Joe Biden sigue aplicando la caduca política de «diplomacia y represión severa» contra Corea

Kwon Jong Gun comenta el primer discurso de política de Joe Biden

El director general del Departamento de Asuntos de EE.UU. del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Popular Democrática de Corea, Kwon Jong Gun, publicó el día 2 de mayo la declaración:

El Presidente estadounidense, Joe Biden, cometió otra vez un desliz al pronunciar en su primer discurso en el Congreso desde que tomara posesión del cargo.

Al acusar a nuestro país como una «amenaza seria» para la seguridad de EE.UU. y el mundo, habló de diplomacia y la represión severa, lo que ya hemos previsto y escuchado siempre de los estadounidenses.

Pero, no podemos tolerar que el mandatario norteamericano haya expuesto de tal manera la posición sobre la RPDC en su primer discurso sobre política.

Sus palabras entrañan del todo el sentido de recurrir invariablemente a la política hostil anti-RPDC, que viene persiguiendo EE.UU. por más de medio siglo.

Hasta los especialistas norteamericanos evalúan que esa sola oración basta para conocer muchas cosas del rumbo y enfoque de la revisión de la política sobre la RPDC.

Kwon Jong Gun

EE.UU., que vino amenazándonos con la política hostil anti-RPDC, cuya brutalidad no tiene precedentes y el chantaje nuclear permanente, describió nuestro disuasivo de autodefensa como «amenaza», hecho que constituye algo muy ilógico y una violación de nuestro derecho a la autodefensa.

La «diplomacia» en que insiste EE.UU. no pasa de ser un cartel vistoso para ocultar sus actos hostiles y la «represión», un medio para amenazarnos con el arma nuclear.

Los ejercicios de guerra nuclear contra la RPDC, que se desarrollaron tan pronto como apareciera el nuevo poder en EE.UU., muestran con hechos quién es el amenazador real en la Península Coreana y confirman una vez más que se debe preparar el poderoso disuasivo para hacer frente a EE.UU.

Si EE.UU. intenta tratar las relaciones con la RPDC manoseando la caduca y atrasada política desde la visión y concepción del tiempo de la Guerra Fría, sufrirá en un futuro no lejano una crisis que le resultará cada vez más difícil para costear.

Seguramente, el mandatario norteamericano cometió a estas alturas un error muy grande.

Ya que se hizo claro el fundamento de la nueva política norteamericana sobre nuestro país, nos veremos obligados a tomar las medidas correspondientes y EE.UU. afrontará la coyuntura muy severa con el paso de tiempo.

Declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Popular Democrática de Corea

El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Popular Democrática de Corea hizo pública el día 2 de mayo la siguiente declaración:

El 28 de abril, en un comunicado publicado en relación con un «acto» organizado por las entidades de DDHH anti-RPDC, el vocero del Departamento de Estado de Estados Unidos describió como «violación de DDHH» las medidas profilácticas tomadas por nuestro Estado para defender la vida y seguridad de los habitantes desde la pandemia y cometió una grave provocación política de ofender la dignidad de nuestra Dirección Suprema.

El MINREX de la RPDC denuncia categóricamente la presente provocación de EE.UU. considerándola como muestra coherente de la política hostil anticoreana, destinada a manchar la imagen de nuestro Estado, y como violación abierta de la soberanía de éste.

El «problema de DDHH» de que habla tanto EE.UU. no pasa de ser un complot político inventado para acabar con nuestra idea y régimen.

EE.UU. ni siquiera tiene derecho a hablar de ese tema, ya que impuso a nuestro pueblo indecibles desgracias y sufrimientos, recurriendo a la inaudita y cruel política hostil.

Familia desahuciada en Phoenix, EEUU.

Es precisamente EE.UU. el país privado de DDHH y el más fracasado del mundo en la campaña profiláctica donde mueren casi todos los días mujeres y hombres inocentes, debido la desigualdad social, discriminación racial y se totalizan en más de 580.000 los muertos por COVID-19.

En ese «mundo de la civilización», según la expresión de autoalabanza de EE.UU., el número de muertos por armas de fuego supera anualmente los 40.000 y campean los crímenes de toda índole.

EE.UU. debe someterse a la investigación internacional sobre sus brutales violaciones y atentados contra derechos humanos y asumir la responsabilidad total.

Ya hemos declarado en claro que responderemos de manera más categórica al caso de ofensa a nuestra máxima dignidad, la más sagrada y más preciosa que la vida, sea quien fuera su autor e independientemente de su dimensión.

Sin embargo, el presente caso de insulto constituye una señal obvia de que EE.UU. está preparando la confrontación total con nuestro país, y una respuesta clara a cómo tratarnos con el nuevo poder norteamericano.

Para nosotros, los DDHH son precisamente la soberanía del Estado.

Policías matan a Daniel Prude, aplicándole la bolsa en plena calle, septiembre de 2020, Nueva York.

No vemos obligados a tomar las medidas correspondientes ya que EE.UU. expuso abiertamente su intento de atropellar a nuestro país con la «represión rotunda» negando nuestra idea y régimen, y malempleando los DDHH como un instrumento de intervención en asuntos internos y herramienta política para derrocar al régimen.

Hemos advertido en la medida comprensible para EE.UU., que saldrá malparado si nos toca.

EE.UU. se arrepentirá sin falta de su acción imprudente, cometida desoyendo nuestra advertencia.

ACNC

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