Kim Jong Un: mientras subsista el imperialismo no habrá tregua en nuestro empeño de potenciar la disuasión nuclear
Camaradas:
Hoy nos hemos reunido en este lugar engalanado de forma especial para un acto de transferencia de nuevas armas tácticas a nuestro ejército.
Presenciamos con nuestros propios ojos el cada día mayor incremento de la capacidad de defensa nacional.
Delegados de científicos y obreros del sector de defensa nacional, quienes fabricaron con abnegación las armas tácticas de enorme valor militar que llenarán un gran vacío en la capacidad de defensa nacional y ocuparán un lugar preponderante en nuestras fuerzas militares;
Oficiales y soldados de la unidad de misiles en el frente a quienes pronto se les transferirán los nuevos armamentos;
Queridos camaradas:
Como vemos, frente a nosotros se emplazan 250 lanzaderas de misiles balísticos tácticos de nuevo tipo, productos de los propios recursos y tecnología de los obreros del sector armamentístico.
Esta colosal formación de armamentos va a ser transferida con prontitud a nuestro ejército y realizar importantes actividades militares en la región fronteriza de la RPDC.
Por supuesto, con ello alcanzamos apenas la meta de la primera etapa de construcción de las fuerzas de misiles en la primera línea del frente, tal como tenemos planificado.
Cada año vamos a mostrarle al mundo, sin pasarlo por ningún filtro, el proceso de la sucesión de generaciones de armamentos sofisticados, porque ese solo hecho tiene el efecto especial de disuadir la guerra.
La humanidad sigue con atención el curso de desarrollo de nuestras fuerzas armadas.
Ahora tenemos bajo nuestro control las operaciones a lo largo y ancho de la frontera con una aplastante superioridad de los medios de ataque y la capacidad de golpe, logramos variar el espacio en que se cumple la misión de fuego y aumentar la eficacia del aspecto práctico de la fuerza física especial y de armas nucleares tácticas.
Con suma alegría declaramos que se ha hecho realidad un punto importante de las directrices para el reforzamiento de la capacidad del ejército que fueron aprobadas en el VIII Congreso del Partido y en las reuniones ampliadas de su Comisión Militar Central, efectuadas en el octavo período de su Comité Central.
En este instante en que anunciamos un gran cambio en nuestras fuerzas armadas y en su desarrollo de largo alcance, agradezco cordialmente, en representación del Partido del Trabajo de Corea y el Gobierno de la República Popular Democrática de Corea, a los obreros, científicos y funcionarios de la industria de armamentos que cumplieron con orgullo una colosal tarea revolucionaria, de gran connotación estratégica para el robustecimiento continuo de la capacidad de autodefensa nacional.
Camaradas:
Con estos potentes armamentos, los más espectaculares e intimidatorios en toda la historia de la República y del ejército, poseemos una certera y contundente capacidad de contener las insensatas provocaciones del enemigo.
Basta con la producción de gran cantidad de armas de la última generación en menos de un año, en una circunstancia en que recrudecen como nunca antes los retos y el bloqueo de las fuerzas hostiles, para demostrar las potencialidades y el poderío de nuestra industria de defensa.
Con su producción heroica y con las creaciones que reflejan su conciencia inmaculada y noble concepto de vida, los obreros del sector han exhibido sin reserva el credo y las características propios de ellos.
Lo que más me complace hoy es poder identificar una vez más el noble mundo espiritual de esos hombres que recuerdan claramente su estirpe y origen, esos obreros que con lealtad y dignidad preservan su honrosa denominación de «continuadores del espíritu de la comuna Kunja«.
El poderío de nuestra industria de defensa nacional es, antes que el de las ciencias de defensa nacional, el de esas personas ilimitadamente leales quienes, consagrando la decisión y el proyecto del Partido como algo que se debe realizar infaliblemente, lo materializan de forma incondicional y cabal.
