Actos de recuerdo al Presidente Kim Il Sung por el 30º aniversario de su fallecimiento
Las 3 décadas pasadas fueron el período de continuación sagrada y cambios gigantescos en que se pusieron de realce las nobles personalidades del gran hombre sin par, quien en el centro del siglo 20, forjó una nueva era de la independencia bajo la bandera del Juche y creó la nueva historia de la Corea moderna, primer Estado socialista en prosperidad del Oriente, y el significado de sus hazañas revolucionarias en la historia mundial.
Además, nuestro Partido y pueblo lograron en esos decenios las victorias fulminantes en el cumplimiento de la causa histórica por el país próspero y el ejército poderoso, lo que anhelaba el gran Líder en toda su vida.
En esos días, el nombre e imagen venerables del Presidente han sido el faro, que hizo más firmes la convicción de victoria y la voluntad de todo el pueblo, y su idea y hazañas revolucionarias sirvieron de bandera de lucha que enseñaba la vía hacia la victoria y de sólido cimiento de avance y saltos continuos.
En este momento en que se cumplen 30 años de la presencia eterna del gran Líder, no sólo las generaciones crecidas en su regazo, sino también las demás que crecieron llevando en su corazón su imagen y nombre respetables, le rinden tributo recordando con añoranza y reverencia la vida del gran sabio virtuoso de la revolución que será para toda la posteridad el ejemplo de vida y lucha.
Tuvo lugar con solemnidad en el 8 de julio en la Plaza Kim Il Sung el acto central de recordación por el 30º aniversario de fallecimiento del líder antecesor.
La sede del acto estuvo sumergida en el clima de añoranza y recordación al gran revolucionario y hombre y Padre generoso quien escribió las páginas de la lucha más abnegada y sagrada, sin precedentes en la biografía de ningún otro hombre célebre del mundo, al dedicar todo lo suyo a la patria, el pueblo, el socialismo y la sagrada causa por la verificación de la independencia en el mundo durante 70 años desde que emprendiera el camino de la revolución.
Se veían en la plaza las banderas nacionales izadas a media asta.
Salió a la tribuna el estimado camarada Kim Jong Un, Secretario General del Partido del Trabajo de Corea y Presidente de Asuntos Estatales de la República Popular Democrática de Corea.
Se encontraban en la tribuna los miembros del Presidium del Buró Político del Comité Central del Partido del Trabajo de Corea, Kim Tok Hun, Jo Yong Won, Choe Ryong Hae y Ri Pyong Chol, y otros cuadros del Partido, el gobierno y el círculo militar, los directivos del Consejo de Ministros, entidades de masas, ministerios y órganos centrales y los ameritados.
Se distinguían en los asientos para invitados Kim Yong Nam, Pak Pong Ju y otros cuadros veteranos que trabajaron largo tiempo en las instituciones del Partido, el gobierno y el círculo militar.
En la ocasión estuvieron presentes los funcionarios del CC del PTC, el Consejo de Ministros, entidades de masas, ministerios y órganos centrales, oficiales y soldados del Ejército Popular de Corea y de las Fuerzas de Seguridad Pública, trabajadores, así como jóvenes y estudiantes.
Fue declarada la apertura del acto.
Todos los participantes guardaron un momento de silencio en memoria del Presidente Kim Il Sung.
Se interpretó el himno nacional de la RPDC.
El miembro del Buró Político y secretario del CC del PTC, Ri Il Hwan, hizo uso de la palabra en la ocasión con el título «Serán eternas las sagradas hazañas revolucionarias del gran Líder camarada Kim Il Sung«.
Pasaron 30 años desde el deceso del gran Líder camarada Kim Il Sung que había acogido y enaltecido el pueblo coreano por primera vez en su historia de varios milenios, comenzó Ri y prosiguió:
Con el paso del tiempo que no se puede detener, ha crecido una nueva generación entera y ha cambiado el territorio patrio, pero, su sonrisa amplia y generosa está presente por doquier del país, agitado de creaciones, y el lazo sanguíneo entre él y el pueblo se mantiene en cada hogar, lleno de felicidad emanada de nueva vida, junto con las anécdotas de sus benevolencias.
