Kim Jong Un felicita a los pilotos de helicópteros por el rescate de los damnificados en la inundación
Con su indoblegable espíritu y temperamento de lucha creó otra leyenda de la valerosa aviación roja del Partido del Trabajo de Corea que conmueve a todo el país.
El estimado camarada Kim Jong Un, Secretario General del PTC y Presidente de Asuntos Estatales de la República Popular Democrática de Corea, visitó el 2 de agosto la unidad de helicópteros de las fuerzas aéreas del Ejército Popular de Corea que protagonizó un milagro en la operación del rescate aéreo.
En el área de mantenimiento de equipos de la unidad flameaba la bandera nacional y estaban alineados los helicópteros que habían sido movilizados en el rescate.
En espera del momento glorioso en que tendrían al Comandante Supremo en su unidad, todos los oficiales y soldados sintieron profunda veneración a él que con su fervoroso amor al pueblo y voluntad de defenderlo a todo trance, organizó y dirigió personalmente el rescate en un lugar en que con el paso del tiempo la riada ponía en mayor peligro su seguridad personal, pero que colma de honores a los uniformados.
Cuando él llegó a la unidad, los oficiales y soldados le acogieron con estruendosas vivas tributándole su sincero homenaje y gloria.
Kim Jong Un recibió el saludo de honor por parte del comandante de las fuerzas aéreas del EPC y rindió homenaje a los estandartes de éstas y la unidad que visitaba.
Le acogieron respetuosamente los altos mandos de las fuerzas aéreas y los comandantes de la unidad.
Respondiendo a la aclamación, él estimuló con un saludo cordial a los uniformados fidedignos que honraron con méritos relevantes el nombre de la aviación durante la operación de salvamento contrarreloj para cumplir la orden especial de la Comisión Militar Central del Partido.
Le acompañaron Choe Ryong Hae, miembro del Presidium del Buró Político del CC del PTC, primer vicepresidente del Comité de Asuntos Estatales y presidente del Presidium de la Asamblea Popular Suprema de la RPDC; Pak Jong Chon, vicepresidente de la Comisión Militar Central y secretario del CC del PTC; Kang Sun Nam, ministro de Defensa Nacional de la RPDC; y Ri Yong Gil, jefe del Estado Mayor General del EPC.
Se efectuó la ceremonia de condecoración a la unidad que realizó un mérito relevante en la sagrada defensa del pueblo.
Se interpretó el himno nacional de la RPDC.
Kim Jong Un pronunció un discurso apasionado y alentador.
He visitado aquí de regreso del campo de resarcimiento de los daños con el deseo de alabar a voces a los pilotos de esta unidad que protagonizaron un mérito incomparable en defensa de nuestro pueblo que es el único del mundo y como el cielo, dijo y añadió que el mismo hecho de celebrar por todo lo alto la ceremonia de condecoración para que todo el ejército aprenda de ellos y para darlos a conocer a todo el mundo da la medida de sus hazañas y de su apreciación por el Partido y la patria.
No se puede catalogar más que como un milagro el hecho de que no se haya reportado ni una pérdida humana en la zona de Sinuiju, la más perjudicada por las inundaciones ocasionadas por las lluvias muy intensas y la consiguiente crecida brusca de su caudal en la cuenca del río Amnok, afirmó y se refirió a la combatividad incomparable de los oficiales y soldados de las fuerzas aéreas que realizaron méritos formidables con su gran coraje ante la crisis aun en las peligrosísimas condiciones climáticas y exhibiendo sin reserva su profesionalidad e impecabilidad en el cumplimiento de otra misión que asumieron de forma consecutiva.
Así batieron el récord más valioso y orgulloso, digno de transmitirse para siempre en la historia de gestas de nuestro ejército heroico, acotó y expresó su sincero agradecimiento a todos ellos que defendieron al pueblo que es como el cielo exponiéndose al peligro en sus vuelos en medio de nubarrones y lluvias torrenciales, revalidando así la confianza de éste en el Partido y el gobierno.
Agradeció también a todos los pilotos que volvieran sanos y salvos, aunque hubo un aterrizaje imprevisto de un helicóptero en la zona de rescate mientras cumplía su misión.
