La nueva unidad de intervención nuclear del Ejército Popular de Corea
Artículo de Alejandro Cao de Benós, Presidente de la KFA
El 27 de Julio de 2013, el pueblo de la RPD de Corea, invitados extranjeros, incluyendo oficiales de la Asociación de Amistad con Corea (KFA) y docenas de periodistas internacionales tuvieron la oportunidad de presenciar la mayor marcha militar nunca vista en la Plaza Kim Il Sung.
El 60 Aniversario de la Victoria en la Guerra de Liberación de la Patria Coreana se celebró con la asistencia de nuestro Mariscal Kim Jong Un, Presidente Kim Yong Nam y otros oficiales. El Vice-Presidente de la República Popular China también estuvo presente en el evento.
La marcha incluyó tropas del Ejército Popular de Corea, la Armada Popular y las Fuerzas Aéreas. La Guardia Roja Obrero-Campesina también trajo su equipo militar. La Guardia Universitaria, la Escuela Revolucionaria de Mangyongde, la Escuela Revolucionaria de Nampo les siguieron. Fue también impresionante la muestra de la Unión de Niños que contribuyó ampliamente en la guerra contra la agresión de EE.UU. Armados con ametralladoras y marchando con precisión, los niños de 10 años de edad demostraron que la gloriosa RPD de Corea es una fortaleza inexpugnable en la que sus 25 millones de habitantes conforman el mayor ejército en la historia.
Los Cazas producidos en la RPDC pintaron la bandera nacional en el cielo, mientras decenas de helicópteros cargados con misiles y armas pesadas realizaron maniobras espectaculares tan sólo a unos metros del público allí presente.
Tanques Songun y Chonma aparecieron, junto a misiles guiados por radar, aviones robot y misiles de 2 etapas.
Pero entre todas las impresionantes unidades hubo una que capturó la atención especial de los espectadores. Era la nueva unidad nuclear del Ejército Popular de Corea. Camiones cargados con soldados, cada uno de ellos portando una maleta en el pecho con un gran símbolo de radiación nuclear. Fue la primera vez que dicha unidad era desvelada.
El Gobierno de la RPD de Corea y la Comisión de Defensa Nacional ya han declarado en repetidas ocasiones que si los EE.UU. se atreven a atacar a la República, no habrá lugar en el que los enemigos puedan esconderse del contraataque. Esta afirmación es más evidente que nunca.
‘No existirá el mundo sin Corea’ es una frase que los imperialistas deben grabar en sus mentes.
La RPD de Corea cuenta con bastantes misiles intercontinentales con armas nucleares preparados para golpear en cualquier momento no sólo las bases de EE.UU. en el extranjero, sino cualquier parte de su propio territorio. Pero tan fuerte como esas armas es la unión y nexo indestructible entre el Líder, Partido, Ejército y Pueblo. Este es el espíritu de la unidad de intervención nuclear del EPC.
Claro está que los EE.UU. tienen el mayor arsenal en el mundo y que disponen de medios altamente tecnológicos, pero todos ellos serán inútiles si deciden atacar a la RPD de Corea y así iniciar el fin del mundo y la humanidad.
Los bravos soldados de la unidad de intervención nuclear, siguiendo órdenes de la Comandancia Suprema, pueden viajar por barca, lanzarse con paracaídas desde aviones o simplemente infiltrarse a pie cerca de cualquier base militar o gran ciudad, detonar su carga y aniquilar cualesquiera edificios y tropas. La ventaja es que al contrario de los misiles, no pueden ser fácilmente detectados e interceptados, cualquiera en Nueva York o Washington con un maletín puede ser un miembro de la unidad.
Una de las superioridades tácticas adicionales es que el soldado no tiene que acercarse a la Casa Blanca, basta que se encuentre a 90 kilómetros de ella para convertir todo su radio a cenizas.
Si el comando recibe instrucciones de detonar la carga mientras se encuentra en caída libre, el efecto crearía un pulso electromagnético (EMP) que deshabilitaría la red eléctrica y los aparatos electrónicos en una gran región.
La política arrogante e imperialista llega a su final. El desarrollo de armamento nuclear basado en uranio y plutonio, unido a la determinación de los soldados del Ejército Popular de Corea forzará a los EE.UU. a elegir: Respetar la RPD de Corea y coexistir pacíficamente, o iniciar el cacareado ataque quirúrgico y desatar el Armagedón.
Sobra decir que esta premisa se aplica a cualquier ejército y nación títere que considerara apoyar a su señor, los EE.UU., en su ataque a la RPDC.
Nadie tiene derecho a interferir en la soberanía de la RPDC. La RPDC es una nación armada nuclearmente, independientemente de las estúpidas declaraciones de que los EE.UU. no la reconocerán como tal o que China no permitirá una RPDC nuclear. Negar la realidad no hará desparecer las armas Songun.
Pyongyang sólo detendrá su desarrollo nuclear militar cuando la primera potencia nuclear, los EE.UU., acuerden desmantelar su propio arsenal, y la sospecha general es que eso no sucederá en breve.
Los EE.UU. deben mostrar su actitud conciliadora real firmando el Tratado de Paz, solicitado muchas veces por la RPDC, y que concluiría la guerra de 1950. Hasta entonces, sus palabras no serán creíbles.
Así como la RPDC no dicta como los ciudadanos americanos deben vivir o escoger sus políticas y liderazgo, los EE.UU. deben aprender a aceptar la cultura y forma de vida del resto si acaso pretenden continuar viviendo el ‘Sueño Americano’.
Creo que todos los revolucionarios españoles, tenemos la abligacion moral de estar al lado de Corea del Norte y de su ejercito.