¿Qué es lo que busca Ucrania? – Agencia Central de Noticias de Corea
Según los datos recién publicados, durante los dos años y pico desde entonces, Ucrania sufrió más de 444.000 bajas y se redujo a 30% su economía nacional.
Además, se perdieron 3.500.000 empleos y escaparon al extranjero casi 10 millones de ucranianos para evadir el reclutamiento y por otras causas.
Entre tanto, se sienten cada vez más cansados los países miembros de la OTAN, que hablaban tanto de la «derrota estratégica» de Rusia entregando a Ucrania muchas armas y fondos bajo la instigación de EE.UU., hecho que hace más tenebrosas las perspectivas de ayuda a Ucrania y agrava las contradicciones y discrepancias.
Más de 30 miembros del bloque militar y otros países occidentales suministran armas y sumas astronómicas al campo de guerra de Ucrania obedeciendo a EE.UU., cabecilla de agresión, intervención, destrucción y saqueo, pero no tuvieron otro resultado que echar agua al mar.
Ahora, la opinión pública internacional comenta que Ucrania se hizo uno de los países más pobres de Europa y el privado de independencia.
Ucrania, que colinda con Rusia en la frontera oeste de ésta, era en 1991, año de su independencia, un país con más de 600.000 kilómetros cuadrados del territorio, tierras fértiles y abundantes recursos naturales.
Después de la desintegración de la ex URSS, EE.UU. emergió como «única superpotencia del mundo» y comenzó a extender sus garras de intervención para «subyugar totalmente» a Ucrania.
Se valió de todos los medios para fundar en ese país un gobierno pronorteamericano y pro-occidental con los lacayos que recibieron la educación en el Occidente y prometieron la subordinación a los intereses de EE.UU.
Cuando se estableció en Ucrania el poder proyanqui mediante un golpe de Estado dado en febrero de 2014 bajo el control trasero de EE.UU. y el Occidente, este imperio instigó a Kiev a ingresar en la OTAN.
Por otra parte, recurrió a la escalada de la amenaza de guerra desplegando enormes fuerzas armadas agresoras en los países satélites de la OTAN, situados en la frontera occidental de Rusia.
Por fin, las relaciones entre Rusia y Ucrania, que se llevaban bien cooperando estrechamente en el marco de la ex URSS, se tornaron irreconciliables, antagónicas y conflictivas debido a la persistente campaña anti-Rusia de EE.UU. y el Occidente.
Rusia no pudo tolerar en ningún caso el despliegue en las narices de Moscú de las fuerzas armadas agresoras de la OTAN, encabezadas por EE.UU., por el ingreso de Ucrania a este bloque, y tuvo que lanzar la operación militar especial el 24 de febrero de 2022.
Los analistas de la situación opinan que la causa de la tragedia en Ucrania reside en la política hegemónica de EE.UU. y la de obediencia a éste de los politiqueros occidentales que llevaron a la primera a la vía de enfrentamiento con Rusia.
Pero, la razón más importante es la política servil a EE.UU. y la de dependencia de las fuerzas extranjeras que practica el poder actual de Ucrania.
La banda títere de Zelenskiy, domada con neonazismo por EE.UU., suplicó la ayuda de armamentos y fondos a EE.UU. y los miembros de la OTAN, tan pronto como estallara el conflicto.
A su vez, EE.UU. impuso a sus satélites occidentales como la OTAN la ayuda total a Ucrania, despachó a sus asesores militares a las autoridades de Kiev y les suministró enormes armamentos de guerra y fondos.
Al mismo tiempo, intentó acabar con la economía de Rusia y asfixiar a su pueblo recrudeciendo más que nunca la sanción, presión y bloqueo en todos los aspectos.
Según las estadísticas, en el último bienio, se reportaron hasta noviembre de 2023 17.500 casos de sanción de EE.UU. y el Occidente contra Rusia.
Pero, en vez de cambiar la situación de guerra y sofocar la economía de Rusia, la sanción le ofreció oportunidades de autoabastecerse con recursos domésticos.
El año pasado, la tasa de crecimiento del PIB de Rusia fue 3.6%, cifra más alta que el índice promedio mundial, y por el contrario, la deuda estatal de Ucrania marcó el récord de la historia: 145.320 millones de US$.
Desesperados por las derrotas repetidas, los compinches de Zelenskiy suplican a EE.UU. y los países occidentales más fondos, misiles, tanques y proyectiles.
Numerosos ucranianos derraman en vano la sangre siendo víctimas de la histérica campaña anti-Rusia del poder títere proyanqui y carnes de cañón de EE.UU. y el Occidente.
El canciller ruso Serguei Lavrov dijo que EE.UU. y el Occidente controlaron a sus caprichos a Ucrania para dar la «derrota estratégica» a Rusia y como resultado, Ucrania se convirtió en el Estado más pobre de Europa y en las ruinas si bien heredó de la URSS las ricas potencialidades industriales y las autoridades de Kiev, en el «mendigo internacional» como reconoce todo el mundo.
El periódico alemán Die Welt insistió en que Rusia logrará evidentemente en este conflicto no sólo la victoria militar sino también la política y el tiempo transcurre en lo conveniente a este país que tiene enormes recursos y potencial humano.
El gobierno ruso expuso la posición tajante de no dejar a medias la operación militar especial que se desarrolla para proteger a los compatriotas de Donbass, que eran blancos de acoso y asesinato para las autoridades de Kiev, y lograr la desmilitarización y la eliminación de nazismo en Ucrania.
El actual incidente de Ucrania comprueba claramente cuán absurdo y autodestructivo es hacerse ilusiones con EE.UU. y el Occidente.
Con el anacrónico servilismo a EE.UU. y la dependencia de las fuerzas foráneas, el poder títere de Kiev trajo la destrucción del país y el arruinamiento de la nación.
El incidente de Ucrania plantea la necesidad de recordar una vez más esta verdad: la ilusión con EE.UU. y el Occidente es precisamente la autodestrucción.