Igualmente, extendió su cordial agradecimiento a los combatientes de la brigada de francotiradores de las fuerzas navales, la flotilla de patrulla naval de la guarnición fronteriza y la Dirección General de Exploración que tomaron parte en la campaña de socorro.
Precisó que los pilotos de la unidad de helicópteros demostraron con su capacidad real, no en una calificación en el campo de entrenamiento sino en el campo de batalla donde pone en juego la vida, cuál es la actitud propia del soldado digno de ser imitado por el ejército entero y cuál es la unidad bien preparada.
Viéndolos a todos actuar de manera organizada y especializada y sin vacilación alguna en la zona damnificada que desconocían, en un pésimo tiempo, tras incorporarse al rescate en horas nocturnas tan pronto como recibieran la orden del CC del Partido, me quedé muy emocionado por la alegría de haber encontrado una unidad realmente ejemplar, dijo.
Al apreciar en especial el espíritu de combate y loable mundo ideo-espiritual del jefe de la unidad quien sabe ponerse a la vanguardia antes de dar la orden, afirmó que el Partido requiere de comandantes como él, muy competentes, de campaña y acción, que exige la guerra moderna.
Aquel día quedé muy conmovido observándolo cumplir una tras otra, sin dar ninguna muestra de cansancio, las sucesivas y repetitivas misiones de vuelos de reconocimiento, rescate y búsqueda, recordó y volvió a calificar de prodigioso que salvaran la vida de más de 4.200 personas en apenas unas horas con helicópteros pequeños, en total la de más de 5.000 personas, incluyendo el récord conseguido por otras unidades que cumplieron la misión del rescate fluvial.
Eso es un éxito más grande que haber derribado diez y cien aviones enemigos, un mérito perdurable que merece los calificativos «heroico» y «milagroso» y una hazaña plausible que debe resplandecer y transmitirse más por el carácter de su misión que fue la defensa del pueblo, ensalzó.
Aunque son múltiples los fenómenos del cielo y no existe ninguna trayectoria definida en su espacio interminable, la de nuestras fuerzas aéreas es la que señalan el Partido y la revolución y, por esta razón, son tan honrosas las estelas de los vuelos que nuestros aviadores dejan con sus hazañas, apuntó.
Expresó la convicción de que los pilotos y demás integrantes de la unidad defenderán firmemente la causa del Partido, la seguridad del espacio aéreo jurisdiccional y la tranquilidad del pueblo exhibiendo su ardiente lealtad patriótica y espíritu de combate heroico, como lo hicieron hasta la fecha.
Hizo hincapié en que deben ser exhaustivos también en la aniquilación de los enemigos mediante la revolución del entrenamiento, al igual que en la defensa del pueblo en que fueron valerosos, hábiles y decididos.
Ahora los despreciables medios de prensa del enemigo difunden noticias tergiversadas suponiendo que pueden superar 1.000 o 1.500 muertes en nuestras zonas inundadas y que varios helicópteros pueden haberse derribado en el cumplimiento de la misión de rescate, dijo y agregó que es más que evidente el objetivo perverso que persiguen los tipejos de Seúl con esa demagogia.
El enemigo no cambia, sentenció y criticó mordazmente el vicio y la naturaleza asquerosa de las escorias humanas de la República de Corea, obsesionadas en la propaganda tendenciosa destinada a desprestigiar y mancillar a la República Popular Democrática de Corea.
Jamás renunciaremos a la defensa nacional para el resarcimiento de los daños de las calamidades naturales o el mejoramiento de la vida de la población, como tampoco prestaremos menos atención al mejoramiento de la vida del pueblo en beneficio de la defensa nacional, sentenció tajantemente.
Al referirse al futuro rumbo de las fuerzas aéreas, afirmó que ellas seguirán haciendo un gran aporte a preservar la seguridad del Estado y la paz y estabilidad de la región.
El pueblo es nuestro cielo, dijo y destacó la necesidad de terminar cuanto antes el resarcimiento de daños pensando en las incomodidades que siguen sufriendo los evacuados en estos instantes de calor sofocante.
En los tiempos difíciles debe reinar en el país entero la virtud comunista de «Uno para todos y todos para uno», resaltó y encomendó encarecidamente a los militares que también a este respecto deben ser hijos devotos del pueblo.
Al reiterar su agradecimiento a la unidad por su hazaña en la defensa del pueblo, formuló votos sinceros por el futuro siempre victorioso y glorioso de la heroica aviación del pueblo.
