Kim Yo Jong advierte al primer ministro japonés: Kim Jong Un no se reunirá con él si sólo busca la popularidad
El mes pasado, expuse mi opinión personal sobre el hecho de que el premier japonés Kishida haya dicho en la Dieta que tiene ganas de sostener la cumbre Corea-Japón.
Hace poco, él nos transmitió por otro canal su voluntad de reunirse lo más pronto posible con el Presidente de Asuntos Estatales de la República Popular Democrática de Corea.
Como he dicho antes, la decisión política real de Japón es lo importante para abrir una nueva vía de mejoramiento de relaciones bilaterales.
La historia de relaciones Corea-Japón enseña la lección de que la mera disposición de acudir a la cumbre no es suficiente para sanear los vínculos bilaterales repletos de desconfianza y malentendimiento.
Si Japón intenta como ahora intervenir en el tema de ejercicio de los derechos soberanos por parte de la RPDC y se mantiene enfrascado en el problema del secuestro, que fue resuelto ya por completo y no tiene la manera de entender, la iniciativa del premier japonés será evaluada inevitablemente como una idea que persigue únicamente la popularidad.
Lo evidente es que Japón no podrá ser nunca nuestro amigo y se hará el enemigo a nuestra mira si hostiliza obstinadamente a la RPDC e infringe sus derechos soberanos.
Si Japón desea de veras contribuir a la preservación de paz y estabilidad de la región siendo nuestro vecino íntimo después del mejoramiento de las relaciones entre ambos países, le hace falta tomar la valiente decisión política de escoger una opción estratégica que convenga a los intereses generales de su propio país.
En el caso de que Japón respete nuestros derechos soberanos e intereses de seguridad desde la posición imparcial e igualitaria, el incremento de la capacidad de autodefensa de la RPDC no será nunca una amenaza de seguridad para el primero.
El premier japonés tendría que hablar conociendo la clara posición de nuestro gobierno.
Debe saber que su deseo y decisión no son el factor que le hace posible reunirse con la Dirección de nuestro Estado.
La subjefa Kim Yo Jong hizo pública el 26 de marzo otra declaración que sigue:
A través de la entrevista de prensa al director del secretariado del gabinete concedida el día 25 por la tarde, la parte japonesa dejó en claro su posición de no poder aceptar en ningún caso que se haya resuelto el problema del secuestro.
Además, trató de intervenir y cuestionar el ejercicio de la soberanía por nuestro país, vinculado con la defensa legítima, usando esta expresión: cuestión pendiente de armas nucleares y misiles, la cual no tiene nada que ver con ellos.
Japón no tiene ningún coraje para dar el primer paso de nuevas relaciones con la RPDC cambiando la historia y fomentando la paz y estabilidad de la región.
Lo indica la actitud de ese país que insiste en los asuntos que son imposibles de resolver y tampoco tienen nada que solucionar.
Se puede ver que obedecen a su objetivo político las palabras relativas con la cumbre Corea-Japón, que ha dicho recientemente el premier Kishida, llamando varias veces la atención pública.
Las relaciones Corea-Japón no deben ser abusadas para el designio político del premier japonés que conoce su aprobación popular más baja de la historia.
La parte japonesa fue la primera en tocar la puerta pidiendo la «cumbre Japón-Corea sin premisas» y nos limitamos a exponer la posición de aplaudirla, si Japón tiene la disposición de dar nueva partida sin comprometerse al pasado.
Nuestro gobierno volvió a conocer en claro la actitud de Japón y, por eso, desestimará y rechazará cualquier contacto y negociación con la parte japonesa.
La cumbre bilateral no es el asunto que nos interesa.
ACNC