Recuerdan el 75º aniversario del comienzo de la guerra imperialista yanqui contra Corea

Actos sindicales

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Con motivo del Día de Lucha Antiyanqui-25 de junio (día del comienzo de la la invasión armada de los imperialistas norteamericanos contra la República Popular Democrática de Corea hace 75 años, en 1950)  las organizaciones de masas organizaron durante las vísperas diversos actos de juramento de venganza.

La Federación General de los Sindicatos de Corea en convocó en el patio de educación frente al Pabellón Central de Educación Clasista el acto de juramento de venganza de los obreros.

Los oradores señalaron que aunque transcurrieron más de 70 años desde el cese de fuego de la guerra, los obreros de todo el país no olvidan los crímenes inauditos cometidos por los enemigos.

Se torna cada día más abierta la ambición de agresión de los imperialistas, destacaron y refirieron que los enemigos recurren frenéticamente a la provocación de guerra nuclear, amenazando así los derechos a la subsistencia y el desarrollo del pueblo coreano.

Por mucho que los enemigos hagan esfuerzos febriles, no podrán vencer al pueblo de la Corea poderosa de hoy, guiado por el gran General Insigne y listo en lo político-militar, apuntaron.

Descargarán la cólera si viene el día de la batalla decisiva, afirmaron y expresaron la decisión de dinamizar la campaña por el alza productiva en aras de lograr el desarrollo integral del socialismo al estilo coreano, tomando el fusil en una mano y el martillo en la otra.

Acto seguido, los participantes recorrieron el Pabellón Central de Educación Clasista.

La Unión de Trabajadores Agrícolas de Corea lo convocó frente al Pabellón de Educación Clasista de la Comuna Susan.

En el mitin participaron los militantes, el Comité Central de la UTAC y su filial en la ciudad de Nampho y los trabajadores agrícolas.

Se escucharon el informe e intervenciones. Los oradores dijeron que todos los trabajadores agrícolas e integrantes de la UTAC están colmados de la enemistad volviendo a recordar los crímenes inauditos de los imperialistas norteamericanos que hace ahora 75 años impusieron la guerra al pueblo coreano que construía nueva sociedad.

Aunque transcurrió mucho tiempo desde aquel día, el 25 de junio se queda aún como una herida incurable en el alma del pueblo coreano, señalaron.

Exigieron a todos los trabajadores agrícolas apoyar con toda sinceridad al Ejército Popular y tomar parte activa en los movimientos patrióticos socialistas y otros masivos revolucionarios para la prosperidad y desarrollo de la patria.

Y les instaron que glorificaran con aumento de producción cerealera este año del aniversario 80 de la fundación del Partido del Trabajo de Corea al dar continuidad al espíritu y modo de lucha de los campesinos patrióticos del tiempo de guerra.

Con anterioridad, los participantes recorrieron el pabellón arriba citado.

Acto de Mujeres

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La Unión Socialista de Mujeres de Corea lo organizó frente al Pabellón Central de Educación Clasista. En el acto, las oradoras dijeron que la masacre inaudita perpetrada por los invasores norteamericanos en la pasada Guerra de Liberación de la Patria deja saber que ellos son el enemigo jurado del pueblo coreano.

Expresaron la voluntad férrea de vengarse del imperialismo norteamericano y las escorias de la República de Corea si los agresores vuelven a provocar la guerra.

Exhortaron a hacer contribución sustancial a fortalecer la capacidad defensiva del país al colocarse en los puestos de defensa nacional y brindar apoyo sincero al Ejército Popular, teniendo presente que la felicidad y el futuro brillante de las generaciones venideras se garantizan por las poderosas fuerzas armadas.

Manifestaron la decisión de hacer gala del ímpetu y temperamento revolucionarios de la población femenina coreana en la lucha por consolidar más la base revolucionaria, la clasista, y cumplir sin falta la resolución del Pleno del Comité Central del Partido del Trabajo de Corea, uniéndose compactamente en torno al estimado camarada Kim Jong Un.

En el acto participaron las cuadros del CC de la USMC y las directivas e integrantes de la misma entidad social en esta capital.

