Choe Son Hui: Mientras exista el imperialismo, la posesión de armas nucleares es una opción inevitable
El 29 de septiembre, Estados Unidos y los Estados seguidores convocaron las negociaciones a puertas cerradas del Consejo de Seguridad de la ONU donde difamaron las inviolables actividades constitucionales y las medidas de fortalecimiento de la capacidad de autodefensa nacional de la RPDC.
Rechazo categóricamente la conducta ilegal de EE.UU. y otras fuerzas hostiles que cuestionaron el justo ejercicio de la soberanía de nuestro Estado como la «provocación» y «amenaza», calificándola de un desafío frontal a la soberanía de la RPDC y una intervención abierta en los asuntos internos de un Estado soberano.
Es una pauta de doble rasero el hecho que el CS de la ONU cuestiona solo el ejercicio de derecho soberano de nuestro Estado, haciendo vista gorda a las incesantes provocaciones militares de EE.UU. y sus acólitos que tomaron como política estatal el «fin del poder» de la RPDC, las cuales perturban la paz y estabilidad de la región de la Península Coreana.
La conducta anormal del CS de la ONU, que critica las actividades constitucionales, el uso legítimo del espacio y el desarrollo normal de las relaciones exteriores del Estado soberano, evidencia que en su esencia, la insistencia de las fuerzas hostiles en la «ejecución de la resolución» de la ONU significa la renuncia completa del poder estatal de la RPDC.
La fijación en máximo nivel de la posición legal de la República como el responsable país poseedor de las armas nucleares es un resultado inevitable del proceso histórico para reforzar la capacidad de defensa nacional y elevar la posición de la RPDC.
La legalización de la posición del país poseedor de las armas nucleares no sólo es una labor para enmendar los artículos del supremo código estatal, sino también reviste importancia en garantizar la eterna prosperidad de la RPDC y preparar la poderosa arma legal de defensa de la soberanía nuclear.
La posición y papel de las armas nucleares que juegan en garantizar la seguridad de nuestro Estado, reflejan correctamente la amenaza hostil proveniente del exterior y el cambio de la estructura mecánica geopolítica del mundo en el presente y el futuro.
Es una realidad innegable por nadie que las incesantes amenazas nucleares anti-RPDC, impuestas por EE.UU. y sus fuerzas seguidoras durante más de medio siglo, constituyen un factor decisivo y premisas que hicieron al país socialista poseer las armas nucleares y fortalecer sus fuerzas armadas nucleares.
Desde hace varios decenios antes de la posesión de estas armas por la RPDC, EE.UU. nuclearizó la región de la Península Coreana y vino recrudeciendo la amenaza nuclear contra la RPDC, por lo cual el país socialista se vio obligado a disponer de armas nucleares. Esto es la historia imborrable e incorregible.
Para hacer frente a EE.UU. y sus satélites que tomaron como su política el uso de las armas nucleares contra la RPDC, ésta presta más importancia al rol de estas armas en la seguridad del Estado y consolida su posición legal e institucional, lo que es un derecho independiente incuestionable de un Estado soberano.
Mientras exista el ente imperialista como EE.UU., la posesión de armas nucleares es la opción inevitable de nuestro Estado.
Si EE.UU. y otras fuerzas hostiles intentan negar o quitar la posición constitucional de nuestro Estado obligándonos la desnuclearización, lo consideraremos como la violación más flagrante a la soberanía y la constitución, que nos impone la renuncia de la Constitución y el régimen.
Aprovecho esta oportunidad para emitir la advertencia al Consejo de Seguridad de la ONU que lejos de la imparcialidad e igualdad, aplica sin vacilación alguna la pauta de doble rasero obedeciendo ciegamente a EE.UU.
Frenaremos con la reacción más fuerte y aplastante todas las tentativas de las fuerzas hostiles contra los derechos soberanos de la RPDC y defenderemos de los actos hostiles del exterior la posición del país poseedor de armas nucleares que es el máximo interés de la seguridad nacional.
ACNC