Corea exige el cese inmediato de las maniobras militares conjuntas EEUU-Sur de Corea
El vicecanciller encargado de las organizaciones internacionales de la República Popular Democrática de Corea, Kim Son Gyong, hizo pública el 4 de marzo la siguiente declaración:
Estos días, EE.UU. y el Sur de Corea llevan la situación de la región de la Península Coreana al borde extremadamente peligroso con su acto verbal retórico y la manifestación militar amenazantes a la República Popular Democrática de Corea.

Según trascendidos, EE.UU. y el Sur de Corea libraron el día 3 por cuarta vez en este año los ejercicios conjuntos aéreos en el espacio del Mar Oeste de Corea, movilizando el bombardero estratégico B-1B, el drones «MQ-9 Reaper» y otros equipos estratégicos de diversos géneros que alaban por sí mismos como los superiores.
Con anterioridad, las capas militares de EE.UU. y el Sur de Corea publicaron un comunicado en que hablan del «fin del poder» de nuestro Estado, desarrollando los «ejercicios de aplicación de los medios del disuasivo ampliado» que suponen el uso del arma nuclear contra la RPDC.
En este momento, EE.UU. no oculta el hecho que junto con el Sur de Corea adiestra la operación especial cuyo objetivo es el golpe sorpresivo a los importantes puntos estratégicos en la profundidad de la RPDC.
Debido al acto irresponsable de EE.UU. y el Sur de Corea destinado a exacerbar la tensión, la situación de la Península Coreana y su contorno corre sin titubeo por un rumbo muy preocupante que nadie desea.
Lo más lamentable es que la ONU, que expresaba profunda atención y preocupación por un conflicto mínimo y una peligrosidad de choque, se mantiene callada ante la violación indudable de la soberanía y la manifestación militar por EE.UU. y el Sur de Corea.
Hace poco, expresé fuerte pesar por la conducta extremadamente parcial y desequilibrada del secretario general de la ONU, quien hacía la vista gorda del acto provocativo militar de EE.UU. y el Sur de Corea e insulta la reacción autodefensiva de la RPDC como «provocación» y «amenaza».

El punto de vista y la actitud sobre los ejercicios conjuntos EE.UU.-Sur de Corea, evidentemente de carácter agresivo, dejan ver que verdaderamente tiene o no el interés en el alivio de la tensión de la Península Coreana y mantiene o no la imparcialidad, objetividad y equilibrio en la solución del problema.
Los entrenamientos conjuntos frecuentes de EE.UU. y el Sur de Corea que calientan la situación de la región, al establecer un objetivo irrealizable y muy peligroso como «fin del poder» de un Estado soberano y emplear las expresiones retóricas amenazantes, sirven un testimonio a través de lo cual puede entender fácilmente el factor del círculo vicioso permanente de la situación en la Península Coreana.
Si se siguen escuchando las palabras retóricas amenazantes y continua la manifestación militar en la zona más candente como la Península Coreana, la situación militar y política de la región se llevará a la fase incontrolable.
Quienquiera que sea puede hacer frente de igual modo a la manifestación militar, si es necesario. Entonces, serán evidentes sus resultados.
Si tiene el interés sincero en la paz y seguridad de la Península Coreana, la región del noreste de Asia y el mundo, no debe tolerar más el acto anti-paz de EE.UU. y el Sur de Corea que inculcan la imprudente confrontación entre las fuerzas y el choque hostil.
La ONU y la sociedad internacional deben demandar categóricamente a EE.UU. y el Sur de Corea el cese inmediato de la acción verbal provocativa y las maniobras militares que empeoran más la situación de la región de la Península Coreana y agudizan más la confrontación.
Esto será el primer paso para la distensión permanente en la Península Coreana y su contorno, que desea tanto la sociedad internacional.
ACNC