Actos de la Juventud

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La Unión de la Juventud Patriótica Socialista hizo lo propio en el Anfiteatro al Aire Libre del Parque Juventud y en la explanada del Museo Conmemorativo de la Victoria en la Guerra de Liberación de la Patria. En el anfiteatro se proyectó un vídeo que da a conocer los crímenes abominables del imperialismo yanqui perpetrados durante la Guerra y frente al Museo intervino una conferenciante del Pabellón Central de Educación Clasista quien condenó los crímenes de los imperialistas norteamericanos que provocaron la guerra agresiva en la patria pacífica y dejaron la herida incurable en el alma del pueblo coreano.

Apuntó que la guerra convirtió las escuelas, avenidas y aldeas patrias en las ruinas y el matadero humano.

Si los enemigos vuelvan a agredir la patria, todos los estudiantes deben luchar con valentía por defender la tierra natal y escuelas como lo hicieron los guardias infantiles en el tiempo de guerra, subrayó.

Acto seguido, se escucharon las intervenciones. Los oradores dijeron que se prepararán como vanguardias de la lucha clasista antiimperialista y antiyanqui, bien conscientes de que la ilusión por los enemigos significa la muerte, y se incorporarán más activamente a las campañas de brindar ayuda al Ejército Popular y hacer trabajos provechosos para contribuir al fortalecimiento de defensa nacional.

Manifestaron la decisión de cultivar el alma de fidelidad y patriotismo en la carrera escolar e ingresar al ejército después de inaugurarse de las escuelas para defender la patria socialista con los fusiles de revolución y clase.

Exposición de bellas artes clasista

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El 24 de junio inauguraron en la Casa Internacional de Cultura de Pyongyang la exposición de bellas artes con el tema de educación clasista.

Se exhibieron en la sede las pinturas que dan a conocer los crímenes inauditos de los imperialistas norteamericanos y japoneses y otros enemigos jurados.

Los visitantes redoblan el odio y enemistad viendo las pinturas al óleo sobre los crímenes de los imperialistas norteamericanos que mataron salvajemente a los inocentes y hasta los infantes durante la Guerra de Liberación de la Patria.

Se ven otras piezas que revelan los trayectos criminales de los imperialistas japoneses que impusieron la vida de esclavitud al pueblo coreano tras ocupar ilegalmente a Corea.

Algunas obras reflejan la voluntad del pueblo coreano de aniquilar a los imperialistas yanquis y los maníacos bélicos de la República de Corea que recurren frenéticamente a aplastar la digna RPDC.

Recorrieron la galería los funcionarios y creadores de la rama de bellas artes y los trabajadores.

ACNC

Hace 75 años, eco de la Guerra de Liberación de la Patria

La Guerra de Liberación de la Patria (1950-1953) registrada en la historia como conflicto entre el rifle y el proyectil nuclear fue un enconado enfrentamiento entre EE.UU., caudillo de agresión, y la República Popular Democrática de Corea, joven Estado de apenas dos años y recién liberado cinco años antes de la ocupación militar del imperialismo japonés (1905-1945).

Mac Arthur, entonces comandante de las tropas estadounidenses en el Extremo Oriente fanfarroneó que concluiría la riña en 72 horas.

Bajo el pretexto de hacer el ejercicio conjunto de las fuerzas terrestres, marítima y aérea desde fines de abril de 1950, EE.UU. envió a Japón dos portaaviones, dos cruceros y 6 destructores para amplificar el poderío de su séptima flota e introdujo en Japón tres regimientos de bombarderos “B-26” y “B-29”, seis regimientos de aviones de caza y dos regimientos de aviones de transporte. Mientras tanto, reforzó a cuatro divisiones del Octavo Cuerpo de tropas norteamericanas acreditado en el país isleño con gran número de tanques, cañones, equipos de transporte y otras armas de modo que hizo prepararse completamente para ser introducidas en cualquier momento en el frente coreano.

En el libro japonés titulado “Guerra coreana” se menciona: En vísperas del inicio de la Guerra Coreana, las fuerzas aéreas de EE.UU. en Japón prepararon 375 aviones de combate incluyendo aviones de propulsión a chorro, 40 aviones de combate nocturno, 80 bombarderos, 50 aviones de transporte y enlace, respectivamente, en totalidad 595 aviones. Mac Arthur creyó que con estas fuerzas aéreas del Extremo Oriente terminaría fácilmente la guerra coreana.

Una vez que se desató dicho conflicto, el mundo expresó la compasión y preocupación por el destino de la RPD de Corea.

