Familiares de las trabajadoras secuestradas envían una carta de protesta al Sur de Corea
Los familiares de las víctimas secuestradas en colectivo por el Servicio de Inteligencia del Sur de Corea enviaron el día 23 una carta de protesta a este órgano intrigante.
La misiva señala:
Somos padres de 12 muchachas que gestionaban un restaurante en Ningbo de la provincia china de Zhejiang y fueron secuestradas a plena luz del día en colectivo por ustedes el 5 de abril pasado y llevadas al Sur de Corea.
No podemos contener la indignación pensando en nuestras queridas hijas que encarceladas en celdas individuales en el rudo suelo surcoreano donde no está ni un familiar, llaman con ansiedad lagrimeando a sus padres y hermanos.
¿Cómo puede ocurrir esta tragedia tan horrible no en el período de guerra sino en el tiempo de paz?
¿Tienen la sangre del ser humano ustedes que cometieron sin escrúpulos el crimen cruel y bárbaro de separar forzosamente a las hijas del seno de padres?
¿No tienen ustedes padres y hermanos?
Ustedes siguen soltando los disparates como «voluntad libre» y «simpatía» a fin de ocultar su tremendo crimen. Tales sofisterías cínicas insultan a nuestras hijas honestas.
Nuestras hijas son adolescentes honradas que crecieron felizmente disfrutando del gran amor y beneficios en el regazo del Partido y la República.
Pues, es una ilógica que ellas «simpatizaron» con la sociedad surcoreana donde reina la ley de la selva y «se huyeron en colectivo».
¿Si ellas «se huyeron» al Sur de Corea según su «voluntad libre», como insisten ustedes, por qué no lo dan a la publicidad todavía encarcelándolas en celdas individuales e imponiéndoles la «sumisión» mediante el adormecimiento y el engaño?
El crimen de secuestro de ustedes es igual que el crimen de esclavitud sexual cometido por los enemigos japoneses que habían secuestrado forzosamente a las mujeres coreanas inocentes incitándoles con la «recomendación de empleo» y amenazándoles a bayonetas.
Es por eso que todo el mundo queda pasmado de la barbaridad inhumana de ustedes
No tergiversen más la verdad de su crimen soltando las sofisterías cínicas sino pidan disculpas de rodillas por su barbaridad.
Dejen de imponer los dolores mentales y físicos a nuestras hijas obligándoles la «sumisión» y las devuelvan sin demora al regazo de los padres y de la patria.
Y nos permitan de inmediato encontrarnos con nuestras hijas.
Trasladen a nosotros a los bribones involucrados en el presente caso y sus manipuladores traseros para que podamos hacer la venganza de mil veces.
Ahora llega al cielo nuestra cólera.
Si nuestras hijas crecidas sin tener nada de manchas, sufren herida, aunque sean mínimas, por los diablos como ustedes y otras escorias humanas, tomaremos sin falta la venganza.
KCNA