Corea socialista defiende la cooperación Sur-Sur bajo la bandera de la autosuficiencia colectiva en la Cumbre del G77

Tuvo lugar los días 21 y 22 en Kampala, capital de Uganda, la III Cumbre del Sur.

Además de la delegación coreana encabezada por Kim Son Gyong, enviado especial del gobierno de la República Popular Democrática de Corea y viceministro de Relaciones Exteriores, estuvieron presentes en la ocasión los jefes de Estado y gobierno y las delegaciones de alto nivel de más de 80 países y los representantes de las organizaciones regionales e internacionales.

El discurso de apertura estuvo a cargo del miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba y vicepresidente de la República de Cuba, país presidente del «G77 y China» de 2023, Salvador Antonio Valdés Mesa, e intervinieron los jefes de las delegaciones de los países participantes.

En su discurso, el jefe de la delegación coreana dijo que aunque pasaron más de 20 años desde la primera Cumbre del Sur, no se ha mejorado todavía el ambiente internacional para el desarrollo económico de los países en vías de desarrollo y se agrandan aun más las diferencias desequilibradas en el desarrollo entre los países desarrollados y los en vías de desarrollo que se observan en las relaciones económicas internacionales.

La realidad exige que el G77, unido firmemente de conformidad con su misión y objetivo, mejore la capacidad de negociación con los países desarrollados en el sector de economía internacional y redoble esfuerzos por establecer un nuevo orden económico internacional de carácter justo e imparcial, apuntó.

Prosiguió que los países en vías de desarrollo deberán rechazar tajantemente los intentos de imponer como única receta la concepción de valor específica y modelo económico en los escenarios de negociaciones Sur-Norte, sin permitir las medidas económicas unilaterales y coercitivas que se extienden a la violación de soberanía.

Para superar los desafíos severos y alcanzar las metas de desarrollo sostenible, es preciso que los países miembros del G77 corrijan cuanto antes el desigual orden económico internacional que impide el desarrollo normal de los países en vías de desarrollo, acotó.

Todos los países miembros -continuó- han de promover enérgicamente la cooperación Sur-Sur bajo la bandera de autosuficiencia colectiva que es remedio principal para fomentar el desarrollo de los países en vías de desarrollo y establecer un orden económico internacional de carácter imparcial y equitativo.

Al final, afirmó que la RPDC está dispuesta a hacer un gran aporte a la exitosa cooperación Sur-Sur compartiendo sus éxitos y experiencias obtenidos en la construcción del Estado y el desarrollo social y cumplirá con toda su responsabilidad y papel en lograr la prosperidad común y desarrollo sostenible de la humanidad al continuar en el futuro también la histórica tradición de esa colaboración.

Quedó aprobado en la ocasión el documento final de la III Cumbre del Sur en el que,  entre otros más de cien asuntos, reafirmaeom su apoyo de principios y de larga data al derecho del pueblo palestino a la libre determinación y al logro de la justicia y sus aspiraciones nacionales legítimas, incluidas la libertad, la paz y la dignidad en su Estado independiente de Palestina, con Jerusalén Oriental como su capital.

A su vez, deploraron las violaciones graves y sistemáticas del derecho internacional, incluidas las normas internacionales humanitarias y de derechos humanos, cometidas por Israel, la Potencia ocupante, en el territorio palestino ocupado, incluida Jerusalén Oriental, y exigieron el pleno cumplimiento del derecho internacional y la rendición de cuentas. También deploramos la terrible catástrofe humanitaria, las graves condiciones y desafíos socioeconómicos, incluida la pobreza extrema generalizada y la escala sin precedentes de muerte, devastación y destrucción, incluida la infraestructura civil esencial para la supervivencia humana y la salud, el agua, crisis de saneamiento, energía y telecomunicaciones que enfrenta la población civil, en particular como resultado del actual bloqueo y asedio ilegales israelíes y de los crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad cometidos por Israel, la Potencia ocupante, contra la población civil palestina en los territorios ocupados.

Reiteran el llamado al desmantelamiento completo y al cese inmediato de todas las actividades ilegales de asentamiento israelíes en el territorio palestino ocupado, incluida Jerusalén Oriental, y en el Golán sirio ocupado.

Instaron a Israel a que ponga fin a sus ataques contra la infraestructura civil de Siria, incluidos los aeropuertos civiles, lo que constituye una violación de los principios de la Carta de las Naciones Unidas y del derecho internacional, amenaza el sustento de los civiles y la seguridad de la aviación civil y obstaculiza las operaciones de las Naciones Unidas. Operaciones humanitarias de las Naciones Unidas.

Llamaron a Israel a poner fin a sus violaciones de la soberanía libanesa por aire, tierra y mar que amenazan su seguridad, y destacaeron la necesidad de que Israel se retire de todos los territorios libaneses ocupados, incluidas las granjas de Shebaa, las colinas de Kfarshouba y las tierras ocupadas en las afueras de la ciudad de Al-Mari, que incluye en parte la expansión urbana de la aldea de Ghajar.

Expresaron el más firme rechazo a la implementación de medidas coercitivas unilaterales y reiteramos nuestra solidaridad con Cuba, reafirndo el llamado al Gobierno de los Estados Unidos a poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a esa hermana nación desde hace más de seis décadas y que constituye el mayor impedimento para su pleno desarrollo.

ACNC

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