En los 30 años pasados, imbuidos de añoranza y reverencia, el pueblo coreano llevó al plano cimero la dignidad y honor de la patria socialista del Juche, herencia patriótica del líder antecesor, enarbolando la bandera roja de la revolución que resume toda su vida.
Su vida fue la del gran revolucionario y hombre que con su inmenso amor y consagración por la patria y pueblo, creó el milagro nunca visto en la historia y la imagen que se conservará para siempre en el corazón de todas las generaciones venideras.
En la gran época de Kim Il Sung, el mundo pudo ver al líder destacado sin par quien cumplió la causa más gloriosa en medio de los vientos y mareas de la historia y en las complicadas y cruciales etapas de la revolución.
La más sobresaliente de sus hazañas revolucionarias hechas por la patria, la revolución, la historia y el pueblo es la ideo-teórica, o sea, la creación de la idea Juche con que dejó abierta la nueva época de desarrollo de la historia.
La creación del gran pensamiento ha sido la aurora de renacimiento nacional para el pueblo coreano y el arma teórica para las masas trabajadoras oprimidas del mundo en acabar con la historia de ideologías reaccionarias que habían servido para engañarlas y esclavizarlas.
Al concebir la idea directriz más popular, científica y revolucionaria, él preparó la bandera inmortal que orienta el futuro de la causa de independencia de las masas populares, la socialista, lo cual es su gesta más grande dejada a la época y la historia.
Su vida está coronada con la proeza de haber rescatado y consolidado la dignidad del país y el pueblo levantando en alto la bandera de independencia y autoconfianza.
Resultan un fruto valioso de su gesta patriótica los cambios maravillosos de hoy como la llegada de la era de dar primacía a nuestro Estado y la demostración plena del prestigio nacional de la RPDC.
La imagen generosa del camarada Kim Il Sung, quien vive siempre en nosotros, es la del líder popular quien sentó la piedra angular de la felicidad del pueblo y la prosperidad de todas las generaciones venideras, al dedicar toda su vida tomando como su lema el ideario Iminwichon (considerar al pueblo como el cielo).
Cada una de las riquezas, que el pueblo coreano aprecia tanto y defiende a riesgo de la vida, fueron preparadas a cambio de sus incansables esfuerzos patrióticos quien estuvo en toda su vida en el camino por la felicidad de los habitantes encontrándose siempre entre ellos.
Él vive para siempre en el corazón del pueblo coreano y los demás del mundo por haber hecho indelebles aportes al movimiento comunista internacional y la causa de independencia de la humanidad bajo la bandera de independencia antiimperialista.
Quedaron fortalecidas las fuerzas independientes y antiimperialistas y elevadas la posición e influencias de la RPDC en la arena internacional, gracias al noble internacionalismo y enérgicas actividades exteriores del gran Líder quien estimuló con la solidaridad plena y apoyo sincero la lucha de otras naciones contra la agresión, la guerra, la dominación y la subyugación.
Consciente de su noble responsabilidad por el porvenir de la patria y la revolución, resolvió con mayor certeza y seguridad el problema de sucesión de la dirección, lo cual es la más relevante de sus proezas acumuladas en toda su vida ante la revolución y las futuras generaciones.
Gracias a su larga previsión y sabia dirección que previendo hasta el futuro lejano de la patria y el pueblo, dio solución perfecta al problema de continuación de la causa revolucionaria por primera vez en la historia, se preparó la garantía de llevar adelante generación tras generación la revolución coreana por su invariable ruta del Juche.
Su idea y causa se llevaron adelante manifestando su inagotable vitalidad y atractivo por los grandes sucesores más fieles al predecesor y avanzan hoy día a pasos más vigorosos.