Al concluir su discurso, volvieron a tronar las eufóricas aclamaciones de los oficiales y soldados allí presentes.
Todos ellos agradecieron sinceramente al Comandante Supremo quien presenta como orgullo del Partido y el Estado a ellos que no hicieron más que cumplir fielmente la misión de la sagrada aviación del pueblo. Y redoblaron la voluntad de ser en todo momento consecuentes y valientes en la defensa de la soberanía de la patria y la tranquilidad y el bienestar del pueblo, tal como se lee en la consigna de su estandarte glorioso.
Choe Ryong Hae dio lectura a los decretos del Presidium de la Asamblea Popular Suprema de la RPDC sobre el otorgamiento de la Orden de la Libertad e Independencia de primera clase a la unidad de helicópteros y el título de Héroe de la República a su comandante que la condujo a realizar méritos en la defensa del pueblo.
Kim Jong Un otorgó personalmente la orden y la colocó en el estandarte de la unidad.
Confirió también a su comandante el título de Héroe de la RPDC, la Medalla Estrella de Oro y la Orden Bandera Nacional de primera clase.
A 47 pilotos e ingenieros de a bordo les fue entregado el diploma de honor a título del Comandante Supremo de las fuerzas armadas de la RPDC.
Los uniformados vitorearon con euforia y emoción al gran comandante quien los aprecia altamente como tropas especiales del Comité Central del Partido y pelotón suicida en defensa de la revolución y el pueblo y tiene en alta estima las hazañas que realizan en su servicio militar.
Su jefe intervino para hacer un juramento en representación de la unidad.
La abnegación del gran padre, quien considera al pueblo como a sus propios familiares y parte de su cuerpo y no admite la pérdida de ninguno de ellos, fue una fuerza irresistible que les dio el valor de desafiar las lluvias torrenciales y las tormentas, y el factor principal del milagro en el rescate aéreo, dijo él.
Juró solemnemente que los halcones rojos de la valerosa aviación continuarán sin la menor desviación los vuelos de fidelidad, considerando como su vida entera la confianza del Comandante Supremo y el CC del Partido.
Los participantes en el acto de la condecoración tomaron la firme decisión de hacer gala de las cualidades espirituales y el temperamento de la aviación del pueblo en la tarea de velar por la tranquilidad, los derechos y los intereses del Estado y el pueblo, al poner de pleno manifiesto la firme convicción revolucionaria, el patriotismo y el espíritu de servicio abnegado, con que hasta la fecha han apoyado al frente la idea y la causa del gran CC del Partido.
Tuvo lugar un desfile de la guardia de honor de las fuerzas aéreas del EPC.
Kim Jong Un se retrató con los pilotos beneméritos junto con el estandarte de la unidad.
Reiteró que el Partido y el pueblo se enorgullecen más que nadie de los oficiales y soldados de las fuerzas aéreas que juntos se empeñan en servir incondicionalmente al pueblo con el elevado concepto de la revolución y la vida de que el más feliz es el que está orgulloso de tener el mismo propósito, voluntad y acción que su Comandante Supremo.
Expresó su seguridad de que engalanará su honor de hoy con proezas más relevantes.
Repercutieron en el cielo de agosto los clamores «Kim Jong Un» y «defensa a ultranza» que reflejaban la firme decisión de los aviadores de seguir demostrando la bravura de las aves fénix rojas del PTC dispuestas a volar en medio de los más peligrosos nubarrones y tormentas, teniendo como su puntal espiritual el inmenso amor y confianza de su Comandante Supremo.
Por la noche, Kim Jong Un ofreció un banquete en honor de los militares de la unidad laureada.
Los cuadros del Partido, el gobierno y el ejército, que estaban presentes en él, los felicitaron cordialmente.
Pasaron horas de felicidad, cargadas de fraternidad y confianza entre el comandante y sus soldados.
Con esta visita de amor y estímulo, que se registrará con letras doradas en la historia del ejército, el Comandante Supremo colocó en un lugar preferencial las brillantes tradiciones y la invencibilidad de la aviación del pueblo que en su defensa de la patria y el pueblo ha dado muestras de la lealtad incondicional y del heroísmo, así como la alentó a realizar sucesivas hazañas.
ACNC