El 25 de junio de 1950 el imperialismo norteamericano desencadenó la guerra agresiva contra el pueblo coreano liberado 5 años antes de la ocupación militar del imperialismo japonés, para aplastar en su cuna a nuestra República fundada hace dos años. El Ejército Popular de Corea transformado en las fuerzas armadas regulares hace dos años debía enfrentar al ejército norteamericano que se fanfarroneaba de la “supremacía” del mundo al haber salido siempre victorioso en más de 110 guerras agresivas, a las tropas de 15 países satélites, el ejército surcoreano y los militaristas nipones. Fue una guerra desigual y ardua para el pueblo coreano.

Pero los agresores equivocaron a Corea.

Dos proyectos de operación

En noviembre de 1950, el Comandante Supremo Kim Il Sung convocó en Oryugol de la comuna Yonha, cantón Kosan, distrito Manpho, la reunión de operación de los jefes y comisarios políticos de las unidades combinadas del EPC, a fin de frustrar la nueva ofensiva general del ejército estadounidense.

El Comandante Supremo que hacía los preparativos de una reunión velando la noche salió al patio a la amanecida, dirigió la mirada al río Jangja, y expresó que se podría construir en varios lugares las centrales hidroeléctricas como la del Jangja al aprovechar los ríos que fluyen al Mar Este y el Oeste desde las cordilleras Rangrim y Pujon de la región septentrional del país.

Después de la reunión militar, él llamó a los funcionarios de la empresa de construcción de la central hidroeléctrica del río Jangja y se reunió con los civiles vestidos con trajes de trabajo en el mismo lugar donde estuvieron reunidos hasta momentos antes los jefes de los cuerpos y divisiones con charreteras de general.

La construcción de la central comenzada en 1949 fue interrumpida por la guerra y muchos constructores salieron al frente.

Informado de este hecho, el gran Líder dijo en serio tomar medidas para retirar del frente a las fuerzas técnicas de la construcción.

Al tomar fuertemente las manos de los cuadros reunidos, enfatizó que no debían dispersar las fuerzas de construcción de la central, hacer los preparativos para reanudar la construcción inmediatamente después del triunfo de la guerra.

Así se discutieron al mismo tiempo dos proyectos: el de la operación militar destinada a destruir la “ofensiva general de Navidad” del ejército norteamericano y el de hacer los preparativos de la construcción de la central hidroeléctrica del río Jangja.

Naenara

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