En el curso de la lucha impetuosa por convertir la nueva época de la revolución del Juche en la de sucesión perfecta y de victorias y cambios del siglo, uniéndose firmemente en torno al estimado camarada Kim Jong Un, el pueblo coreano siente en carne propia cuán preciosas son las herencias revolucionarias dejadas por el gran Líder.
La garantía de cumplimiento de la causa revolucionaria del Juche reside en apoyar con fidelidad al camarada Kim Jong Un quien con su perspicacia y liderazgo excepcionales, conduce a la victoria y gloria al Partido, el Estado y el pueblo.
Debemos producir cambios e innovaciones continuos en el fortalecimiento del poderío estatal y en todos los aspectos de la construcción socialista, tomando como eterna línea de vida el Kimilsungismo-Kimjongilismo y ateniéndonos al propósito e intención del camarada Kim Jong Un, para dar continuidad a la historia de la potencia de Kim Il Sung y hacer realidad su ideal de convertir el país en el poderoso y próspero.
Continuará siempre junto con la marcha impetuosa de la revolución del Juche la historia de eternidad del gran Líder quien preparó la gran idea y proezas que enseñan el invariable atributo de la revolución coreana y los principios de su victoria y sirven de fuerza motriz de creación de nueva historia.
Al final, el orador exhortó a todos, unidos con única alma patriótica en torno al Comité Central del invencible Partido del Trabajo de Corea, a luchar con dinamismo por la prosperidad eterna de la patria socialista, que brilla con el nombre del Presidente Kim Il Sung, y por la nueva vida más digna en que se hayan realizado los ideales y anhelos del pueblo.
El acto terminó con la interpretación del inmortal himno revolucionario «Canción del General Kim Il Sung«.
Se dispararon las salvas en memoria del líder antecesor reflejando la firme convicción de todo el pueblo de glorificar generación tras generación su noble vida y hazañas revolucionarias.
Todos los participantes recordaron con gran reverencia al gran Líder grabando en la mente la verdad de que la dignidad eterna y el futuro maravilloso de la patria poderosa residen en el camino del Juche, allanado por él, y redoblando la voluntad de convertir el país en el grandioso del pueblo y potencia socialista bajo la guía del estimado camarada Kim Jong Un.
Kim Jong Un visita a Kim Il Sung
Con motivo del 30º aniversario de deceso del Presidente Kim Il Sung quien dedicó toda su vida a la sagrada causa por la patria, el pueblo, la revolución del Juche y la verificación de la independencia en el mundo y realizó proezas dignas de quedarse siempre en la historia de la humanidad, todo el país añora con reverencia al gran sabio virtuoso sin igual y Padre de la nación.
Manteniendo la honra de descendientes del gran Líder y el alma de fidelidad, el pueblo coreano recorrió el trayecto de continuación sagrada y construcción de un país próspero y ejército poderoso y ahora expresa homenaje hacia el lugar sagrado del Juche redoblando la voluntad de realizar a toda costa el anhelo del Presidente de construir una potencia, bajo la guía del Comité Central del Partido del Trabajo de Corea.
El estimado camarada Kim Jong Un visitó el Palacio de Sol Kumsusan en el día de máxima recordación nacional (8 de julio).
Le acompañaron en esta ocasión Kim Tok Hun, Jo Yong Won, Choe Ryong Hae y Ri Pyong Chol, miembros del Presidium del Buró Político del CC del PTC, y otros integrantes del órgano de dirección central del Partido, los diputados a la Asamblea Popular Suprema, los funcionarios del CC del PTC y los altos mandos de las instituciones de fuerzas armadas.
Ante las estatuas de pie del Presidente Kim Il Sung y el Dirigente Kim Jong Il, fue depositado un cesto de flores en nombre del Secretario General del PTC.
Se colocaron también los cestos florales a título del CC del PTC y el Comité de Asuntos Estatales, el Presidium de la APS y el Consejo de Ministros, de la RPDC.
