Declaración del portavoz de la Representación del Ejército Popular de Corea en Phanmunjom
En estos días, los imperialistas norteamericanos exponen más abiertamente su intento de perpetuar la ocupación del suelo surcoreano multiplicando sus tentativas de desatar la guerra nuclear de agresión contra el Norte de Corea.
Al respecto, el portavoz de la Representación del Ejército Popular de Corea en Phanmunjom publicó el día 14 una declaración que sigue:
El día 11, el edificio de la comandancia del 8º ejército norteamericano ocupante del Sur de Corea fue trasladado a la Base Humphrey de Phyongthaek de la provincia de Kyonggi y tuvo lugar la “ceremonia inaugural del nuevo edificio” a que fueron invitados los cabecillas del gobierno y ejército títeres surcoreanos y los conservadores ultraderechistas y otra chusma.
En su “discurso de bienvenida” pronunciado ese día, el comandante del 8º ejército alentó a sus lacayos surcoreanos diciendo que la base militar norteamericana de Phyongthaek es “otro testimonio de la solidez de la alianza Surcorea-EE.UU.” y cometió la fanfarronada de mostrar a los periodistas hasta el interior del enclave.
El traslado a Phyongthaek de la comandancia del 8º ejército norteamericano había sido consultado y promovido desde el año 2003 junto con los títeres surcoreanos con el objetivo de evacuar las bases militares de EE.UU. en el Sur de Corea a la región al sur del río Han por el temor al fuego artillero de largo alcance del Ejército Popular de Corea.
Específicamente, fue el producto de la siniestra intención de los uniformados yanquis de mantener sólo su vida sin importar que se mueran los soldados títeres surcoreanos.
El mismo hecho de que EE.UU. anuncia a bombo y platillos del traslado de esa unidad militar, brigada de choque y avanzada de la eventual guerra contra el Norte de Corea, significa exponer abiertamente su intento de perpetuar la ocupación del Sur de Corea y enfrentarse hasta el final con la RPDC.
Al considerar la Península Coreana como importante punto estratégico, o sea, el cruce de las fuerzas marítimas y las continentales, EE.UU. quiere mantener su presencia militar en el territorio surcoreano para ocupar toda Corea y más adelante, realizar su ambición de dominar el mundo entero. He aquí la meta de la política norteamericana sobre Asia que sigue vigente siglo tras siglo.
La tragedia del imperio americano reside en que él no conoce bien el inagotable poderío del EPC.
Dondequiera que se encuentren, sea Phyongthaek o Pusan, las bases militares norteamericanas, primer blanco de ataque de nuestro ejército, no podrán esquivar jamás el implacable golpe demoledor de nuestros artilleros de largo alcance.
Sufrirán el destino de destrucción trágica si los belicistas yanquis se mantienen estacionados en suelo surcoreano y cometen imprudentes acciones de enfrentamiento militar desoyendo nuestra advertencia.
KCNA