Recientemente, se ha revelado que el círculo militar surcoreano se hizo cargo de mantener las bombas de uranio empobrecido de las tropas norteamericanas ocupantes del Sur de Corea, hecho que provoca gran indignación de la población de diferentes sectores.

Según trascendidos, las fuerzas aéreas surcoreanas cuidaron hasta la fecha con su fuerza laboral 1.320.000 proyectiles de uranio empobrecido de las tropas norteamericanas, conservados en el aeropuerto militar de Suwon de la provincia de Kyonggi, malgastando cada año enormes fondos.

Anteriormente, se había desatado gran escándalo en el suelo surcoreano al conocerse que rendido ante la fuerte protesta de los habitantes japoneses, EE.UU. trasladó al territorio surcoreano todas las bombas de uranio empobrecido, que se encontraban en su base militar de Okinawa, y almacena 2.740.000 proyectiles de igual tipo en sus bases militares distribuidas en Suwon y Osan de la provincia de Kyonggi y Chongju de la provincia de Chungchong del Norte, etc.

Pero, es la primera vez que se revela que el círculo militar surcoreano mantiene directamente esos artefactos letales.

El hecho demuestra la vergonzosa actitud servil a EE.UU. de las autoridades surcoreanas.

La bomba de uranio empobrecido está prohibida en nuestro planeta porque destruye gravemente el ambiente ecológico y causa las enfermedades incurables como leucemia y cáncer.

EE.UU. las usó en masa en las guerras contra Irán, Yugoslavia e Iraq dejando como saldo numerosas pérdidas humanas. Y sufren gran dolor hasta los soldados estadounidenses, que lo usaron en aquellas contiendas bélicas.

Insatisfechas con la conversión del suelo surcoreano en zona experimental de armas bioquímicas de EE.UU. y campo de tratamiento de sus residuos, las autoridades militares surcoreanas cuidan con atención las bombas diabólicas rechazadas por todo el mundo.

Hoy en día, están desplegadas por doquier del mundo las bases militares de EE.UU., pero no existen las autoridades como las surcoreanas que mendigan a las fuerzas extranjeras la presencia militar y almacenan sus armamentos de exterminio masivo entregándoles hasta los impuestos recaudados al pueblo.

El Sur de Corea es la colonia miserable de EE.UU.

Y las autoridades surcoreanas son sirvientes de EE.UU. y traidores a la nación.

Ahora los habitantes y los medios de prensa del Sur de Corea deploran el hecho recién conocido que no se puede imaginar aunque se tome en cuenta el leonino “Acuerdo Administrativo” Sur de Corea-EE.UU.

El servilismo a las fuerzas extranjeras no trae nada más que el maltrato, la humillación, las calamidades y el sacrificio.

(Pyongyang, 29 de octubre, ACNC)