Policías estadounidenses hacen de la masacre su profesión
En sentido general, la policía es la ejecutora de la ley que se encarga de la seguridad del Estado y del mantenimiento del orden de la sociedad.
Sin embargo, hay un país donde la seguridad de la vida de los inocentes sufre una seria amenaza, incluso para la vida.
Este país es precisamente EE.UU. que se jacta de ser “Estado constitucional”.
Actualmente, en EE.UU. ocurren uno tras otro crímenes violentos con armas de fuego porque no fueron tomadas correctamente las medidas de regulación de armas de fuego y los policías que deben detener a los crímenes ejecutan la ley con discriminación y asesinan a ciegas a los inocentes. Esto incrementa aún más la inquietud social.
El periódico norteamericano “The Washington Post” fechado el 28 de enero pasado, reportó que en EE.UU., más de 1.000 personas como promedio al año son asesinadas por la policía.
Esto demuestra que los policías que deben proteger la vida y los bienes de las personas andorrean como expertos en la matanza de las personas.
Según la prensa norteamericana, aunque más de 6.300 civiles fueron asesinados por la policía después del año 2015, la cifra de los policías arrestados solo llega a 91, la cual ocupa solo 1% de los relacionados con los casos y, después de que el negro joven George Floyd perdió la vida por la violencia de los policías en mayo de 2020, la cifra de los civiles que fueron asesinados por la policía llegó a unos cientos.
Lo más sorprendente es el hecho de que la tasa de las muertes de los negros por la violencia de la policía que se perpetra abiertamente bajo el rótulo de la “gobernación constitucional” es 2 veces mayor que la de las muertes de los blancos y la tasa del uso de la violencia de la policía contra los negros es 3,6 veces mayor en comparación con la de los blancos.
En noviembre de 2021,el sitio web estadounidense “Christian Science Monitor”, informando sobre esto, planteó que la posibilidad de que el asesinato del negro por el blanco sea sentenciado como lo justo, es decir 10 veces mayor en comparación con el asesinato del blanco por el negro.
Esto demuestra que los objetivos de la violencia de la policía son principalmente negros o gentes con pocos ingresos y que, en consecuencia, la posibilidad de que los negros y las gentes con pocos ingresos puedan perder la vida por la policía es mucho más alta que la de otras razas o clases sociales.
Justamente, EE.UU. donde los policías no reciben ningún castigo después de haber asesinado a ciegas a las gentes e incluso son sentenciados como “víctimas” es el matadero del ser humano y esto demuestra claramente la absurdidad y el carácter reaccionario de la “gobernación constitucional del estilo norteamericano”.
Que EE.UU. que considere la vida del ser humano como algo insignificante y legalice la masacre de seres humanos, mientras cuestiona cada vez que abre la boca sobre el “problema de derechos humanos” de otro país, es algo extremadamente ilógico y una imprudencia insolente.
Ministerio de Relaciones Exteriores