El G7 es un grupo conflictivo de destructores y violadores de la paz, Ministerio de Exteriores coreano
En relación con que los Ministros de Asuntos Exteriores del Grupo de los 7 (G7) criticaron la República Popular Democrática de Corea en su «declaración conjunta», publicada hace poco, el director general del Departamento de Organizaciones Internacionales del Ministerio de Relaciones Exteriores de la RPDC, Jo Chol Su, ofreció el 13 de noviembre una entrevista con la Agencia Central de Noticias de Corea.
Reportero: Se dice que hace poco, los Ministros de Asuntos Exteriores del G7 tuvieron conversaciones en Tokio, Japón, y publicaron una «declaración conjunta» en la cual volvieron a condenar el ejercicio de soberanía autodefensiva y legal de la RPDC.
¿Cómo opina al respecto?
Director general: Rechazo y condeno categóricamente la «declaración conjunta» de la reunión de los cancilleres del G7, llena de censuras infundadas e injustas que infringen severamente la dignidad y soberanía de la RPDC.
El G7, colectivo de interés de la minoría de Estados, no puede representar la sociedad internacional.
La acusación del G7, causador y promovedor de la actual crisis internacional, contra los Estados independientes y soberanos, es una burla e insulto a la sociedad internacional que aspira la imparcialidad e igualdad.
El G7 debe limpiarse primero su nariz.
En este momento también, EE.UU. destruye y viola de modo intencional la paz y estabilidad de la región europea suministrando sin cesar al campo de guerra de Ucrania las armas y pertrechos mortíferos de diversos géneros inclusive la bomba de racimo y proyectiles de uranio empobrecido, cuyos usos están totalmente prohibidos en virtud de la ley internacional.
En la región de Medio Oriente, ampara como «derecho a autodefensa» la masacre de civiles por parte de Israel y tolera el golpe militar indiscriminado contra la Franja de Gaza.
Además, despliega en el Estrecho de Taiwán y otras zonas marítimas del Mar Sur de China las manifestaciones militares, hablando de la «libertad de navegación», el «orden internacional basado en los principios» y la «oposición al cambio de situación por la fuerza» y desarrolla los ejercicios conjuntos marítimos bilaterales y multilaterales con sus aliados, así que agrava al máximo la tensión militar de la región.
Y lleva al borde de la guerra nuclear la situación de la Península Coreana, al fabricar las políticas de confrontación nuclear de diferentes tipos como la «Declaración de Washington» y acelerar la ubicación permanente de sus bienes nucleares estratégicos inclusive el submarino nuclear estratégico y el bombardero estratégico.
Japón, que asume este año el cargo de presidente de este grupo, no tiene calidad para hablar sobre la paz internacional.
Este país insular hace esfuerzos desesperados por convertirse en la potencia militar tomando la militarización como la política estatal bajo la instigación de EE.UU.
En estos días, a pesar de la protesta reiterada de la sociedad regional, descargó al Pacífico, mar común de la humanidad, las aguas contaminadas por las sustancias nucleares, levantando así un escándalo internacional.
Reportero: ¿Cómo evalúa a otros miembros del G7?
Director general: Gran Bretaña, Francia, Alemania y Canadá perjudican también la paz y seguridad internacionales.
Al igual que EE.UU., Gran Bretaña brindó a las autoridades de Kiev las bombas de uranio empobrecido, los misiles cruceros de más de 250 km de alcance como Storm Shadow y muchas armas antitanques ultramodernas, prolongando así el caso de Ucrania.
Despachó a la región de Asía-Pacífico el portaaviones y otras fuerzas armadas y entregó a su aliado la tecnología de submarino nuclear siendo una parte de «AUKUS», alianza de seguridad conflictiva, de manera que intimida la paz y estabilidad de la región y el resto del mundo.
Otros países toman activa parte en la organización de la «OTAN de versión asiática» por EE.UU., enviando a la región de Asía-Pacífico incluyendo la Península Coreana y su contorno la fragata y otros buques, los aviones de patrulla y las cazas y desarrollando periódicamente junto con Japón y los títeres surcoreanos los entrenamientos conjuntos.
Los hechos comprueban claramente que el G7 es un grupo conflictivo de destructores y violadores de la paz y la estabilidad, que por doquier del mundo fomentan la desconfianza, el lío, la confrontación y el conflicto armado.
Reportero: Creo que el G7 no tiene la calidad ni la obligación de cuestionar a nadie. ¿Por qué el G7 acusa obstinadamente el ejercicio del derecho a autodefensa de los Estados independientes y soberanos como nuestro país?
Director general: Está claro. El G7 abriga la mala entraña de desviar la censura internacional, valiéndose del método rutinario de llevar al extremo el «rumor de amenaza» de los Estados independientes y soberanos.
Ahora, la sociedad internacional se opone fuertemente a la violación de la paz irresponsable y chovinista del G7 en varios rincones del mundo.
Crece cada día más hasta en los países europeos el ambiente de oposición al apoyo militar a Ucrania.
Los integrantes del G7 se encaran con la crisis interior y exterior nunca vista debido a su política reaccionaria.
Cuanto más acusa el G7 el ejercicio de derecho a autodefensa de los Estados independientes y soberanos, tanto más se revelará su faz criminal de perturbador de la paz, fanático conflictivo y negociante de guerra nuclear.
El G7 es una fuente peligrosa que vulnera la paz y la estabilidad del mundo y un estorbo principal en establecer el justo orden internacional.
Este grupo perdió la obligación de su existencia.
Debe ser disuelto inmediatamente el G7, herencia de la Guerra Fría, y esto será el primer paso para resolver la actual crisis internacional y recuperar la tranquilidad del mundo.
ACNC