Ko Kyong Hui y el matrimonio de Kim Kwang Ho se entrevistan con medios de prensa

    Se ofreció este jueves en el capitalino Palacio Cultural del Pueblo la conferencia de prensa de Ko Kyong Hui y el matrimonio de Kim Kwang Ho que regresaron a la República Popular Democrática de Corea desde el territorio surcoreano adonde se habían trasladado engañados y seducidos por los títeres surcoreanos.

En la ocasión participaron los periodistas de la rama de prensa e información de la RPDC y de la Chongryon (Asociación General de Coreanos Residentes en Japón) y reporteros extranjeros.

Ante todo, los entrevistados explicaron cómo fueron seducidos al Sur de Corea.

Kim Kwang Ho (de 37 años de edad), nacido en la comuna de Yonsu del distrito de Yonsa de la provincia de Hamgyong del Norte, confesó que en el período de la marcha penosa, obcecados por ganar dinero, cruzó ilegalmente en varias ocasiones la frontera y fue sometido a la sanción legal por el respecto, y en agosto de 2009, volvió a trasladarse en secreto a China junto con su novia Kim Ok Sil (de 29 años).

    Ellos al fin fueron al Sur de Corea engañados por los elementos vinculados con los títeres surcoreanos inclusive el llamado pastor Ri Yo Sep.

    Kim Ok Sil, nacida en la comuna de Sangdam del distrito de Paekam de la provincia de Ryanggang, dijo que pasó ilegalmente a China junto con Kim Kwang Ho y éste se trasladó al Sur de Coreaseducido por los lacayos del Servicio de Inteligencia del Sur de Corea.

    Kim Kwang Ho reveló que el Sur de Corea es una sociedad sucia.

    Continuó que al escuchar la noticia de entrevista de Pak Jong Suk quien se había seducido al Sur de Corea y regresó a la patria en junio pasado, él también lo hizo a finales del año expirado.

    Ko Kyong Hui (de 37 años) quien vivía en el barrio de Kanggu de la ciudad de Hyesan de la provincia de Ryanggang cruzó de modo ilícito la frontera con China en marzo de 2011 y fue llevada de Shenyang al Sur de Corea en junio engañada por el director de apellido Ho.

    Ella salió a China diciendo que vendría con sus hijos en el Norte de Corea y regresó a la patria.

    Luego, ellos respondieron a las preguntas.

    Ko Kyong Hui se refirió a que los títeres surcoreanos secuestran de manera villana a los habitantes norcoreanos y arman el alboroto de «DDHH» del Norte de Corea calificándolos de «fugitivos».

    Entre los que se trasladaron al Sur de Corea están unos fugitivos tras cometer delincuencias en la RPDC, pero la mayoría de ellos fue a los países vecinos y fueron allí seducidos por los títeres surcoreanos, dijo y continuó:

    En el Sur de Corea los llaman como «fugitivos norcoreanos».

    Yo también crucé ilegalmente la frontera para ganar el dinero en China, pero no tuve la intención de ir al Sur de Corea.

    Pero, en Shenyang el llamado director Ho, me sedujo diciendo que para ganar el dinero hay que ir a Beijing.

    Cuando llegó a Beijing, me obligó ir al Sur de Corea diciendo que era difícil obtener un empleo por la diferencia de la lengua y ser severo el control.

    Cuando yo no lo acepté, me dijo que vaya a Canadá donde podría ganar el dinero y si obtuviera la nacionalidad de ese país podría regresar a la tierra natal.

    Y me amenazó que no hay otro remedio más y que vaya sola a la casa.

    Después, yo fue trasladada por varios agentes al «centro de fugitivos» en Tailandia por vía Kunming de China.

    Ese «centro» fue un lugar para cuidar a los emigrantes ilegales. Allí pude conocer que es una pura mentira la promesa de enviarme a Canadá.

    Los títeres surcoreanos tenían las habitaciones para encerrar a los norcoreanos y trazaban los complots para llevarlos al Sur de Corea.

    Kim Kwang Ho dijo que ahora los títeres surcoreanos despacharon a sus lacayos a los países vecinos para que cometieran la campaña grosera para seducir a los norcoreanos al territorio surcoreano.

    El pastor surcoreano Ri Yo Sep con que me encontré por primera vez en China también se entregaba a llevar seducidos a norcoreanos al Sur de Corea.

    El jefe de la «alianza de DDHH de fugitivos norcoreanos», Kim Yong Hwa, me dijo que en el Sur de Corea yo «podría obtener la casa, el dinero y vivir felizmente si trabajo con afán».

    Tan pronto como saliéramos del «Centro Hanawon», donde se concentran temporalmente los fugitivos norcoreanos, ese tipejo nos exigió pagar pronto la suma de dinero contratada en la nota de aval para que él pudiera recoger a otras personas norcoreanas.

    Si bien los títeres surcoreanos hablan tanto sobre los «fugitivos norcoreanos», en realidad seducen a los habitantes del Norte por conducto de sus lacayos enviados a todas partes y los llevan al Sur de Corea en contra de su voluntad.

    Al referirse a sus vivencias en territorio surcoreano, el matrimonio de Kim Kwang Ho y Ko Kyong Hui dijeron que el Sur de Corea es la sociedad del mal donde el dinero es recurso omnipotente y campean el individualismo extremado y la misantropía.

    Kim Kwang Ho contó sobre la campaña anti-RPDC que lanzan obstinadamente los títeres surcoreanos.

    Un día de 2011, el agente de policía Sim Hyong Gu vino adonde yo trabajaba y me invitó con «gentileza» a unos platos traídos consigo, comenzó él y continuó:

    Enseguida, me ha preguntado cómo yo pensaba del incidente de hundimiento de la corbeta surcoreana «Cheonan».

    Le pregunté por qué me ha sacado ese asunto y él me contestó que la pregunta se formula a otros «fugitivos» también.

    Le dije que ese incidente se produjo por descuido interno del buque y la gente lo considera como una farsa ideada por las autoridades surcoreanas, aduciendo que el torpedo recién lanzado no puede estar tan oxidado como en la imagen presentada por ellas.

    Creo que él quiso inventar una opinión de los que residían en el Norte de Corea a favor del rumor de hundimiento de la corbeta «Cheonan» por el presunto ataque de torpedo norcoreano.

    Al escuchar mis palabras que no le convenían, se puso nervioso y se marchó con platos.

    Se efectuó en septiembre del año pasado en el Sur de Corea el llamado «Festival de Cine sobre DDHH del Norte».

    Luego, fueron pegados los anuncios sobre la muestra gratuita de los filmes proyectados en el festival.

    Posteriormente, me enteré de que las autoridades surcoreanas costearon enormes fondos de proyección con el único objetivo de inyectar en los hombres la conciencia hostil a la RPDC.

    Ko Kyong Hui reveló que ahora los títeres surcoreanos se enfrascan en la recogida de informaciones que puedan ser utilizadas en el complot anti-RPDC.

    Citando antecedentes, ella precisó que los títeres tratan obstinadamente de obtener en boca de «fugitivos norcoreanos» las informaciones sobre la situación económica y la posición de los órganos estatales de la RPDC.

    Ko Kyong Hui y Kim Kwang Ho apuntaron que la RPDC les perdonó generosamente en vez de castigarles.

    Al final, subrayaron que es maravilloso el futuro de la RPDC donde el dirigente y el pueblo trabajan con abnegación por la prosperidad de la patria uniéndose con la misma voluntad.

KCNA

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