Llegan al Sur de Corea dos bombarderos estratégicos nucleares "B-1B"

Los imperialistas norteamericanos despacharon la víspera con urgencia al cielo surcoreano los dos bombarderos estratégicos nucleares «B-1B».

    Después del entrenamiento de ataque a objetivos terrestres realizado en el campo de tiro de Sangdong, uno de ellos fue desplegado en la base aérea de Osan por primera vez de acuerdo con fuentes extranjeras.

    EE.UU. dice que el despliegue de «B-1B» en suelo surcoreano obedece a la «conclusión» de que el vuelo del mismo en cielo de la Península Coreana no es suficiente para frenar la continua provocación y amenaza del Norte (de Corea) y demostrar la voluntad de disuasivo ampliado prometido al país aliado (Sur de Corea).

    Anuncia públicamente que ese avión participará también en el acto por el «día de fuerzas aéreas conjuntas Sur de Corea-EE.UU. de 2016» que tendrá lugar los días 24 y 25 de este mes.

    La frecuente presencia del connotado medio estratégico en el cielo surcoreano parte del siniestro intento de EE.UU. de asestar el golpe preventivo nuclear contra la RPDC en cualquier momento que le sea oportuno.

    El culpable principal de la campaña de provocación de nueva guerra y del empeoramiento de la situación de la Península Coreana es EE.UU. que introduce continuamente en el Sur de Corea sus bombarderos estratégicos nucleares pretextando el incremento del disuasivo nuclear de la RPDC con fines de autodefensa y lleva la situación a la fase incontrolable a punto de guerra nuclear.

    Si se cierne el nubarrón, cae el aguacero.

    La escalada de provocaciones militares de belicistas norteamericanos puede reproducir la guerra coreana desatada el 25 de junio de 1950.

    La situación de la Península Coreana y sus periferias se torna extremadamente delicada.

    La realidad comprueba que nadie tiene derecho a censurar las muy justas medidas de la RPDC para elevar su capacidad de ataque nuclear.

    Es natural que se tomen de modo sucesivo y múltiple las contramedidas de la RPDC para llevar al fracaso la recrudescente campaña de EE.UU. para atropellarla.

    Los agresores norteamericanos deben darse cuenta de que su entrada en el suelo surcoreano significa ponerse más cerca del alcance del ataque de la RPDC.

    Para la RPDC que tiene la más elevada capacidad de atacar con artefactos nucleares a todas las tropas norteamericanas en el territorio estadounidense más allá del Océano y en el teatro operacional del Pacífico, es más fácil que matar a las moscas exterminar a los agresores introducidos en el Sur de Corea.

    Les advertimos que actúen con prudencia.

KCNA

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