipaz que destruye la tranquilidad y estabilidad de la región instigando la prolongación de la guerra.

Si se toma en cuenta que son precisamente los F-16 los aviones de los países aliados de la OTAN que cumplen la misión de atacar el territorio ruso cargando la bomba nuclear de fabricación estadounidense según el acuerdo de «compartimiento nuclear», el suministro de los mismos significa un gran paso adelante hacia la guerra nuclear contra Rusia.
La realidad comprueba que EE.UU. es el culpable principal que impide la solución pacífica del conflicto y lleva toda Europa al crisol de terrible guerra nuclear entregando a Ucrania las armas mortíferas de diversos tipos por conducto de sus satélites.
La justa sociedad internacional, incluida la RPDC, rechaza categóricamente como acto antiético el suministro de armas letales de EE.UU. y el Occidente a las autoridades títeres de Zelenskiy.
Sin abandonar todavía la ilusión de «derrota estratégica de Rusia», EE.UU. y el Occidente intentan cambiar la situación de guerra ucrania con la ayuda de cazas, pero esto no dará otro resultado que exponerse ellos mismos a la venganza fuerte de Rusia.
A vaticinar, junto con el aterrizaje de F-16 en Ucrania, la palabra algo familiar «derrota estratégica» se incluirá en las tarjetas de identidad de ellos completando el nuevo término «Derrota estratégica de EE.UU. y el Occidente».

Es una cuestión de tiempo que los cazas F-16, en que ellos depositan gran confianza, aparezcan como otro trofeo en los museos de victoria de Rusia.
No se puede impedir por nada el avance del heroico ejército y pueblo rusos, levantados por defender la justicia y paz, y el último destino de EE.UU. y el Occidente es el lodazal de arruinamiento.
ACNC