El Secretario General rindió homenaje a los grandes Líderes antecesores junto con sus acompañantes.
En el salón de eternidad donde está conservado el cuerpo del Presidente Kim Il Sung, el Secretario General hizo votos por la presencia eterna de él que transitando el inexplorado y arduo camino de la revolución con su ideología y dirección extraordinarias y abnegación patriótica, allanó la vía de hacer siempre digna y prestigiosa a la Corea socialista y sentó el cimiento duradero de la causa del Juche y la construcción de una patria próspera.
Todos los participantes tomaron el juramento de apoyar con fidelidad y patriotismo la idea y dirección del Secretario General y anticipar nueva victoria de la revolución haciendo uso de su empeño y capacidad de ejecución tenaz, al frente de la lucha sagrada por la prosperidad integral y el desarrollo trascendental del Estado socialista.
Concierto en recuerdo al gran Líder
Se ofreció el mismo día 8 en el Teatro Samjiyon el concierto en memoria del Presidente Kim Il Sung por el trigésimo aniversario de su fallecimiento sublimando el homenaje de todos los habitantes del país y los oficiales y soldados del Ejército Popular a la sagrada vida y hazañas imperecederas del gran fundador del Estado y líder eterno de la revolución.
La sede de función estuvo invadida por el sentimiento de añoranza al gran Líder quien está vivo para siempre en el corazón del pueblo coreano y los demás progresistas como líder más destacado del siglo 20 y hombre virtuoso sin igual.
Presenció la gala musical el estimado camarada Kim Jong Un.
Se distinguían entre los espectadores el premier de la RPDC, Kim Tok Hun, y la cancillera Choe Son Hui.
Ocupaban las butacas Kim Yong Nam, Pak Pong Ju y otros cuadros veteranos que han trabajado largo tiempo en los órganos del Partido, el gobierno y el círculo militar, los familiares de los mártires revolucionarios antijaponeses, las personas relacionadas con la lucha revolucionaria antijaponesa y sus familiares, los ameritados, trabajadores y estudiantes.
Fue interpretado el himno nacional de la RPDC.
En la función iniciada con el coro y música orquestal «Nuestro Líder», se presentaron las canciones famosas y los himnos de eternidad del líder que traducían el inmenso honor y orgullo del pueblo coreano que ha vivido y trabajado teniendo como su líder y padre al gran hombre sin par en la historia de la especie humana.
Los ejecutantes describieron en tono glorioso el sentimiento de veneración al líder antecesor quien bajo la bandera del Juche, convirtió la historia nacional de martirios a causa del servilismo a grandes potencias y el arruinamiento del país en la gloriosa de prosperidad nacional y forjó el futuro prometedor de la Corea socialista superando al frente las dificultades y adversidades en la obra por la libertad y felicidad del pueblo y el desarrollo independiente del país y la nación durante 70 años desde su adolescencia cuando inició su carrera de revolucionario.
A través de las piezas que aumentaban el orgullo por la gran unidad monolítica, dignidad y futuro maravilloso, basados en esa época gloriosa, los espectadores se quedaron convencidos de que es el ejemplo de vida y lucha para el pueblo en su proceso revolucionario la biografía épica del gran Líder quien creó el modelo mundial de construcción de un Estado socialista y dio inicio a la nueva era de independencia con su perspicacia extraordinaria, idea y teorías excepcionales y prácticas revolucionarias singulares.
La oda que le dedica todo el pueblo «El Líder vive siempre en nosotros» marcó el clímax del concierto que volvió a constatar la verdad de que la idea revolucionaria y hazañas del Presidente garantizan el futuro eterno de la Corea poderosa.
Todos los espectadores redoblaron la voluntad de extender la historia del país próspero y ejército poderoso a la interminable de la potencia de Kim Il Sung conservando en el alma la honra de ser sus descendientes.
ACNC