Kim Yo Jong responde al Primer Ministro japonés: para establecer relaciones deben dejar de criticar el derecho legítimo de la RPDC a la autodefensa
La subjefa de departamento del Comité Central del Partido del Trabajo de Corea, Kim Yo Jong, hizo pública el 15 de febrero una declaración que sigue:
Según ha trascendido, el premier japonés Kishida dijo hace poco en la comisión presupuestaria de la cámara de representantes de la Dieta que siente fuertemente la necesidad de cambiar con audacia la situación actual de vínculos entre Japón y Corea.
Agregó que es muy importante que él mismo establezca con iniciativa las relaciones con el Presidente de Asuntos Estatales de la República Popular Democrática de Corea, y sigue esforzándose ahora por diferentes canales para este fin.
Me llama la atención también el hecho de que los medios de prensa de Japón hayan evaluado tales palabras del premier Kishida como exposición de una posición distinta a la de antes en cuanto al problema de relaciones bilaterales.
Creo que no hay el motivo de no valorar como positivo el reciente acto verbal del premier japonés, si partió de la intención verdadera de desarrollar las relaciones de los dos países liberándose con coraje de las trabas del pasado.
Todos reconocen que hasta la fecha, las relaciones de ambos países se mantuvieron durante varios decenios en la coyuntura de empeoramiento debido a que Japón sigue presentando como premisa el ya solucionado problema de secuestro y el de armas nucleares y misiles que no tiene nada que ver con el mejoramiento de vínculos bilaterales.
En mi opinión, ambos países pueden forjar juntos el nuevo futuro, si Japón toma la valiente decisión política de allanar una nueva vía de mejoramiento de relaciones con el comportamiento decente y acciones de buena fe, basados en el reconocimiento mutuo, abandonando con coraje su anacrónica conciencia hostil y obsesión irrealizable.
Puede empuñar la oportunidad y cambiar la historia sólo un político que tenga la sensatez y visión estratégica de prever el futuro sin comprometerse al pasado, la voluntad de adoptar una decisión política resuelta y la capacidad de ponerla en práctica.
No habría la razón que impida a los dos países llevarse bien y sería posible que llegue el día de la visita del premier japonés a Pyongyang, si Japón dejara su vicio de acusar injustamente el derecho de la RPDC a la autodefensa y no obstaculizase las perspectivas de vínculos bilaterales con el ya resuelto problema de secuestro.
Pero, a mi entender, la Dirección de nuestro Estado no tiene hasta el momento ningún proyecto para el mejoramiento de las relaciones Corea-Japón, ni está interesada en el contacto.
Habrá que observar más lo que piensa en su interioridad el premier Kishida.
Todo esto no pasa de ser mi opinión personal y no estoy en la posición de evaluar oficialmente las relaciones entre Corea y Japón.
ACNC