Realizarlos de manera absoluta, incondicional y cabal fue, es y será su razón de ser, lo que llevaban, llevan y llevarán en sus venas y su rasgo distintivo.
Valoro altamente a los obreros, científicos y funcionarios del sector quienes, al fabricar cientos de armas de tecnología de punta con un empeño perseverante en acato a la orden de la Comisión Militar Central, han viabilizado el intento estratégico del Estado de potenciar la disuasiva de guerra y les han infundido a todos los patriotas del país un gran orgullo, honor y confianza en un futuro de victorias consecutivas. Asimismo, les doy un gran ánimo y aliento para que en adelante obtengan éxitos más enorgullecedores.
Camaradas:
La situación de la seguridad militar en los contornos de la RPDC enfrenta un importante cambio estratégico y estructural por la alteración de la esencia y el carácter de la alianza liderada por Estados Unidos que hoy se convierte en un bloque militar basado en armas nucleares.
Esto pone de relieve la verdad de que nuestro Estado no tiene ningún motivo para conformarse con su actual nivel de disuasiva de guerra.
Hagamos un recuento de los últimos cinco años. El concepto nuclear se ha mezclado en todas las acciones militares llevadas a cabo por Estados Unidos contra la RPDC. Y ahora se ha llegado al extremo de que hasta los países seguidores comparten las armas nucleares estadounidenses.
En la actual situación debemos potenciar más las fuerzas armadas de la República y acelerar más el desarrollo de la industria de defensa nacional independiente que las respalda con firmeza.
La paz verdadera se asegura con una fuerza poderosa.
Tanto el diálogo como el enfrentamiento pueden ser nuestras opciones, pero más cabalmente debemos estar preparados para el enfrentamiento. Este es el balance y la conclusión que sacamos de más de 30 años de las relaciones RPDC-EE.UU. y el rumbo principal de la política respecto a este país que mantenemos de forma invariable.
Las frenéticas maniobras militares de Estados Unidos y sus títeres más sumisos, que rebasan el límite y se vuelven más brutales, confirman la justeza de nuestra causa y nos impulsan a preparar de forma más completa y acelerada la capacidad de autodefensa nacional. Por esta razón, el mismo enemigo apresura inevitablemente su frustración, vergüenza y derrota.
Estados Unidos al que enfrentamos no es jamás una administración que toma el poder por unos años sino un Estado hostil realmente existente que también encararán nuestras generaciones venideras. Este hecho también nos habla de la necesidad inevitable de reforzar constantemente nuestra capacidad de defensa.
Poseer la capacidad de encarar con iniciativa no solo las actuales amenazas estadounidenses contra nosotros sino también los futuros peligros a la seguridad más novedosos, constituye un asunto de vital importancia para preparar una garantía duradera de la salvaguardia de la soberanía, la seguridad, los intereses y la integridad territorial del Estado.
Actualmente la RPDC tiene establecido un sistema estatal de fuerzas armadas nucleares capaz de reaccionar inmediatamente a cualquier amenaza de los países enemigos poseedores de armas nucleares, y nos hemos esforzado de continuo para que su operación esté completamente preparada.
Sin embargo, de los cambios repentinos de la situación de la seguridad planetaria y la ampliación insensata del sistema de bloques militares capitaneados por EE.UU. arribamos a la conclusión de que las fuerzas y los preparativos de las armas nucleares del Estado deben ser más exhaustivos y perfectos, necesidad que experimentamos en carne propia cada día y cada instante.
Nuestro poderío no está en el poderío en sí sino en perseguirlo ininterrumpidamente.
El estancamiento del poderío militar significa el inicio del debilitamiento de la defensa.
Debemos tener bien presente que si nos vanagloriamos del actual poderío que nos ha costado mucho lograr, nos veremos en la necesidad de pagarlo más caro aún.
Es clara nuestra posición ante el recrudecimiento de la situación por Estados Unidos.
