El Comité de Defensa Nacional de la RPDC expone la posición de principios sobre la visita de Obama al Sur de Corea

En relación con que el presidente norteamericano Obama realizó del día 25 al 26 una visita al Sur de Corea, el portavoz del Comité de Defensa Nacional de la República Popular Democrática de Corea hizo pública el día 28 una declaración.

    En una palabra, esta visita de Obama no pasa de ser una payasada anormal y extraña que se realizó por la solicitud insistente y coquetona de su lacaya, empantanada en atolladero debido a su dominación fascista «Yusin» de versión moderna e infames políticas antipopulares, comienza la nota y prosigue:

    No vale la pena discutir detalle por detalle el comportamiento repugnante del amo y su títere, pero hay que tomar por grave el siniestro acto verbal de Obama.

    Antes del presente viaje, hemos aconsejado a Obama que actúe con prudencia como responsable por el alivio de tensión y el aseguramiento de paz en la Península Coreana.

    Durante su viaje, Obama realizó la cumbre, la rueda de prensa conjunta, la inspección a la «comandancia de las fuerzas combinadas» EE.UU.-Sur de Corea y otros actos acusando sin parar a la RPDC e instigando a los títeres surcoreanos a la confrontación anti-RPDC.

    Además, pretextando las actividades nucleares autodefensivas y el lanzamiento de cohetes de la RPDC, acordó el recrudecimiento de la «sanción» internacional y la «cooperación anti-Norte de Corea» y el establecimiento del sistema antimisiles y la posposición del traspaso del mando de operaciones en el tiempo de guerra, lo cual expuso a todo el mundo el objetivo principal de su visita.

    Con motivo de que el mandatario norteamericano, caudillo de elaboración y ejecución de la política sobre la RPDC, se portó mal hasta en el Sur de Corea acusándola injustamente, el portavoz del CDN de la RPDC expone la siguiente posición de principios:

    Primero, antes de cuestionar nuestras justas armas nucleares, EE.UU. deberá reflexionar profundamente en sus procedimientos criminales de ayer y hoy que acarrearon a la humanidad la catástrofe nuclear.

    Obama volvió a hablar tanto de la «doctrina de no reconocer ni tolerar la posesión de armas nucleares del Norte de Corea» parloteando que las armas nucleares de la RPDC constituyen una «amenaza directa» a los países aliados y a su país.

    El problema nuclear, que es calamidad y rompecabezas de hoy, se generó precisamente por EE.UU.

    También nuestras armas nucleares son producto de persistente amenaza y chantaje nucleares de EE.UU.

    Sin embargo, el imperio norteamericano se porta descaradamente ocultando sus pasados de haber causado el problema nuclear de la RPDC.

   Reafirmamos que hemos poseído las armas nucleares no para obtener el reconocimiento ni el permiso de alguien y que nuestras armas nucleares no son producto de regateo para cualquiera negociación económica.

    Antes de cuestionar a otros, EE.UU. deberá aprender primero la costumbre de meditar y ajustar cuenta sobre sí mismo.

    Será favorable para sí mismo portarse sabiamente interpretando bien el significado del proverbio; El que al cielo escupe, en la cara le cae.

    Segundo, EE.UU. debe recordar primero la corrupta sociedad de sí mismo, antes de acusar a la RPDC de la inexistente «provocación», «amenaza» y problema de «DDHH».

    Durante toda su estancia en el Sur de Corea, Obama no se cansó de cuestionar con Park Geun-hye hasta el problema de «derechos humanos» de la RPDC mientras insistían en la «provocación y la amenaza» provenientes de ésta.

    Entonces, ¿usarán ellos las palabras «provocación y amenaza» conociendo bien el concepto de estas expresiones?

    EE.UU. califica de «provocación y amenaza» la defensa legítima de la RPDC para salvaguardar el sagrado territorio propio desde la agresión de las fuerzas foráneas y de justos sus actos bélicos que comete en el territorio ajeno muy lejos, con lo cual se han revelado con más claridad la lógica de bandido de ese imperio y su temperamento de invertir los hechos.

    Pasa lo mismo en el problema de «DDHH» de alguien.

    DDHH es precisamente la soberanía.

    El hombre, privado de soberanía, es igual a un muerto aunque esté vivo.

    Ninguna riqueza material ni la vida opulenta puede reemplazar la soberanía, esto es la verdad comprobada por la larga historia de la humanidad y la dura realidad del mundo actual.

    EE.UU. y sus seguidores deben tener bien presente que la RPDC no es igual a los países del Medio Oriente o la Península Balcánica que se derrumbaron ante su ofensiva de «DDHH».

    Tercero, No sería mal tener en cuenta que el intento de ocupar para siempre la Península Coreana es una ambición anacrónica que acelerará la destrucción vergonzosa de EE.UU.

    Esta vez, Obama demostró otra vez su temperamento de lobo feroz que no suelta nunca el jamón mordido.

    Es que urgió a los títeres surcoreanos revisar el período y las condiciones de traspaso del mando de operaciones en el tiempo de guerra, previsto para finales del año 2015.

    EE.UU. pretendió mantener a toda costa ese mando para no perder su punto estratégico: el Sur de Corea ocupado por casi 70 años.

    Por esta razón, habló tanto de la «amenaza sostenida» de la RPDC y abogó por el «disuasivo de guerra».

    Es ambición nunca realizable el intento agresivo de EE.UU. de ocupar perpetuamente el suelo surcoreano.

    Anunciamos claramente nuestra posición a EE.UU. que desconoce todavía demasiadas cosas de su rival.

    Cada vez que se torne más brutal la campaña hostil anti-RPDC, se hará más fuerte la represalia de ésta.

    Le convendría a Obama justipreciar la situación y examinar con serenidad lo que va a conseguir con su brutal política hostil anticoreana y lo que va a perder con la misma.

    Le aconsejamos una vez más que no pierda la oportunidad de encontrarse en el trono de la Casa Blanca.

KCNA

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