15 de agosto, Día de Liberación de Corea
El 15 de agosto de este año cumple el 79° aniversario de la liberación de la patria, causa histórica lograda por el Presidente Kim Il Sung quien condujo a la victoria la ardua guerra antijaponesa.
La Lucha Revolucionaria Antijaponesa de 20 años, organizada y dirigida por él, constituyó una ardua guerra sin precedentes en la historia de liberación de la humanidad.
Al emprender el camino de la revolución en la época más tenebrosa en que el martirio nacional llegó al clímax, el Presidente Kim Il Sung esclareció el nuevo camino de la revolución coreana y organizó la Lucha Revolucionaria Antijaponesa bajo la bandera de lograr la independencia con las fuerzas propias. Presentó la línea de lucha, estrategia y tácticas, métodos de combate guerrillero originales, aglutinó sólidamente en una fila a todas las fuerzas patrióticas antijaponesas y superó en la delantera todas las crisis y obstáculos para conducir a la victoria la Lucha Revolucionaria Antijaponesa. Su extraordinaria perspicacia ideo-teórica, singular arte de mando militar, fervoroso amor a la patria, el pueblo y camaradas, constituyeron la fuente fundamental que trajo la victoria en esta lucha tras derrocar al imperialismo japonés armado hasta los dientes.
Gracias a que él liberó el país nuestro pueblo pudo acabar con la bestial dominación colonial del imperialismo japonés y recuperar la soberanía nacional. Así en esta tierra se abrió un camino luminoso de la construcción de la patria rica y poderosa.
El significado histórico del 15 de agosto no solo reside en el mismo hecho de que rompió el yugo de esclavitud colonial y recuperó todos los derechos arrebatados.
Al conducir a la victoria la Lucha Revolucionaria Antijaponesa, el Presidente creó una gloriosa tradición de nuestra revolución en que están materializados integralmente la idea, teoría y método directivos de la revolución que deben tomar como guía en todo el curso del cumplimiento de la causa revolucionaria y sintetizadas las ricas experiencias de lucha y preciosas proezas. No solo logró la independencia de la patria derrotando al potente imperialismo sino también preparó una valiosa tradición y riquezas que permiten a la nueva Corea y el pueblo liberado lograr las victorias eternas. He aquí otra gran significación del triunfo de la guerra antijaponesa.
Gracias a esta tradición, se lograron con éxito las tres tareas de la construcción del Partido, Estado y Ejército en corto tiempo después de la liberación y nuestro pueblo pudo salir victorioso en la guerra provocada por el imperialismo norteamericano (25 de junio de 1950-27 de julio de 1953) y registrar un milagro secular y cambios trascendentales en la construcción socialista década tras década.
Jang Im Hyang