Si este no deja de atentar contra la seguridad de la región desconociendo nuestras reiteradas advertencias, le haremos saber a las claras que con ello pueden acarrear nefastas consecuencias en detrimento de su propia seguridad. .
Una vez más le aclaramos que poseer una gran capacidad militar es un deber y un derecho a todas luces insoslayables e irrenunciables para un Estado soberano, independientemente de que este esté negociando o en un conflicto.
Mientras no se ponga fin a la amenaza nuclear contra la RPDC y subsista el imperialismo para el cual el arma nuclear es un medio de su existencia de déspota, no permitiremos un momento de parada o tregua en el empeño de potenciar la disuasiva de guerra nuclear.
Nuestra fuerza evolucionará sin cesar y nunca habrá límite en nuestro poderío militar.
La RPDC preparará cuanto antes las fuerzas nucleares más perfeccionadas y desarrolladas, capaces de refrenar todas las amenazas nucleares y defenderse de ellas, y enfrentará resueltamente cualquier reto de hoy y del mañana.
Dado que Estados Unidos y sus seguidores insisten en asfixiarnos militarmente, el reforzamiento de la capacidad de defensa nacional ha sido para nosotros una opción que no hemos de renunciar bajo ningún concepto, señaló el compañero Kim Jong Un y continuó:
Preparar y seguir reforzando la disuasiva de guerra nuclear es la mejor manera de enfrentarnos eficientemente al chantaje nuclear de Estados Unidos y sus distintos intentos de estrangularnos, así como invertir más para el desarrollo económico y la mejora de la vida del pueblo. Este es un principio que mantenemos invariable durante más de diez años, desde que lanzamos la nueva línea de desarrollo paralelo, cuya justeza y vitalidad se han patentizado en la práctica.
Bien conscientes de ello, debemos conquistar, de forma intachable, cabal y perfecta y sin ninguna concesión, las metas estratégicas del plan quinquenal para el desarrollo de la defensa nacional, definidas en el octavo período del CC del Partido.
El sector de la industria de defensa nacional no retrocederá un paso en el desempeño de su misión de fabricar más armas, equivalentes a preservar los poderes estatales y hacer gala de la dignidad nacional, y obtendrá éxitos más resonantes y orgullosos en el cumplimiento de la meta de modernización de la industria y la tarea de producción de armas autóctonas, presentadas por el Partido.
Las tropas que reciben los modernos armamentos organizarán activamente los entrenamientos semejantes a las batallas reales para poder dominarlos lo antes posible y emplearlos eficazmente de modo que den mayores efectos en el combate y se prepararán plenamente para asegurar la prontitud y exactitud en la operación, cumpliendo satisfactoriamente su misión de refrenar la guerra y tomar la iniciativa.
Hoy nuestras nuevas y gloriosas unidades de misiles no reciben solamente las nuevas armas.
Como todas otras armas nuestras, ellas sintetizan la férrea voluntad de nuestro pueblo de acabar con la amenaza de agredir a la República y reflejan el espíritu de la dignidad y el deseo de consolidar a la patria sin que nadie se atreva a atacarla.
La labor de incrementar sin cesar el poderío militar del Ejército Popular mediante el desarrollo, la fabricación y el emplazamiento de más armas potentes y sofisticadas a nuestro estilo, sigue en pie.
El Comité Central del Partido orientará acertadamente a los obreros fieles y confiables del sector de defensa nacional acompañando constantemente en esta trayectoria importante y de gran responsabilidad.
Camaradas:
Recordemos una vez más que la independencia, la justicia y la paz se garantizan por una capacidad de autodefensa absoluta y sin par.
En la fuerza inmensa que se renueva incesantemente yacen nuestra victoria eterna, paz, felicidad y tranquilidad.
Operemos cambios constantes y éxitos en nuestro avance, luchando sin doblegar por el desarrollo independiente de nuestro gran Estado y la nueva vida pacífica y próspera de nuestro pueblo.
ACNC