La República de Corea, Japón y Estados Unidos intensifican sus maniobras de guerra
Desde el comienzo del año, los bribones militares títeres realizaron el entrenamiento naval combinado y los ejercicios aéreos conjuntos introduciendo el portaaviones nuclear Carl Vinson, el cazabombardero estratégico nuclear B-1B y otras propiedades estratégicas norteamericanas y el destructor Aegis y cazas de Japón, lo cual causó la preocupación de la sociedad internacional.
Además de eso, ejercitaron a solas en incontables veces la guerra de agresión anti-RPDC.
Al igual que Yoon Suk Yeol, los cabecillas de la capa militar títere acudieron a porfías a las unidades avanzadas donde inculcaron la extremada fiebre conflictiva repitiendo palabras maliciosas como “reacción inmediata, categórica y consecuente” y “rotundo castigo merecido”.
Sólo en la primera semana de enero, tuvieron lugar de manera intensiva el “ejercicio de cañoneo por el Año Nuevo”, el entrenamiento de cañonazo y movilidad de destacamentos motorizados y los ejercicios de fuego naval y de traslado táctico en las cercanías de la frontera sur de la República Popular Democrática de Corea.
Desde el día 15 hasta el 19, los gángsteres de la 32ª división de infantería de las fuerzas terrestres llevaron a cabo un entrenamiento de ataque con misiles en la costa occidental, el de desembarco sorpresivo en la zona costera, etc. movilizando a miles de efectivos y más de 160 pertrechos letales.
La 55ª división de las fuerzas terrestres del ejército títere inició el día 22 el “entrenamiento en la estación de frío intenso” de carácter provocativo y, al mismo tiempo, la 7ª brigada de zapadores y la división de infantería motorizada de la capital realizaron el ejercicio de cruce del río en el invierno.
Y los bribones de la primera división de la infantería de marina libraron cada día el llamado ejercicio combinado anti-infiltración.
Después de desarrollar el “entrenamiento de tiro de combate” con el fin de “doblegar” las tropas del frente de la RPDC e “irrumpir” hasta en su retaguardia, los bribones de la 17ª división dispararon el 31 de enero hasta las bombas de alto poder, que se usan sólo en el tiempo de guerra, hablando del “mejoramiento de la capacidad de castigo correspondiente”.
En tales circunstancias, al publicarse el despliegue simultáneo de los 3 portaaviones norteamericanos en los alrededores de la Península Coreana, el ministro fantoche de Defensa Nacional se atrevió a pronunciar hasta los disparates como el “fin del poder” y la “eliminación de la dirección enemiga”.
Sabría hasta un niño de 3 años de edad que dadas las relaciones entre los dos países hostiles en el estado de guerra, tales palabras groseras significan la abierta declaración de guerra y el detonante de choque físico.
Ya hemos advertido que el principio de “reacción inmediata, categórica y consecuente”, de que hablan tanto los belicistas títeres, puede resultar la “muerte en el acto y en contra de la voluntad y el fin trágico”.
Ellos deberán tener presente que las maldiciones sobre la muy digna RPDC y los entrenamientos de guerra de distintos tamaños, que se desarrollan al paralelo renovando el récord de la historia, entrañan el peligro de acabar con el destino precario de la República de Corea fantoche en el estado ya crítico.
ACNC