El Ministerio de Relaciones Exteriores demanda la retirada de las tropas norteamericanas del Sur de Corea

El día 8 se cumplen los 71 años desde cuando EE.UU. ocupó militarmente la parte sur de Corea.

    En la declaración del día 7 el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Popular Democrática de Corea señaló que el período de más de 70 años desde la ocupación del suelo surcoreano por las tropas norteamericanos es la historia en que perduraban la guerra, el enfrentamiento y la agravación de la tensión en la Península Coreana y continuó:

    Hoy día, las tropas norteamericanas ocupantes del Sur de Corea devienen un ente canceroso que perjudica la paz y la seguridad de la Península Coreana y la región y acarrea el nubarrón de la guerra termonuclear.

    Después del fin de la Segunda Guerra Mundial, EE.UU. ocupó el suelo surcoreano bajo el pretexto de “desarme” de los imperialistas japoneses, dividió a la nación y el territorio de Corea en dos partes persiguiendo la ambición agresiva de dominar Asia y el resto del mundo y acarreó los desastres de la guerra al pueblo coreano.

    Durante más de 60 años que datan de la firma del Acuerdo de Armisticio, introdujo en el suelo surcoreano y su contorno las amas nucleares y otras enormes fuerzas armadas agresoras y agravó ininterrumpidamente la situación de la Península Coreana y la región librando los ejercicios bélicos conjuntos anti-RPDC de diferentes formas.

    La situación de la Península Coreana se encuentra permanentemente en la situación incontrolable y repite el círculo vicioso de la agravación de la tensión, debido al aumento armamentista de EE.UU. y a los ejercicios militares conjuntos agresivos que se desarrollan cada año bajo el mando de las tropas norteamericanas ocupantes del Sur de Corea.

    Bajo el cartel de la “flexibilidad estratégica”, estas tropas yanquis se transformaron como “tropas de movilidad estratégica” que puedan intervenir en los conflictos regionales mostrando más claramente su carácter agresivo. Estos días, tratan de emplazar en el Sur de Corea el sistema antimisiles THAAD que toma a su alcance operacional hasta los países periféricos.

    La realidad demuestra claramente que sin retirar los uniformados estadounidenses del Sur de Corea no se puede esperar en la paz duradera ni el aseguramiento de seguridad de la Península Coreana y el resto del Nordeste Asiático.

    Hemos optado el armamento nuclear para defender la soberanía, la subsistencia, la paz y la seguridad del país frente a la política extremada de hostilidad y la amenaza de guerra nuclear de EE.UU. contra la RPDC y consolida por todos los medios el disuasivo nuclear de autodefensa tomando como línea estratégica el desarrollo paralelo de la construcción económica y la de las fuerzas armadas nucleares.

    EE.UU. debe revocar la anacrónica política de hostilidad a la RPDC, dándose clara cuenta de la corriente de la época y de la posición estratégica de la RPDC en la lista avanzada de las potencias nucleares, sustituir el Acuerdo de Armisticio por el convenio de paz y retirar de inmediato sus uniformados y pertrechos de guerra acantonados en la parte mitad del territorio coreano.

KCNA