El Gobierno de la RPDC condena la sofistería de la "desnuclearización del Norte"
En el Séptimo Congreso del Partido del Trabajo de Corea aclararon la posición política de la República Popular Democrática de Corea de dedicar ingentes esfuerzos para acabar con el origen del peligro de la guerra nuclear que se impone por Estados Unidos, apoyándose en nuestra potente capacidad de disuasión nuclear, y para preservar de esta manera la paz de nuestra región y el resto del mundo, y de no ser la primera en usarlas mientras las fuerzas agresivas hostiles no violen su soberanía con ese medio, cumplir con honestidad el deber de la no proliferación nuclear asumido ante la comunidad internacional y empeñarse en desnuclearizar el mundo.
Ya la RPDC entró en el trabajo de nueva etapa para su implementación.
Pero, EE.UU., las autoridades surcoreanas y otras fuerzas hostiles anti-RPDC ensucian las opiniones internas y externas soltando con tesón las sofisterías de que las armas nucleares de la RPDC devienen la «amenaza» a la paz de la Península Coreana y el resto del mundo y ningún problema será solucionado antes de que se anteponga la «desnuclearización del Norte».
Ese imperio niega con la absurda condición premisa de la llamada «renuncia nuclear de Norte, primero» la propuesta constructiva de la RPDC de cambiar el Acuerdo de Armisticio entre la RPDC y EE.UU. por el convenio de paz. Y desafía frontalmente con la insistencia de la «desnuclearización del Norte, primero» a las sinceras propuestas y los esfuerzos de diálogo de la RPDC destinados a la mejora de relaciones íntercoreanas y la reintegración de la patria.
Particularmente, la horda de Park Geun-hye vagabundea por todas partes del mundo mendigando el respaldo para la «renuncia de armas nucleares de la RPDC en primer lugar». Y aprovecha de todas las ocasiones para pedir la cooperación en la sanción y presión contra la RPDC.
En su declaración publicada hoy, el portavoz del gobierno de la RPDC condena que tales hechos devienen un proceder estúpido que tergiversó completamente la esencia del asunto de la desnuclearización de la Península Coreana, y una imprudencia absurda de los criminales nucleares tendentes a encubrir su naturaleza e imponer a la RPDC la renuncia de armas nucleares.
La desnuclearización en que insistimos es la de toda la extensión de la Península Coreana y en ella se incluyen la «cancelación nuclear en el Sur de Corea» y la desnuclearización de los contornos del suelo surcoreano.
EE.UU. y los compinches títeres surcoreanos, responsables que produjeron y agravaron el problema nuclear de la Península Coreana, no tienen la calidad elemental de hablar de la supuesta «desnuclearización del Norte», señala la nota.
Y revela los crímenes de EE.UU. y el Sur de Corea que llevaron al fracaso el proceso de desnuclearización de la Península Coreana y continuó:
Si EE.UU. y las autoridades surcoreanas tienen un mínimo interés en la desnuclearización de la Península coreana, deben aceptar primero nuestra demanda de principios siguientes:
Primero, hay que dar a la publicidad todos los armamentos nucleares norteamericanos que no reconocen ni niegan tras introducirlos en el suelo surcoreano.
Segundo, deben abolir todas las armas nucleares y sus bases en el territorio surcoreano y recibir la verificación del mundo.
Tercero, tienen que dar la garantía de que no volverán a introducir los medios de ataque nuclear que EE.UU. despliega con frecuencia en la Península Coreana y su contorno.
Cuarto, hay que prometer firmemente el que en cualquier caso no amenazarán a la RPDC con las armas nucleares y los actos bélicos en que se movilicen los pertrechos nucleares ni emplearán las armas nucleares contra la ella.
Quinto, deben declarar la retirada de tropas yanquis que toman el derecho a uso de armas nucleares en el suelo surcoreano.
Si EE.UU. y el Sur de Corea aspiran de veras la desnuclearización de la Península Coreana, «el mundo libre de armas nucleares» y el «mundo pacífico», no tendrán ninguna razón de no aceptar esas demandas justas nuestras.
Si se logran realmente tales garantías de seguridad, tomaremos las medidas correspondientes y así se preparará una brecha trascendental en el logro de desnuclearización de la Península Coreana.
Aprovechando esta ocasión, aconsejamos a Park y otras autoridades surcoreanas a no hacer más artimañas para buscar su salida de la crisis en la absurda insistencia «desnuclearización del Norte» en connivencia con su amo gringo al ver correctamente la realidad creada ante ellas mismas.
Tienen que darse clara cuenta de que si siguen ignorando estas demandas de principio nuestras se intensificarán más en lo cualitativo y cuantitativo nuestras armas nucleares y su poderío llegará a la cimera inimaginable a medida que pasa el tiempo.
La desnuclearización de la Península Coreana depende totalmente del proceder de EE.UU. y las autoridades surcoreanas.
KCNA