Revelan la amenaza nuclear de más de 70 años de EE.UU. contra la RPDC

El Comité Nacional Coreano por la Defensa de la Paz (CNCDP) y el Comité Pannacional de Medidas Emergentes (CPME) contra los Ejercicios de Guerra Nuclear anti-Norte publicaron el día 30 el acta de acusación conjunta para revelar la historia criminal de EE.UU. que durante más de 70 años después de la ocupación del territorio surcoreano, vino amenazando y chantajeando con armas nucleares a la nación coreana y anduvo desesperado para convertir la Península Coreana en el campo de guerra nuclear.

Según el documento, inmediatamente después de la derrota del imperialismo japonés en la segunda guerra mundial, EE.UU. ocupó ilegalmente el suelo surcoreano y lo convirtió en una gran base militar para la guerra de agresión a la República Popular Democrática de Corea y tomar la hegemonía mundial practicando la dominación militar.

Lejos de sacar la lección de su derrota vergonzosa en la guerra coreana y la firma al pie del Acuerdo de Armisticio, EE.UU. dio acicate a los preparativos de provocación de nueva guerra de agresión anti-RPDC y procedió a la conversión del suelo surcoreano en la base avanzada nuclear, revela el acta y continúa:

Aún después de aparición del Tratado de No Proliferación que prohíbe la introducción de armas nucleares en un Estado o región desnuclearizada, EE.UU. emplazó sin parar en el Sur de Corea los proyectiles de cañones de tiro parabólico de 155 mm de calibre, las bombas nucleares, los misiles nucleares de diferentes tipos, los bombarderos nucleares F-16 y hasta la bomba N conocida como «arma diabólica del siglo XX» y el misil nuclear de mediano alcance Pershing 2. De esta manera, infringió flagrantemente el TNP y convirtió el Sur de Corea en el mayor arsenal nuclear del Extremo Oriente.

Ya a mediados de la década de 1980, llegó a más de mil 720 el número de armas nucleares norteamericanas ubicadas en el suelo surcoreano con una densidad 4 veces mayor que la de mismos artefactos desplegados en la zona de la OTAN.

A finales de la década de 1980 y a principios de la década de 1990 cuando acontecían algunos cambios en la situación internacional y se alzaba el clima contra la guerra nuclear en el interior y exterior, EE.UU. creó la «crisis nuclear» en la Península Coreana hablando de las «sospechas de desarrollo nuclear del Norte».

Considerando a la RPDC como una espina atravesada en su garganta, trazó el complot para aislarla y aplastarla y lo concretó con el rumor de las «sospechas de desarrollo nuclear del Norte» y la «crisis nuclear».

En 1993, presentó el plan de guerra nuclear anti-RPDC y el año siguiente, insistió abiertamente en la «represalia militar» anunciando la «reevaluación de los preparativos para la guerra nuclear».

En la década de 2000, intensificó la campaña nuclear anti-RPDC publicando hasta el «guión de desarrollo de arma nuclear del Norte».

En enero de 2003, la RPDC se retiró del TNP para defender la soberanía y dignidad del país y la nación, lo cual fue una medida rotunda y justa conveniente al reglamento internacional.

Desde hace mucho tiempo, los imperialistas norteamericanos realizaron fanáticamente los ejercicios de guerra nuclear anti-RPDC en la Península Coreana.

A citar ejemplos, tuvieron lugar los ejercicios conjuntos Foal Eagle en 24 ocasiones, Team Spirit en 17 ocasiones, los ejercicios combinados de refuerzo para el tiempo de guerra en 8 ocasiones y Ulji Focus Lens en 33 ocasiones.

En la década de 2000, los imperialistas norteamericanos desarrollaron anualmente los ejercicios bélicos conjuntos cambiando el nombre y fusionando los simulacros anteriores.

Los ejercicios bélicos conjuntos Key Resolve y Foal Eagle y Ulji Freedom Guardian se han librado hasta este año 10 veces, respectivamente.

En varios países del orbe, se efectúan los ejercicios militares, pero no hubo los maníacos de guerra nuclear como los imperialistas norteamericanos que durante más de 60 años después de la firma del Acuerdo de Armisticio, desarrollan incesantemente los ejercicios de guerra de agresión anti-RPDC de gran envergadura en el suelo surcoreano y su contorno.

Las tentativas de guerra nuclear de EE.UU. en la Península Coreana llegan al clímax en el mandato de la administración Trump.

A principios del año en curso, Trump se hizo el dueño de la Casa Blanca como 45º presidente estadounidense.

Ese viejo loco presentó la «máxima presión y compromiso» como política de hostilidad a la RPDC y pronunció los disparates violentos como «llamas y furia» y «destrucción total».

Debido a su conducta imprudente, la situación de la Península Coreana se encuentra ahora en los umbrales de guerra nuclear.

Todos los hechos y la realidad demuestran que los imperialistas norteamericanos son autores que han convertido la Península Coreana en la zona más candente del mundo y en el campo de guerra nuclear más peligroso.

La culpabilidad de la crisis de guerra nuclear recae también sobre los sucesivos gobernantes surcoreanos que se sumaron a la campaña de guerra nuclear anti-RPDC de EE.UU.

Ya pasó el tiempo en que EE.UU. amenazaba y chantajeaba con armas nucleares a la nación coreana.

El disuasivo nuclear de la RPDC se consolidará sin parar hasta que se ponga punto final a las maniobras de agresión y guerra nuclear de EE.UU.

KCNA

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