El pueblo coreano recuerda a Kim Jong Il en su 83º aniversario

Kim Jong Il junto con sus padres.

En ocasión del Día de la Estrella Luz (16 de febrero), aniversario del nacimiento del Querido Líder camarada Kim Jong Il, todos los trabajadores, campesinos, intelectuales, estudiantes y soldados del Ejército Popular de Corea expresan sublime homenaje al Dirigente quien vino conduciendo el país por el sendero de la victoria mostrando el amor y abnegación por la patria y el pueblo, y le desean eternidad.

El camarada Kim Jong Il nació el 16 de febrero de 1942 en una isba en el valle Sobaseksu del monte Paektu (2.750m de altura) cuando su padre, el Gran Líder camarada Kim Il Sung dirigía la Lucha Revolucionaria Antijaponesa en esta zona montañosa, junto con su madre Kim Jong Suk, heroína de la guerra antijaponesa.

En la selva donde soplaban ventiscas y vientos fuertes y se oían detonaciones de fusil y cañón, el Dirigente creció viviendo junto con los combatientes antijaponeses. Aún se conserva su isba natal en su estado original en la zona del monte Paektu.

Nacido en el Paektu, monte sagrado de la revolución, creció experimentando las dos guerras revolucionarias, la construcción de la nueva patria y la rehabilitación y construcción posbélicas. Tomando como su misión de toda la vida completar generación tras generación la causa revolucionaria del Juche allanada por el Líder, dirigió la revolución y su construcción, acumulando méritos que serán inmortales en la historia de la patria.

Su original y profunda teoría ideológica dilucidó claramente el camino de la independencia a seguir el socialismo a nuestro estilo, su extraordinaria perspicacia y capacidad organizativa permitieron crear un cambio secular y su ardiente amor y abnegación hicieron consolidar firmemente la fuerza y el cimiento para allanar el camino de la victoria del socialismo con las propias fuerzas.

Nuestra patria y el pueblo pudieron coronar con la victoria el largo camino de la revolución tan difícil porque contaban con el Dirigente, encarnación del firme temperamento, audacia y coraje del monte Paektu, que superó en la delantera todas las pruebas y dificultades.

Hasta la fecha, el mundo no olvida la década de 1990 cuando se cernía el nubarrón de la guerra nuclear en la península coreana.

El imperialismo norteamericano, vanagloriado aún más después del cese de la guerra fría, recurrió a las perversas maniobras para aislar y asfixiar la RPDC y derribar su régimen, so pretexto del «problema nuclear».

Kim Il Sung y Kim Jong Il en la construcción de una vía férrea, abril de 1991

La campaña internacional promovida por Estados Unidos en 1993 contra la RPDC en torno a la «sospecha nuclear», la imposición de la «inspección especial» sobre nuestras instalaciones nucleares, la efectuación de los ejercicios militares conjuntos «Team Spirit» que era la prueba de guerra de gran envergadura y la introducción de los medios de ataque nuclear y las fuerzas armadas agresivas en la Península Coreana…

Ri Jong Sun, conferencista del Museo de la Revolución Coreana dijo que en aquel severo período, el gran Dirigente Kim Jong Il orientó con coraje la confrontación nuclear Corea-EE.UU. a la sucesiva victoria, y prosiguió:

«El gran General declaró que nuestro pueblo amante de la independencia nacional y la paz del país, no mendigará ésta hasta aguantando la violación de su dignidad aunque no desea la guerra, y que los enemigos no podrán tocar a su antojo ni una pulgada de tierra ni una mata de hierba de nuestra República. Esta declaración como bomba proporcionó confianza en la victoria a nuestro pueblo y asestó duro golpe a los enemigos.

Entretanto, hizo tomar la rotunda contramedida frente a las insensatas maniobras norteamericanas para elevar la amenaza militar y la intensidad de presión sobre la RPDC en relación con el «problema nuclear».

En marzo de 1993 se declaró el estado de preguerra a todo el país, el pueblo y el ejército por la orden del Comandante Supremo del EPC y se publicó la declaración del gobierno de la RPDC de retirarse del Tratado de no Proliferación de Armas Nucleares.

Doblegado ante nuestra respuesta superdura, el imperialismo norteamericano se vio obligado a sentarse ante la mesa de las  conversaciones con Corea y nuestra República obtuvo hasta el mensaje de garantía del presidente norteamericano.

Con la exitosa efectuación de dos pruebas nucleares, nuestra República dio a conocer a todo el mundo que enfrentarse al cuchillo enemigo con el sable y a su fusil con el cañón es el modo de nuestra respuesta

Gracias a la sabia orientación del gran Dirigente Kim Jong Il, poseedor del ingenio de invencibilidad y la audacia y el coraje extraordinarios, se hizo añicos la ofensiva de presión de los imperialistas contra nuestra República.

Kim Jong Il y Kim Jong Un en la obra de la Central Hidroeléctrica de Huichon, agosto de 2011.

El defendió firmemente la patria socialista, la consolidó como un invencible Estado al que nadie se atreve a tocar y abrió la nueva era de la construcción de una potencia socialista.

El gran Dirigente no solo defendió sabiamente las conquistas del socialismo, sino que profundizó en su construcción. No cesó de realizar las visitas de orientación en aras del pueblo.

Un día de febrero de 2003, en ocasión de su encuentro con corresponsales y escritores, afirmó con ardor:

«En el placer del pueblo está nuestro orgullo de hacer la revolución superando reveses. Cada vez que oigo decir que el pueblo se alegra, pienso que debo trabajar mucho.

Para ofrecerle la vida más holgada, él continuó las visitas de orientación en todo el tiempo de su dirección revolucionaria.

Gracias a su amor al pueblo y abnegación, se levantaron en esta tierra muchas creaciones monumentales y se produjeron cambios en el mejoramiento de la vida poblacional.

De veras, el gran camarada Kim Jong Il es el afectuoso padre que dedicó todo lo suyo en aras del pueblo.

La historia de su amor a la patria y el pueblo hoy se lleva adelante por el estimado camarada Kim Jong Un.

Voz de Corea y Naenara

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