Frente a tal situación crítica, el Presidente Kim Il Sung convocó el 25 de junio de 1950 la reunión de emergencia del Buró Político del Comité Central del Partido del Trabajo de Corea y el gabinete de la RPD de Corea, ocasión en que dio al EPC y la Guarnición Popular la orden de impedir la agresión militar del enemigo y pasar al contraataque inmediato y decisivo.

Liberación de Seul por el Ejército Popular de Corea en 1950

En acato a su medida estratégica y orientación operacional, las tropas del EPC, concentrando sus fuerzas principales en la operación de liberar a Seúl, pasaron al contraataque inmediato en todos los frentes, de resultas que liberaron a Seúl a los tres días del inicio de la guerra.

Los norteamericanos movilizaron más de 2 millones de efectivos, incluyendo la tercera parte de sus tropas terrestres, la quinta parte de sus fuerzas aéreas, la mayor parte de la flota del Pacífico, militares de 15 países satélites, el ejército de la República de Corea y los sobrevivientes del antiguo ejército japonés, gastaron más de 73 millones de toneladas de materiales militares y 165.000 millones de dólares, 11 veces más de lo que habían consumido en la guerra del Pacífico, y utilizaron hasta armas biológicas y químicas. Pero no tuvo otro remedio que firmar en el acuerdo de armisticio, acta de capitulación.

La derrota de EE.UU. superó en realidad la imaginación. Sus pérdidas en los tres años del conflicto fue 2,3 veces mayor que la sufrida en la campaña del Pacífico contra el imperialismo japonés de 4 años. Bradly, exjefe del Estado Mayor Conjunto de los Estados Unidos confesó: la guerra era todo un error de selección del tiempo, lugar y enemigo.

De verdad, los agresores norteamericanos seleccionaron erróneamente a su rival. Los estratégas americanos no pudieron calcular cuán temible fuerza manifiesta el pueblo coreano unido compactamente en torno al gran Líder, camarada Kim Il Sung para defender su régimen precioso. Tampoco pudieron calcular el indoblegable espíritu de nuestro pueblo de querer luchar por su patria a costa de la vida aunque no tiene modernos armamentos.

Durante la guerra, los yanquis asesinaron a su antojo a innumerables personas, destruyeron ciudades y aldeas y no vacilaron en utilizar armas biológicas y químicas. Especialmente la gran matanza a los pobladores inocentes está grabada profundamente en la mente de nuestro pueblo.

La barbarie de las tropas norteamericanas superó la imaginación. Sacaron los ojos y el corazón, cortaron el cuello con cortadora de paja, desmembraron, clavaron grandes clavos en la cabeza y mataron con la sierra. Abrieron el vientre de embarazadas y sacaron fetos para tirarlos al suelo, cortaron senos, violaron a las mujeres por turno y clavaron la estaca en la vulva. Separaron a los niños del seno de las madres y echaron gasolina a los pequeños que buscaban leche y agua y luego prendieron fuego para matarlos.

De esta forma, mataron solo en el distrito Sinchon de la provincia de Hwanghae del Sur más de 35.300 habitantes inofensivos, cuarta parte de la población.

Además, mediante crueles bombardeos y cañoneos maraton a más de 1.231.540 personas.

Al analizar en el terreno las atrocidades de los yanquis, el grupo de investigación de la Federación Internacional de Mujeres Democráticas reveló en su informe así: “En las regiones ocupadas temporalmente por el ejército norteamericano, centenares de miles de pobladores inocentes recibieron torturas junto con su familia, incluyendo viejos y jóvenes, murieron a fuego y latigazos y fueron enterrados vivos… Tales matanzas y torturas masivas son más terribles que las cometidas por los nazis de Hitler en los países europeos que ocuparon temporalmente.”

Un medio extranjero transmitió que las atrocidades más diabólicas en el siglo XX se cometieron por el ejército yanqui en Corea.

No se borran fácilmente la ira y el odio grabados en los tuétanos.

Ya nuestro pueblo manifestó que dará un golpe demoledor a los agresores y descargará el rencor acumulado por decenas de años cuando EE.UU. y sus fuerzas satélites provoquen otra guerra en esta tierra.

La Guerra de Liberación de la Patria dejó en la historia la lección de que a los maniacos de la agresión y guerra que violan la justicia y la paz les pertenecerán solo la derrota y la muerte.

Ko Chol Hwa y Han Su Yong

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